
Más Información
Antes de convertirse en la Reina del Rock and Roll, Tina Turner fue Anna Mae Bullock: una niña nacida en 1939 en Nutbush, Tennessee, en una comunidad rural marcada por el trabajo duro, la música como refugio y una infancia atravesada por separaciones familiares.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su familia se fragmentó y pasó un tiempo con sus abuelos paternos, estrictos y profundamente religiosos. Cantaba en la iglesia y, en ocasiones, en la calle. A los 16 años se mudó a San Luis con su madre, se graduó de la preparatoria y trabajó como auxiliar de enfermería, sin imaginar que los clubes nocturnos de la ciudad terminarían por cambiarle el nombre y el destino.
Esa historia es la que hoy conecta de forma directa con Aniah Long, una de las intérpretes que da vida a Tina en TINA – The Tina Turner Musical. La cantante vive en Eatonton, Georgia, un pueblo donde como ella misma describe, las vacas y las cabras pueden estar “del otro lado de la calle”. Desde ese paisaje campirano encontró un espejo en Anna Mae Bullock.
Lee también: Muere Ike Turner Jr, hijo de Tina Turner, a los 67 años
“Soy una chica de un pueblo pequeño, una niña con una gran voz y un gran sueño, al igual que Tina Turner. Vengo de un lugar muy sencillo, rodeado de campo, y eso me conecta mucho con sus orígenes. Tina empezó así, sin saber hasta dónde podía llegar, solo con una voz y una determinación enorme. Cuando estoy en el escenario, pienso en esa niña y en todo lo que tuvo que atravesar para convertirse en la mujer que fue”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
La obra, que reconstruye la vida de Turner desde sus inicios hasta su consolidación como ícono global, no busca una imitación. Para Long, interpretarla no empieza con el peinado, el vestuario o los éxitos que marcaron generaciones, sino con algo más complejo: entender su esencia.
La producción cuenta con varias intérpretes que encarnan distintas etapas de su vida, lo que obliga, explica, a no competir por la copia perfecta, sino a sostener lo que Tina fue en vida como artista y como mujer.
Lee también: ¿Por qué ver "Avatar: fuego y ceniza"?, 10 datos que debes saber sobre la nueva película de James Cameron
“Lo principal es encontrar a la Tina interior, encontrar su esencia. En esta producción hay varias Tinas, pero todas buscamos lo mismo: entender quién era ella más allá del personaje. No se trata de copiarla ni de imitarla, sino de conectar con su fuerza, con su historia y con lo que la movía como mujer y como artista. Encontrar esa esencia es lo que nos guía en el escenario y lo más importante de todo”, afirma.
Esa esencia atraviesa por la ruptura de barreras raciales y de género en una industria históricamente dominada por hombres blancos, donde las mujeres, y en especial las mujeres afrodescendientes, rara vez tenían control sobre su imagen, su voz o su carrera.
Volver desde cero
Tina Turner llegó a la cima pagando un costo alto: edadismo, sexismo y racismo, además de una vida personal marcada por la violencia. Su relación con Ike Turner, quien impulsó su carrera inicial y construyó junto a ella el explosivo proyecto Ike & Tina Turner, pasó de ser una alianza musical a un vínculo de control y abuso.
Durante años compartieron éxito y escenario, pero también miedo y adicciones. En 1976, Tina huyó prácticamente sin nada y puso fin al matrimonio, iniciando una reconstrucción personal y profesional desde cero.
Lee también: "Por eso la bajaron", el comentario de Pati Chapoy con el que criticó a Fátima Bosh, Miss Universo 2025
Tras la separación, pasó años actuando en escenarios pequeños y pagando deudas, hasta que en los años ochenta protagonizó uno de los regresos más extraordinarios de la música con Private Dancer, consolidándose como una superestrella global en solitario cuando muchos la daban por terminada.
“Pasó por muchísimo, se reinventó y volvió a empezar desde cero. Triunfó en medio de la adversidad. Esta producción cuenta eso con mucho detalle, no solo muestra sus caídas, sino también sus triunfos. Gracias a esta historia, yo también aprendo a valorar mis propios altos y bajos”, resume la actriz.
Tina Turner fue madre joven, crió a cuatro hijos y sostuvo una carrera que terminó por redefinir lo que significaba envejecer dentro del pop y el rock. Vendió más de 100 millones de discos, ganó 12 premios Grammy y fue homenajeada por generaciones de artistas, de David Bowie a Beyoncé.
Pero, como recuerda Aniah Long, detrás del mito hubo siempre una verdad más sencilla y más dura:
“Era solo una chica con un sueño. Muchas veces la endurecen demasiado. Como mujer negra, no siempre hay mucha empatía. La gente olvida que era una joven que tuvo que sacrificarse por sus hijos y abrirse camino sola”.
TINA – The Tina Turner Musical, una obra creada en colaboración con la propia artista y un equipo creativo multipremiado, que va más allá del homenaje para contar la historia de una mujer que transformó la adversidad en identidad y poder.
El musical, que ha conquistado escenarios del West End y Broadway, llega por primera vez a la Ciudad de México del 16 al 21 de diciembre al Centro Cultural Teatro 1, como parte de su gira internacional y bajo la producción de Alejandro Gou.
Con un repertorio que incluye clásicos como “What’s Love Got to Do with It”, “Proud Mary”, “Private Dancer” y “The Best”, la obra no solo revive a una leyenda fallecida en 2023: la devuelve al presente, recordando que Tina Turner no solo rompió las reglas, sino que las reescribió.
Noticias según tus intereses
ViveUSA
[Publicidad]
Interactivos


Carpetazo, a indagatorias contra Alito y Calderón

La simulación perfecta

Investigado por lavado del narco defrauda en Oaxaca

SFP da “carpetazo” al 92% de denuncias contra superdelegados

Jueces sin castigo: Las fallas de un sistema negligente

Aún está en obra y ya hay plagas y grietas en la nueva sede del Archivo General Agrario


















