El caso Odebrecht en México dio un giro ayer al publicarse las declaraciones de tres altos ejecutivos de la empresa brasileña que mencionan directamente al ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin como el “hombre” a quien le entregaron los sobornos por 10 millones de dólares para la obtención de obras y contratos millonarios de la petrolera mexicana. Pero lo más grave de lo que señalan esos tres directivos, Luis Alberto de Meneses, Luiz Mameri e Hilberto da Silva, en sus declaraciones “juramentadas” ante la justicia brasileña, es que el primer soborno que entregaron a Lozoya fue por 4 millones de dólares y se lo dieron “a principios de 2012”, cuando era coordinador internacional de la campaña del entonces candidato, Enrique Peña Nieto, a quien los brasileños se refieren como “puntero en las encuestas”.

Y aquí surgen dos preguntas que complican aún más la enredada e impune trama de corrupción de Odebrecht en nuestro país: la primera, si el dinero que la petrolera brasileña entregó fue sólo pago de sobornos a un individuo o funcionario mexicano, como el caso de Lozoya, o si ese dinero fue para financiar la campaña presidencial de quien hoy gobierna en el país, lo que aumentaría la gravedad de ese escándalo de corrupción. Y la segunda pregunta sin respuesta lógica es por qué en los otros países de Latinoamérica, donde se comprobaron los pagos ilegales de Marcelo de Odebrecht y su compañía, ya hay personajes enjuiciados y presos, por ejemplo en Perú por un soborno de 3 millones de dólares el ex presidente Alejandro Toledo, mientras aquí en México, por 4 y hasta 10 millones de dólares no hay un solo político o funcionario encarcelado. ¿Acaso en México alguien, de los involucrados, está bloqueando la justicia y el castigo a los responsables?

La investigación de los periodistas Ignacio Rodríguez Reyna y Alejandra Xanic, que obtuvo las declaraciones oficiales que señalan a Lozoya como el “conducto” para entregar dinero ilegal primero a la campaña del candidato presidencial del PRI (4 mdd) y más tarde al gobierno de presidente Peña Nieto, vía su director de Pemex (6 mdd), es la confirmación de que aquí ha habido un bloqueo y obstrucción de las investigaciones y de la justicia en este caso. Las mismas declaraciones que obtuvieron los dos periodistas las debe conocer desde hace meses la Procuraduría General de la República. ¿Por qué entonces no han iniciado ninguna investigación o proceso judicial contra Lozoya Austin y ni siquiera lo han llamado a declarar sobre el caso, según afirma su abogado Javier Coello Trejo? ¿Quién protege al ex director de Pemex o a quién se benefició de al menos 4 millones de dólares en la campaña presidencial de 2012?

Aquí publicamos hace dos meses, el 10 de junio pasado (Lágrimas de Lozoya), la versión que daban cercanos al ex director de Pemex, quienes lo describían desesperado y afirmando que él no recibió directamente esos recursos que, hoy se sabe, eran entregados por los directivos de Odebrecht y depositados en cuentas off shore de paraísos fiscales. “Ellos saben bien (el gobierno federal) a dónde y a quién se entregó el dinero que mandaron de Odebrecht, saben que yo no recibí un centavo”, decía en ese tiempo Emilio Lozoya, según testimonios de dos personas que lo escucharon hablar descompuesto sobre ese tema.

Hoy, cuando Lozoya se encuentra escondido e inaccesible, sus abogados insisten en esa versión: “Si a Emilio Lozoya le acreditan que él recibió el dinero, está dispuesto a ir a la cárcel si es necesario. Pero no recibió. Ahora, qué fácil es depositar en una cuenta y luego ¿por qué no le dan seguimiento a esa cuenta? Que le den seguimiento. Alguien sacó el dinero, ¿quién lo sacó? No quiero hablar de más. Yo lo único que les digo es que mi cliente y mi amigo no recibió un solo peso. Él me lo ha dicho, me lo ha jurado y me lo ha probado”, afirma Javier Coello Trejo en una entrevista a Rodríguez Reyna y Xanic.

El mismo Meneses, en sus declaraciones ante los tribunales brasileños, donde narra cómo acordó los pagos con Lozoya y las fechas y montos de varias transferencias hechas a las cuentas que éste le proporcionó en las Islas Vírgenes, a nombre de Latin American Asia Capital Holding y Zecapan SA, afirma que no le consta cuál fue el último destino de ese dinero. “No tengo conocimiento del destino final de los recursos pagados a Emilio Lozoya”, dijo el ex directivo en México de Odebrecht.

En aquellos comentarios de Lozoya Austin a sus amigos, donde el ex director de Pemex decía no haber recibido “ni un centavo” del dinero de Odebrecht, daba un nombre de quien, según él, había recibido al final esos recursos: Nuvia Mayorga, secretaria de Finanzas del CEN del PRI en 2012 durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. ¿Hasta dónde llegaron entonces los sobornos de Odebrecht en México y quiénes se beneficiaron de esos millones de dólares ilegales? ¿Lo sabremos algún día?

sgarciasoto@hotmail.com

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