San José.- El recuerdo es imborrable: 18 migrantes irregulares congoleses perecieron en un naufragio el 28 de enero pasado en un viaje por un agitado mar de intenso oleaje, del noroccidente de Colombia al oriente de Panamá , en una embarcación contratada por “coyotes” o mafias de traficantes de personas y conducida con 30 ocupantes por un motorista… aparentemente borracho y ahora en fuga.

La lancha se volcó

y la tragedia se saldó con la muerte de diez niños —seis hombres, tres mujeres y un cuerpo sin poder definir el sexo, porque apareció incompleto—y de ocho adultos—tres hombres y cinco mujeres—y con ocho sobrevivientes y cuatro desaparecidos.

En un hecho indagado en conjunto por autoridades colombianas y estadounidenses , la nave zarpó de madrugada y sin permiso de la Armada Nacional de Colombia con otras dos lanchas repletas de migrantes irregulares que, ante el accidente, retornaron a tierra con sus pasajeros y una regresó al sitio del naufragio a rescatar sobrevivientes .

El lanchero sobrevivió, fue rescatado y ahora es prófugo, en una secuela de un fatal drama que volvió a exhibir solo un episodio del tenebroso escenario del mortal negocio controlado por los “coyotes” colombianos.

Colombia lanza cacería de “coyotes” para combatir migración irregular
Colombia lanza cacería de “coyotes” para combatir migración irregular

Foto: Archivo/Migración Colombia

Por operar en un país que está en una posición estratégica en la confluencia terrestre de la esquina noroccidental de Suramérica con el rincón oriental de Centroamérica, los “coyotes” aprovechan que Colombia es un puente geográfico obligado para el tránsito anual de miles de migrantes irregulares latinoamericanos, caribeños, africanos y asiáticos que añoran proseguir viaje para llegar a México en ruta a Estados Unidos.

Enfrentados a ese panorama, los migrantes son víctimas de los traficantes—previo pago de gran cantidad de dinero solo para recorrer Colombia desde las fronteras con Ecuador y Perú, por el sur, y Venezuela y Brasil, por el este—y quedan a disposición de las redes criminales que también los utilizan para el contrabando de drogas y de otras mercancías ilícitas.

A consultas de EL UNIVERSAL, Migración Colombia precisó que el cobro de los traficantes depende de la nacionalidad, el tipo de transporte y el recorrido. Del sur de Colombia, en las zonas limítrofes con Perú y Ecuador, hacia Panamá el monto puede oscilar entre mil y 2 mil 500 dólares, reveló.

De la localidad caribeña colombiana de Capurganá, en el noroccidental departamento (estado) de Chocó y limítrofe con Panamá, a algún punto panameño, como Puerto Obaldía, aledaño a la frontera de ambos países, el costo del viaje en lancha es de unos 150 dólares pero sin ningún sistema de seguridad, reportó Migración Colombia.

Los gobiernos de Colombia y Panamá confirmaron que los clientes frecuentes son cubanos, haitianos, africanos y asiáticos. Las mafias aprovechan que algunos huyen de sus países por las endémicas crisis socioeconómicas y otros del intenso acoso político.

Ataque. Ante el desafío de las cadenas mafiosas, Colombia desplegó una intensa contraofensiva. La meta es “buscar una nueva estrategia que nos permita cerrar todos los caminos a estos delincuentes que juegan con la necesidad humana”, anunció el colombiano Christian Krüger, director general de Migración Colombia, al confirmar que las autoridades de su país ya detuvieron a más de 170 “coyotes” en los últimos meses.

“Las rutas de migrantes irregulares se han convertido en corredores para el paso de droga y contrabando y eso aumenta el riesgo para estas personas que lo único que buscan es alcanzar su sueño”, advirtió Krüger.

Por esos y otros motivos, Colombia coordinó con Panamá para reforzar el asedio a las redes delictivas. “No solo aumentaremos los controles viales, sino también marítimos e incluso, pondremos cercos en las trochas para frenar a los coyotes. A los migrantes solo les podemos decir que nada justifica poner su vida en manos de terceros a quienes solo les interesa el dinero”, afirmó.

“Sabemos que el fenómeno del tráfico de migrantes continuará mientras existan ‘avivatos’ (ingeniosos) que busquen aprovecharse de la necesidad y la ilusión de aquellos que buscan un futuro mejor”, reconoció.

El combate a los “coyotes” pretende “salvaguardar a las personas y poner fin a este flagelo que atenta contra la dignidad humana”, recalcó.

Las rutas. Los migrantes irregulares ingresan a Colombia desde distintas procedencias y rutas.

Los casos más numerosos son los siguientes, según los recuentos oficiales:

Cubanos: Las investigaciones oficiales mostraron que los cubanos viajan de Cuba a Guyana, que les exime de visa y es frontera con el oriente de Venezuela. Ya en Guyana, inician un recorrido por mar y por suelo venezolano hacia Colombia para tratar de dirigirse—por vía marítima o por junglas y pantanos—a Panamá, proseguir por el resto de Centroamérica e ingresar a México.

Otro país de procedencia es Ecuador, que de 2008 a 2015 les excluyó de visa y fomentó un masivo flujo de cubanos desde Cuba. Ya en suelo ecuatoriano, los cubanos inician un recorrido por tierra y por mar en 10 países hacia EU, pese a que Washington les retiró desde enero de 2017 las preferencias migratorias que les otorgó desde 1995 con la política de “pies secos—pies húmedos” para ingresar a territorio estadounidense.

“Pies secos—pies mojados” permitió reinterpretar la Ley de Ajuste Cubano, emitida por EU en 1966, en vigencia, ya que las personas nacidas en esa isla que llegaron a suelo firme estadounidense, sin importar que lo hicieran por vías ilegales, se acogieron a beneficios como poder trabajar y residir. Los sorprendidos en el mar fueron devueltos a Cuba.

Haitianos: La mayoría procede de Brasil, que hace varios años acogió a un gran número de personas originarias de Haití para incorporarlos en actividades en torno al Campeonato Mundial de Futbol 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El Servicio de Migración de Panamá confirmó que tras esas competencias, numerosos haitianos migraron de Brasil a Chile. Ahora hay muchos que por tierra, como migrantes irregulares, viajan de Brasil y Chile a EU y deben pasar por Colombia y Panamá.

Extrarregionales: Los africanos, como los congoleses que murieron en el naufragio, y los asiáticos entran mayoritariamente también por Brasil, en donde emprenden una larga y peligrosa travesía a Colombia y Panamá con EU como su destino.

Krüger lamentó, sin identificarlos, que “muchos países” vecinos permiten que migrantes irregulares ingresen sin visa ni otros documentos. Los “coyotes” se “aprovechan” de esas situaciones para lograr que los migrantes irregulares, como “población vulnerable”, caigan en sus redes de tráfico, puntualizó.

La migración irregular no es delito en Colombia, pero “los ‘coyotes’ son delincuentes y a esos son a los que vamos a perseguir y vamos a capturar”, alertó. Por eso, en la mira policial están los “coyotes” que enviaron a la muerte en un naufragio a 18 congoleses en una nave conducida por un motorista… aparentemente borracho y ahora en fuga.

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