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Puebla.— Los recientes linchamientos registrados en Puebla, que la semana pasada sumaron siete víctimas, son la reacción de un pueblo cansado y en el abandono, dijo el gobernador Miguel Barbosa Huerta.

“Estoy seguro que los hechos del pasado miércoles fueron una respuesta a un estado de abandono del sistema gubernamental de los tres órdenes”, expresó.

Sin embargo, desde los municipios de Tepexco y Cohuecan, el mandatario recordó que la justicia por propia mano es ilegal.

“La justicia por propia mano no es legal, la vida desde el derecho natural es un don que Dios da y que sólo Dios quita”, sentenció.

Barbosa Huerta señaló que el pueblo actúa ante el abandono institucional y la falta de respuesta de las autoridades desde hace mucho tiempo, pero deben prevalecer el orden y la ley.

“El Estado de derecho debe preservarse, el respeto a las instituciones debe asegurarse y preservarse porque es la única manera de garantizar el desarrollo y el progreso”.

Siete personas fueron linchadas la semana pasada al ser señaladas como presuntas secuestradoras en Cohuecan y Tepexco. Lo que inició como un secuestro perpetrado por varios sujetos acabó con enfrentamientos armados, persecuciones, la muerte de siete presuntos delincuentes, algunos de ellos colgados de árboles, y un civil muerto.

El gobernador dijo que su gestión será de frente y con rostro humano, enfrentando los problemas siempre del lado de las personas y anteponiendo el régimen de la ley.

Dejó claro que no será el instrumento de ninguna infamia, pero tampoco alguien que permita los excesos y hechos ilegales.

“El sistema institucional y el Estado de derecho debe ser la fortaleza que permita a la sociedad el progreso y el desarrollo, si nosotros nos separamos de esa ruta no encontraremos el camino ni del progreso y mucho menos del desarrollo”, manifestó el mandatario.

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