Toronto.— En el último día de una tensa campaña, el primer ministro Justin Trudeau y su rival conservador Andrew Scheer, el que mayor perfila para hacerle frente en los comicios, quemaron los últimos cartuchos para convencer a los numerosos indecisos y evitar un gobierno minoritario en Canadá, como prevén los sondeos.

Tras 40 días de enfrentamientos, polémicas y promesas electorales, los dos grandes partidos que se alternan en el poder terminan la campaña como la empezaron: con igualdad en la intención de votos. En la víspera de las elecciones este lunes, el suspenso fue total.

“Necesitamos un gobierno progresista fuerte, que una a los canadienses y luche contra el cambio climático, no una oposición progresista”, dijo Trudeau durante un mitin de campaña en la periferia de Vancouver. Liberales y conservadores tienen entre 31% y 32% de las preferencias, según los últimos sondeos, lo que no les permitiría lograr una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes de 338 curules.

Un gobierno minoritario estaría obligado a contar con el apoyo puntual de formaciones más pequeñas como el partido Nuevos Demócratas (NPD) de Jagmeet Singh, tercero en las encuestas (20%), o los independentistas del Bloque de Quebec.

Los líderes de los cuatro partidos terminaron sus campañas en la provincia de Columbia Británica, donde está Vancouver: Trudeau y Scheer, Singh y la jefa de los verdes Elizabeth May participaron en sus últimos mítines en esta región, donde los verdes y los neodemócratas amenazan a los liberales.

En Vancouver, Scheer acusó nuevamente a Trudeau de aferrarse al poder por medio de una coalición con el NPD, cosa que tanto este partido como los liberales niegan.

“La alternativa es clara: o bien un gobierno del NPD con la máscara de Trudeau, que aumentará los impuestos, destruirá empleos, debilitará nuestra economía y les quitará a ustedes más dinero, o bien un gobierno conservador mayoritario que no gastará más de lo que le ingrese y que les inyectará dinero en los bolsillos”, dijo a los simpatizantes.

Aseveró que Trudeau buscará seguir en el poder aunque obtenga la segunda posición. Según Scheer, corresponde al dirigente del partido más votado dirigir el gobierno, pero los expertos no coinciden.

Analistas aseguraron que en el sistema parlamentario canadiense es posible que un primer ministro saliente se mantenga en el gobierno, aunque no obtenga la mayoría de asientos, siempre que logre el apoyo de una o más formaciones para que la Cámara de Comunes vote a favor.

En las últimas horas, el líder del Partido Conservador dejó en claro que si su formación consigue más diputados que los liberales, aunque no alcancen la mayoría, Trudeau debería renunciar a formar gobierno.

“El partido que gane más escaños debería formar el gobierno”, declaró Scheer durante un mitin en las cercanías de Toronto.

Las palabras de Scheer provocaron una profunda controversia en el país pocas horas antes de que se abran los primeros colegios electorales en el este del país

Trudeau, por su parte, reiteró su llamado al electorado a “mirar hacia adelante” y que un retorno de los conservadores al poder tras cuatro años de gestión liberal tendrá como consecuencia recortes presupuestarios y un retroceso en la lucha contra el cambio climático.

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