Washington.— En un intento por hacer control de daños, el presidente estadounidense emitió ayer una orden ejecutiva en la que dio poderes al Departamento del Tesoro para aplicar “sanciones muy significativas” contra cualquier persona asociada al gobierno de Turquía, tras el lanzamiento de su ofensiva en el noreste sirio.
La Casa Blanca de Trump continúa tratando de salvar o reducir el caos que ha generado con la luz verde que de facto dio al gobierno turco para invadir el noreste de Siria, territorio ocupado por población kurda que está siendo atacada por el ejército de Ankara, al anunciar el retiro de tropas estadounidenses de la región.
El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, anunció ayer que “estamos poniendo en alerta a las entidades financieras, para que vayan con cuidado porque podría haber sanciones”, dijo, sin dar detalles de qué medidas se están gestando desde la administración Trump. Sólo se limitó a decir que “son sanciones muy poderosas. Esperamos no tener que usarlas, pero podemos hacer que la economía turca deje de funcionar”.
En tanto, Turquía intensificó su ofensiva contra las milicias kurdas en el norte sirio con el objetivo de controlar la región, una operación que ha provocado ya el éxodo de al menos 100 mil civiles.
Las ciudades de Tal Abyad y Ras al Ain son las más afectadas por la violencia.
Incluso soldados estadounidenses que permanecen en la ciudad fronteriza de Kobani se vieron afectados por disparos de artillería desde posiciones turcas. “Las tropas estadounidenses no tienen heridos... no se han retirado de Kobani”, dijo el capitán de Marina Brook DeWalt.
En contraste con el retiro de soldados en Sira, Estados Unidos anunció el envío de más unos mil 500 nuevos efectivos a Arabia Saudita para reforzar el cuerpo militar de disuasión ante una posible agresión iraní.
***Con información de agencias
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