En el centro de la polémica estuvo recién Jaime Bonilla Valdez. Mexicano de nacimiento, nacionalizado estadounidense después. Un México-americano nacido en Tijuana, Baja California, entidad fronteriza en donde la vida circula entre México y Estados Unidos, en donde una buena parte de nativos en la entidad tienen la doble nacionalidad

Pero con todo y lo común, la Constitución Política de México impide a un ciudadano con una nacionalidad distinta a la mexicana, aspirar a algún cargo político en el país.

Bonilla Valdez ha sido cauteloso con el tema, a decir de notas públicas, renunció a su nacionalidad estadounidense en 2012, pero no él mismo no lo ha pronunciado al menos en lo todo lo que corrió la campaña electoral.

Nació el 9 de junio de 1950 en Tijuana, Baja California, en donde realizó estudios hasta la preparatoria. Es Ingeniero Industrial por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cuenta con una maestría en Administración Pública por la National University de San Diego, California.

Se ha desarrollado en el ámbito empresarial desde los medios de comunicación. Fundó el Primer Sistema de Noticias (PSN) en Baja California.

En la política, se desempeñó como diputado federal por el PT en 2012 en la LXII Legislatura. Posterior a ello se fue a Morena y en las elecciones de 2018 se convirtió en senador de la República, cargo que dejó 3 meses después para convertirse en uno de los “súper delegados” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en Baja California. De este cargo se separó en marzo de 2019 para convertirse en candidato de Morena al gobierno de Baja California en coalición con el Partido del Trabajo, Partido Verde y Transformemos.

Jaime Bonilla Valdez es una de las personas más cercanas a Andrés Manuel López Obrador. Hay algo que ambos personajes comparten: el amor por el béisbol. Entre 1982 y 1985 dirigió a los Potros de Tijuana, equipo de la Liga Mexicana del Pacífico. De hecho, este empresario tijuanense es propietario de un palco en el estadio de los Padres de San Diego, el PETCO Park, en San Diego, California. Fue Bonilla quien invitó a López Obrador al Juego de las Estrellas en julio de 2016.

En 2015 el hoy Presidente López Obrador dio a Bonilla Valdez la dirigencia de Morena en Baja California desde donde, a decir de morenistas en la entidad que piden el anonimato, comenzó a controlar todo y construir el camino para llegar a la candidatura para el gobierno del Estado, con el apoyo del hoy jefe del Ejecutivo Federal.

A Bonilla Valdez se le ha acusado de estar imposibilitado para ser gobernador, toda vez que entre el año 2000 y el 2011 fungió como director del Departamento de Aguas del Distrito de Otay, en California. Además de que ha pertenecido al Partido Republicano estadounidense.

Jaime Bonilla presentó su declaración patrimonial según la cual tiene 3 casas y un departamento que tienen un valor total de 22.2 millones de pesos. Además tiene dos camionetas Suburban, artículos deportivos con valor de 1,5 millones de pesos; un menaje de casa por 1.6 millones y obras de arte por 3.5 millones de pesos.

En Baja California es conocida su amistad con el ex gobernador priista Xicoténcatl Leyva, además del hoy ex priista, Fernando Castro Trenti.

Desde el inicio de su campaña se le acusó de incluir en su equipo a gente como Humberto ‘Pato’ Valdez Ramos, quien ha sido abogado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán; además de Amado Cruz Anguiano, quien en su momento fue detenido por vínculos con los Arellano Félix y permaneció 4 años en prisión.

Ante los cuestionamientos, Jaime Bonilla simplemente da la vuelta.

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