Luego de casi dos semanas fue dado de alta del Hospital Rubén Leñero, Cristian, joven al que compañeros le rociaron gasolina y prendieron fuego en la escuela CEDVA de mecánica en Texcoco, lo que le provocó quemaduras de segundo y tercer grado en sus piernas y genitales.
De acuerdo con la transmisión de ForoTV, se pudo ver a Cristian en silla de ruedas, contestar las preguntas de reporteros.
El joven comentó que en dos semanas volverá a curaciones y que atenderá las indicaciones de los doctores como estar en reposo, no hacer mucho esfuerzo, llevar su dieta y más adelante dijo, sabrá si necesitará algún tipo de rehabilitación.
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Agregó que los doctores que lo atendieron "fueron buenos en su trabajo, le eché ganas para estar bien y con mi familia".
También agradeció a la gente que estuvo al pendiente de su salud "gracias por su apoyo de verdad, por tenerme en sus oraciones, por ayudar a mi familia".
Además, fue cuestionado sobre lo que sentía de volver a subir al auto familiar, que fue llamado "El Patotas", mismo que fue usado como ambulancia ante la falta de apoyo para su traslado desde el Estado de México. Al respecto, Cristian comentó que amaba a ese carro, ya que nunca los dejó parados.
"Amo a ese carro ("El Patotas"), nunca nos ha dejado tirados", dijo Cristian.
Por último, Cristian dijo que tenía ganas de comer pizza o las enchiladas que hace su mamá. "Tengo ganas de pizza y enchiladas, extraño la comida de mi mamá".
Cristian y su familia subieron a "El Patotas" para dirigirse a la Basílica de Guadalupe para agradecer y pedir por su recuperación.
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