Acapulco.— “Si nos esperamos a que el gobierno llegue, nos vamos a quedar muriéndonos de hambre, la verdad”, afirma Andrés Estrada Hernández, comerciante de la colonia Bellavista del puerto y damnificado por el huracán Otis.

Por ello, él y su hijo, también de nombre Andrés, bajaron a la Playa Las Hamacas para pescar y llevar alimento a 12 integrantes de su familia, que unidos enfrentan la escasez de agua y alimentos en el municipio. “Mucha gente todavía está esperando a que el gobierno vaya a las casas, es triste ver eso, porque hay gente que todavía tiene agua en su casa, tiene lodo, y las láminas... no ha levantado nada pensando que el gobierno va a llegar a ayudarles y es triste ver que no”.

Empleado en una tintorería en la que ganaba 400 pesos diarios, el joven cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL que la necesidad lo hizo pescador, por lo que tomó la red y, con su hijo, bajó a la playa a buscar “lo que la naturaleza nos regala” para el consumo familiar.

Andrés Estrada y su hijo acudieron a la playa aunque las condiciones para pescar no eran buenas, ya que en el mar hay mucha basura y embarcaciones hundidas. Foto: Valente Rosas / El Universal
Andrés Estrada y su hijo acudieron a la playa aunque las condiciones para pescar no eran buenas, ya que en el mar hay mucha basura y embarcaciones hundidas. Foto: Valente Rosas / El Universal

Aunque no eran buenas las condiciones para pescar —ya que en el mar hay mucha basura y embarcaciones hundidas derivado del paso del fenómeno meteorológico—, Estrada Hernández llevaba dos docenas de peces capturados con una red y anzuelos tradicionales.

“No hay condiciones, todas las playas están desechas. Hay basura, muchos barcos hundidos, diesel, árboles y mucha basura abajo del mar, pero se hace lo que se puede, con tal de llevar algo”, asegura con marcada tristeza.

Y sí, en la playa aún se puede ver la devastación que dejó el huracán a su paso. Poco se ha movido desde esa fatal noche que hasta el momento ha dejado un saldo oficial de 47 personas fallecidas y más de 50 aún sin localizar.

La meta de Andrés eran cuatro docenas de pescado para cocinarlos fritos o en caldo, porque a lo que quedó de su casa llegaron su hija, yerno y un primo de su esposa, para refugiarse. “Nos estamos uniendo todos”, señala.

Andrés Estrada asegura que se “hace lo que se puede con tal de llevar algo de comer”, como en este momento lo están haciendo muchos acapulqueños que también bajan a la playa a pescar ante la falta de víveres y apoyo de las autoridades.

“Soy comerciante, pero por la necesidad, pescador. Es la primera vez que vengo porque primero había que limpiar la casa, ver lo que podemos rescatar porque la lámina se la llevó [el huracán], tratamos de buscar agua. Alimento hay, pero está muy caro y hay poco (...), así que por necesidad tengo mi red de pesca y bajé a la playa”, relata, al explicar las carencias que dejó Otis entre la población.

Sin embargo, no son los únicos, pues asegura que desde hace días empezaron a bajar a la costa muchas familias que saben pescar, porque “el último recurso es este para llevar sustento a la casa, un alimento; no hay de otra”.

En ese momento llevaba dos docenas de peces con la esperanza de llegar a cuatro para que les alcanzara para comer, medio cenar y al día siguiente almorzar.

Recuerda que, durante el impacto de Otis, a “un vecino que vivía cerca del arroyo y se lo llevó [el agua] lograron rescatarlo a tiempo”.

Andrés pide apoyo a las autoridades porque, asegura, no han sido censados en la colonia Bellavista, pero admite que los acapulqueños tienen que moverse, “porque si nos esperamos a que el gobierno llegue, nos vamos a quedar muriéndonos de hambre, la verdad”.

Diariamente a pescadores y familias se les ve en la playa pescando, ya sea para vender o para comer ante la falta de productos básicos.

En tanto, el hijo de Andrés afirma que decidió ayudar a su papá a pescar para tener algo que comer mientras la situación se normaliza en el puerto. Con anzuelo en mano, muestra su habilidad para la pesca al sacar un pez liso, una especie tradicional de Acapulco, el cual coloca en un bote.

Señala que de grande le gustaría ser militar porque ayudan a la población cuando hay desastres como el huracán Otis.

Recuerda que, durante el paso del ciclón, se resguardó con su familia y después de la tormenta ayudó a sus padres en las labores de limpieza en la casa.

Plantean plan de trabajo

Desde la Playa de Hornitos, Elba Cortés Suastegui, representante de la Unión de Pescadores Acapulco A.C., pide al presidente Andrés Manuel López Obrador que implemente un plan de trabajo para que hombres y mujeres de mar limpien la bahía de Acapulco a cambio de un sueldo que les sirva para llevar sustento a sus familias.

“Señor Presidente [Andrés Manuel López Obrador], queremos su apoyo, nosotros siempre hemos trabajado y nos hemos ganado el pan con el sudor de nuestra frente, pero ahora sí pedimos ayuda incondicional de su parte.

“Nosotros somos los chinchorreros de Acapulco, somos lo que barremos las bahías, sacamos el producto [pescado] fresco para el pueblo y ahora nosotros le estamos pidiendo que nos ayude con un plan de trabajo”, asegura la representante de los pescadores, quien lamenta el paro en el que están sus compañeros a causa de Otis.

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