Un fin de semana, tres vinícolas excepcionales del Valle de Guadalupe. Así, arranca la temporada de vendimias que me llevará de Baja California a Coahuila, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato.
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La gran sopresa de Monte Xanic
No recuerdo cuándo visité por última vez Monte Xanic. Lo que sí puedo decir es que fue antes de la incorporación de Óscar Gaona a su equipo de enología. Digo, sin temor a equivocarme, que este es uno de los mejores momentos en la historia vitivinícola de esta bodega mexicana.
Más allá de la extraordinaria cena de gala inspirada en el México excepcional, engalanada con la cocina de Javier Plascencia y su restaurante Animalón. Este evento fue dedicado a rendir tributo a sus socios fundadores. Mi primera parada en el Valle de Guadalupe fue una oportunidad para redescubrir los proyectos más novedosos de Monte Xanic. Ya le había platicado acerca de Gran Ricardo Sauvignon Blanc 2021, incluido en la mítica cata realizada para Jancis Robinson MW hace apenas unos meses, pero no presentado oficialmente hasta ahora.
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Su historia inició en tiempos del gran Dr. Hans Backhoff Escudero, quien siempre persiguió la óptima expresión de la Sauvignon Blanc en el Valle de Guadalupe. Hans Backhoff Guerrero, actual director general de la vinícola, fue el encargado de consolidar el proyecto.
Vendimia nocturna, selección manual para obtener los mejores frutos, fermentación con levaduras seleccionadas y un cuidadoso y breve paso por roble francés nuevo y de segundo uso terminan por dar forma a este blanco de alta gama. ¿En nariz? Tonos de frutos cítricos y herbales que se funden con guayaba, maracuyá y flores blancas. ¡Delicioso y elegante en boca!
¡Feliz cumpleaños El Cielo!
Pocas bodegas en México (y en el mundo realmente) son capaces de presumir tal crecimiento, a tal velocidad, como Vinícola El Cielo. Apenas una década ha pasado desde su fundación y el proyecto ya busca nuevos modelos de expansión, siempre anteponiendo dos objetivos primordiales en su producción: sostenibilidad y alta calidad en los sentidos.
Platicaba con Gustavo Ortega, director general de la vinícola, sobre la obtención de la primera certificación orgánica para sus viñedos. De las 98 hectáreas plantadas con Sauvignon Blanc, Chenin Blanc, Sangiovese, Syrah, Cabernet Franc, Merlot, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir, entre otras cepas, más del 70% hoy están certificadas. Solo un par de bodegas en nuestro país pueden presumir tal magnitud de viñedos manejados oficialmente bajo este esquema.
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Pero el futuro en El Cielo es más brillante. Me decía Jesús Rivera, enólogo de la bodega, que ya se perfila la construcción de una nueva zona productiva para los vinos de alta gama, separada de los blancos de entrada y de los espumosos de método tradicional que tanto éxito han tenido en los últimos años, e inspirada en los grandes modelos productivos del Viejo Mundo. Un hecho me que invita a regresar.
¿Los vinos…? Cada vez son más completos y alucinantes, se lo puedo asegurar después de una larga cata junto a Rivera. Hay que probar ya mismo las nuevas añadas de Selene Rosé, Lyra, Polaris y los Sauvignon Blanc y Malbec de la línea G&G by GinaSommelier.
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