Toluca, Méx.— Debido a que la fiscalía de delitos vinculados a la violencia de género facilitó los mecanismos de denuncia para las víctimas de violencia, las muertes violentas de mujeres o feminicidios en el Estado de México se contuvieron y no tuvo el disparo “espantoso” que se temía, aseguró su titular, Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros.

En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que durante el año de confinamiento lo que más aumentó fueron las denuncias por violencia familiar, con 78%.

Eso, dijo, logró contener los asesinatos, pues junto con los ministerios públicos de la Coordinación general de Atención de la Justicia Restaurativa se aplicó un mecanismo de predenuncia: cuando las mujeres hablan para pedir ayuda se inicia de oficio la carpeta de investigación, ya que muchas veces piden auxilio al 911 sólo para que esa situación de violencia pare, pero no están pensando en dejar a su agresor.

“Hubo muchas más mujeres que denunciaron y pareció que la violencia era soportable, tenían otros argumentos para no denunciar o simplemente para hacerlo tenían que ir a la agencia, pero ahora simplemente hay que hablar por teléfono o pedir ayuda vía WhastApp e incluso en internet”, afirmó.

La fiscal dijo que en el contexto de la pandemia hubo un incremento de 23% en femicidios con respecto a 2019 y que se identificó que parte del alza responde a la reclasificación que hicieron en la investigación de los homicidios dolosos, pues toda muerte de mujer es abordada con perspectiva de género.

Aseguró que el riesgo de agresiones a los hijos fue otro motor para que las mujeres denunciaran, pues, al estar encerradas con su agresor, ya no sólo ellas eran objetivo.

“Lo que pudimos detectar que aumentó fue el número de episodios de violencia, pasó de ser uno o dos a la semana a muchos más. Claro que sí creció, pero mayor saña no logramos detectar en la violencia en el contexto privado ni en los feminicidios”, aseguró.

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