fue vetado por la de cualquier evento de la organización, incluido los durante 10 años, una sanción que se debe a la bofetada que el actor le propinó en directo a Chris Rock durante la última edición de los premios luego de que el comediante hiciera un chiste con respecto a la condición de salud de la esposa de Will, Jada Pinkett , quien padece alopecia.

La junta de gobernadores de la Academia, conformada por 50 miembros, emitió un comunicado con el veredicto que sentencia la acción de Smith como un “comportamiento inaceptable y dañino”.

“Durante nuestra retransmisión, no abordamos adecuadamente la situación en la sala. Por esto, pedimos disculpas. Teníamos la oportunidad de dar ejemplo a nuestros invitados, espectadores y a nuestra familia de la Academia en todo el mundo, y nos quedamos cortos, al no estar preparados para algo sin precedentes”, dicta el comunicado.

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La socióloga Belén Meneses, Rojas, quien es una especialista en análisis de contenido televisivo, el cual expone en su canal de YouTube “Anteojos sociológicos” explica paso a paso lo que sucedió con Will y por qué este castigo será un precedente en la televisión para prevenir situaciones similares en el futuro y generar un cambio social en la perspectiva masculina.

“Definitivamente no es un caso aislado, estamos construidos en sociedad y lo primero que salta a la vista (en la acción de Will) es cómo a los hombres no se les ha dado la posibilidad para que ellos puedan manejar de una manera más adecuada sus emociones porque desde que son pequeños les dicen que los hombres no lloran, que los hombres no tienen por qué expresar sus sentimientos y esto va construyendo una forma de ser masculino que llega a ser muy dañina”, señala la especialista.

Previo a presentar el premio a Mejor documental Chris Rock quiso amenizar la velada con un par de chistes hacia los ahí presentes. Señaló el riesgo de Javier Bardem por estar nominado junto a su esposa Penelope Cruz y después se dirigió a Will y Jada, con la frase: “Jada te amo, no puedo esperar para la parte dos de “G.I. Jane”, refiriéndose a la película noventera en la que raparon a Demie Moore para el papel.

Desde 2018 la actriz habló públicamente de su condición de alopecia, una enfermedad que daña los folículos capilares provocando la pérdida significativa de cabello. Ella misma decidió raparse para enfrentar esta situación.

Frente al comentario Will se levantó de su asiento y le dio un golpe en la cara a Chris, provocando uno de los momentos más incómodos en la historia de los Oscar, con la confusión del público presente y el de millones de televidentes el rapero volvió a su asiento desde donde gritó: " Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu boca”.

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“Vimos representado que ante un momento de crisis muchos hombres reaccionan de esa manera, por eso también hay mucha violencia entre parejas y personas que tendrían que tener que tener relaciones basadas en el afecto y respeto, pero muchos hombres al no saber reaccionar lo hacen de esa manera (con enojo) y se presenta en todas las relaciones masculinas”, dice Belén Meneses.

Las reacciones posteriores de Will ante el altercado podrían marcar un parteaguas en cuestión de la perspectiva social que se tiene sobre la masculinidad, pues el actor no solamente lloró arrepentido al recibir su Oscar como mejor actor, sino que también ofreció una disculpa pública días después en la que reconoció que se equivocó y habló de que se encuentra en un constante proceso de crecimiento.

“Todas las personas estamos en un constante cambio, muchos de nosotros tratamos de mejorar nuestra persona y en el caso de él sí aporta en ese sentido porque él está reconociendo una vulnerabilidad y que ha actuado mal, pero sobre todo que es un trabajo constante y en progreso, que no es que seas una persona así y que así te vas a quedar para siempre, sino que existe la voluntad de mejorar”, analiza Meneses.

“Eso puede llevar un mensaje positivo a la sociedad y sobre todo a los hombres para que aprendan a cuestionarse y a darse cuenta de que están actuando mal pero que pueden cambiar”, agrega.

El hecho marcó de forma negativa la 94 entrega de los Premios Oscar, aunque también le dio la oportunidad de revertir la baja de ausencia que venían presentando desde varios años atrás. Según el reporte de la cadena de medios estadounidense ABC, dueña de los derechos de la transmisión del evento, este año se alcanzaron 15.36 millones de espectadores, mientras que el año pasado fueron 10.5 millones.

Sin embargo la atención enfocada en una reacción inesperada y violenta desvió el interés por otras acciones como el apoyo que Lady Gaga le mostró a la reconocida actriz Liza Minelli, quien se notó nerviosa durante su presentación arriba del escenario, pero sobre todo demeritó la agresión simbólica ejercida contra Jada al hacer burla del aspecto físico de una persona, una acción que se ha señalado con el término: Body Shaming.

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“Todos hablaron de si le pegó este hombre al otro hombre y no se está volteando a ver la posición de la mujer afectada por las burlas y los malos tratos ni se puso atención en otras acciones de mujeres que fueron muy positivas con respecto al amor entre mujeres, esos temas casualmente no aparecen masivamente”.

Al respecto, la especialista considera que como reflexión social los hombres tendrían que cuestionar sus masculinidades y trabajar sobre ello. “Ellos mismos tienen que empezar a generar conocimiento y a trabajar su modo personal de ser hombres para transitar hacia sociedades menos violentas”. Mientras que la respuesta de la Academia debería ir más allá de la sanción hacia el actor para mandar un mensaje más integrado.

“Honestamente creo que la cuestión de premio o castigo que se ha manejado mucho no es tan factible, incluso lo vemos a niveles más cotidianos como que le ofrezcas a un niño un premio para que saque buenas calificaciones, pero eso no va a generar que realmente eso pase, los hechos que ocurrieron son lamentables pero son acontecimientos que no se pueden borrar y sí están generando un aprendizaje”, afirma.

“Si la academia está considerando un castigo por este motivo (el golpe), creo que también tendrían que considerar otros motivos, por ejemplo, al sujeto al que golpeó (Rock) al haber ejercido una violencia clara y no es la única persona que ha ejercido ese tipo de violencia en estos espacios… ¿Se les va a sancionar a esas personas o es solamente la violencia física y no la violencia simbólica? lo que se está castigando nos sería un mecanismo tan bueno para generar un cambio”, agrega.

Según apunta Meneses, lo que hace falta a la Academia es reconocer su responsabilidad ante los discursos que emite para evitar que una situación como esta se repita en el futuro.

“Podrían considerar tener sistemas para revisar que los discursos no tengan ningún tipo de violencia simbólica hacia ninguna persona o minoría”.

En el pasado la organización estadounidense ya ha sido señalada por reproducir problemáticas sociales como el machismo y el racismo, por lo que desde hace un tiempo trabajan en generar un cambio desde sus raíces.