Pareja con tres hijos lleva 1 mes confinada por Covid-19

Nezahualcóyotl, Méx.— Óscar, de 36 años, se contagió del Covid-19 en algún lugar de la Zona Metropolitana del Valle de México y días después su esposa, de 38 años, contrajo la enfermedad.

La pareja vive en Ciudad Neza y se aisló en su casa desde la segunda quincena de marzo, con sus tres hijas de 10, seis y un año, para no propagar el coronavirus con su familia o en la comunidad.

El 16 de marzo Óscar se empezó a sentir mal. En un principio pensó que era influenza A, porque años antes la padeció. El 24 de marzo le confirmaron en el Instituto Nacional de Nutrición que dio positivo a la prueba del coronavirus.

“Me siento mal tres días, pero yo estoy apartado completamente, así lo hice con la influenza para no contagiar a mis tres hijas, y días después mi esposa empieza con los mismos síntomas”, contó.

A su pareja sentimental no le hicieron la prueba. Me dijeron que “era lógico que tenía Covid-19 y querían preservar las pruebas [las autoridades de salud]: ‘Si tiene los mismos síntomas y usted ha convivido con ella es obvio que su esposa tiene Covid-19’”.

Las pequeñas no desarrollaron le enfermedad, aunque presentaron algunos malestares. La menor, de un año, estuvo siempre en contacto con su madre porque la amamantó, pero creen que no se contagió del virus.

“Mis hijas están de maravilla. A una de ellas, la que tiene 10 años, cuando le da temperatura se le pone un ojo rojo, así estuvo un día, hace como 13 días, pero de ahí en fuera se sintió bien. La otra, de seis años, pasó una noche con dolor de cabeza nada más, pero gracias a Dios se encuentran saludable, normal y la bebé de un año se siente bien, aunque ella es la que más contacto ha tenido con mi esposa por obvias razones”, narró.

Vecinos que quieren a la familia les han llevado alimentos desde hace casi un mes, porque no han salido de su vivienda para no exponer a los demás.

En total han estado apartados durante 29 días, pero quieren concientizar a la población para que atienda las recomendaciones de las autoridades de salud, porque opinan que todavía hay personas que están escépticas a la enfermedad, que creen que no se van a enfermar y no se cuidan.