La muerte de la actriz , a los 79 años, ha conmovido a más de una personalidad del espectáculo, luego de que en las últimas horas del 3 de febrero se confirmara la noticia del deceso sin muchos detalles.

La actriz, que padecía cáncer, destacó en telenovelas como “El privilegio de amar” y películas como “Más negro que la noche”, pero también fue reconocida como mamá de tres hijos: Patricia, Helena y Leo, con quienes se quedó como madre soltera después de terminar su primer matrimonio, con quién nunca reveló el nombre.

Fue entonces que comenzó una relación con el también actor, en el momento cumbre del éxito de ambos, cuando ella participaba en “La gran aventura del Zorro” y él en “De todos modos Juan te llamas”.

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Su matrimonio, que ambos prefirieron mantener de forma privada, género por lo mismo muchos mitos alrededor; el primero de ellos sobre que en realidad Juan Ferrara era el padre de los hijos de Helena, lo cual ella desmintió.

Se casaron en 1976, cuando Helena tenía 31 años y Juan 33 e inclusive trabajaron juntos en la película “Misterio”, en la que Ferrara interpretaba a un actor que mezclaba la realidad con la ficción de una telenovela en la que trabajaba.

En una entrevista durante los ochenta que ambos concedieron al programa "Foro" de Gilberto Marcos, para promocionar la puesta "Una dulce pesadilla", hablaron brevemente sobre su dinámica como pareja y cómo únicamente lograban unir sus carreras armónicamente en el teatro.

“Es el único medio en el que podemos decidir trabajar nosotros. Nosotros hacemos la empresa, escogemos la obra, decidimos el reparto y cada año, año y medio, dos años salimos de gira por toda la República”, contaron.

“En televisión el productor tiene  que decidir que hagamos una telenovela y en esta ocasión, en teatro, nosotros somos los que decidimos”, agregaron.

Por aquella época Ferrara era conocido como uno de los galanes de la pantalla, algo que a Rojo no le molestaba.

“No me enojo, es natural, su trabajo es ser galán y sale en las pantallas chicas y es natural que las muchachas lo vean con admiración. Además, el éxito de Ferrera es mi éxito, porque es mi marido”, aceptó la actriz.

Sin embargo luego de 11 años de relación se divorciaron en 1987 y decidieron mantener los motivos de su separación de manera íntima, lo que también provocó rumores de que la ruptura no se había dado en los mejores términos.

Incluso en 1998, su matrimonio volvió a ser tema de conversación cuando se dijo que Helena se había opuesto a que su exesposo formara parte del melodrama “El privilegio de amar”, ante la productora Carla Estrada, quien la eligió a ella como parte del elenco en el que finalmente Enrique Rocha dio vida al villano en 1998, cuando salió al aire.

Años más tarde, en una entrevista para la periodista Angélica Sánchez Vilchis a principios de los 2000, ella misma aclaró los motivos por los que prefirió ser reservada con aquel estelar matrimonio.

“Evitó hablar de esa relación porque me costó mucho trabajo deshacer la imagen que teníamos de pareja, tuve que reiniciar mi carrera cuando me divorcié”, confesó Helena.

“Juan siempre se portó muy bien con mis hijos y es a ellos a quien tengo que agradecer muchísimo, porque fueron un apoyo impresionante en los momentos en que me sentía como perro sin mecate”, agregó.

Asimismo rescató la relación que logró establecer con la también actriz  Ofelia Guilmain, madre de Juan.

“Su madre, la mejor artista que yo he conocido dentro y fuera del escenario, la llegué a querer como a una madre, pero para mí cuando algo se acaba, cierro la puerta, le echo llave y tiro la llave a la basura”.

Por aquel entonces Rojo ya había rehecho su vida junto a Benjamín Fernández, un hombre alejado del medio con quien consolidó su tercer matrimonio en 1991 y estuvo hasta sus últimos días.


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