El gobierno de la India ordenó este domingo el arresto de los responsables de un hospital infantil privado de , bajo sospecha de posible negligencia, tras un incendio que provocó la muerte de al menos siete bebés y heridas a varios más.

Según testimonios de los vecinos a las 23.30 hora local (18:00 GMT), una fuerte explosión sacudió el , ubicado en el barrio de Vivek Vihar de la capital india, seguida de llamas que rápidamente envolvieron el edificio.

El huyó del lugar, dejando a los bebés en el interior, de acuerdo con los relatos.

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"Salimos de inmediato a calle y vimos una capa de humo enorme, mucho fuego (...) un incendio masivo. El cuerpo médico que trabajaba en el hospital salió corriendo, pero se dejaron a los bebés, ellos se quedaron dentro sufriendo", relató a EFE Brijesh Goyal, residente de un edificio adyacente, mientras muestra sus heridas provocadas por los cristales tras el estallido de sus ventanas.

Las personas que vieron la enorme capa roja envolver el hospital infantil Baby Care Hospital, en Vivek Vihar, un barrio del este de la ciudad, escalaron el muro del complejo y treparon desde la parte trasera del edificio para rescatar a los recién nacidos, tantos como pudieron.

Varias unidades de los bomberos y la policía se unieron poco después de recibir la alerta.

En total, 12 bebés fueron rescatados con vida, mientras que siete cuerpos han sido recuperados del lugar, en el que se encuentran decenas de vecinos, voluntarios o familiares preguntando por sus hijos.

Cinco más se encuentran hospitalizados, uno de ellos en grave estado

De acuerdo con oficiales del cuerpo de bomberos de la ciudad, las llamas pudieron ser provocadas por la explosión de cilindros de oxígeno en el edificio, si bien esta tesis no ha sido corroborada por la policía.

El reclamo de una joven madre que todavía desconoce el paradero de su hijo, que se encontraba hospitalizado, y del que los hospitales que atienden a los heridos no tiene de momento registro provocó la agitación de decenas de personas en la entrada del devastado hospital, con protestas sobre la conducta de la Policía ante la tragedia.

Ninguno de los recién nacidos se encontraba con su madre, porque el hospital no permitía que los padres se quedaran dentro, además "la policía nunca debería haber permitido que los cilindros de oxígeno se llenasen y reemplazaran dentro del hospital; si lo hubieran prohibido desde hace mucho, muchas vidas se habrían salvado", reclamaba la madre apoyada por la multitud.

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Decenas de personas, algunos de ellos familiares o vecinos, se han ido congregando en el lugar para reclamar respuestas de las autoridades y prestar su apoyo a la mujer que no quiere marcharse sin saber si su hijo todavía se encuentra dentro del edificio.

"Sólo sabemos que era un centro de atención a recién nacidos, y que tenían unos cilindros de oxígeno industrial bastante grandes, algo que no debería estar concentrado en estos locales", afirmó a EFE un lugareño que vive a 300 metros del hospital, cuyo nombre no quiso revelar.

"Se produjo una explosión muy fuerte, la administración tenía que haber previsto esto", agregó.

El Ministerio de Salud indio en una comunicación dirigida a las autoridades sanitarias de la ciudad capital, solicitó un procedimiento "inmediato" sobre el incidente que tuvo lugar la medianoche del sábado.

El Gobierno central exigió nombres de los responsables de la administración publica y de los representantes del centro privado, además de "arresto de las personas que dirigía el centro".

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jf/mgm

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