La reunión del miércoles por la tarde —la misma que oficialmente niegan en la Secretaría de Gobernación— se produjo por una llamada del secretario Miguel Osorio Chong al gobernador de Veracruz, Javier Duarte. El motivo del encuentro privado, del que no hubo información oficial, no era una “reunión periódica” como les dijo el mismo Duarte de Ochoa a los reporteros antes de entrar, ni el tema a tratar era parte de la “comunicación permanente” entre gobernadores y el titular de Segob. En realidad, según fuentes cercanas al encuentro, Osorio llamó al mandatario veracruzano con carácter urgente y para discutir con él la situación de inestabilidad y efervescencia social y política que vive su estado.

Las fuentes consultadas aseguran que el secretario de Gobernación “recomendó” la conveniencia de que Javier Duarte valorara una licencia al cargo, ante la crítica situación en Veracruz y las demandas crecientes de la sociedad en su contra. No le pidió, de ningún modo obligatorio, renunciar —aclaran— pero Osorio sí fue claro en pedirle que valorara y considerara “los riesgos que enfrenta si permanece en el cargo”. No precisa la fuente si entre esos riesgos mencionados estaba el daño político y electoral al candidato del PRI a la gubernatura, pero sí específica que la “recomendación” fue clara y directa para el gobernador veracruzano.

Pero la sorpresa fue que, aun con el mensaje que le dio Osorio Chong, que obviamente era también el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, Duarte respondió que no pediría licencia y más bien pidió una nueva oportunidad para continuar en el cargo y demostrar que no sólo enfrentará la situación en su estado y las cada vez más fuertes demandas sociales y políticas que piden su salida, sino que también garantizó que no habrá derrota para el priísmo en su entidad.

Cuando salió del despacho del secretario de Gobernación, ya de noche, el gobernador veracruzano sentía que había ganado la partida, luego de la ola de presiones políticas en su contra, entre las que estuvo incluso el llamado del dirigente de su partido, Manlio Fabio Beltrones, quien lo llamó a “rendir cuentas de manera clara a los veracruzanos”, tras los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación que ubicaron en Veracruz faltantes hasta 13 mil millones de pesos. Aunque Beltrones después trató de matizar sus declaraciones desde Villahermosa, y dijo que su llamado “era para todos los gobernadores”, el deslinde del PRI ya había iniciado con las críticas del candidato priísta, Héctor Yunes Landa, a la corrupción en el estado.

Presiones políticas pero también sociales. La declaración de Beltrones fue sólo colofón de una serie de ataques contra Javier Duarte desde distintos ámbitos y partidos. Primero el informe del auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, que ubicó a Veracruz como el estado con más “agujeros” en sus cuentas públicas; luego el golpe del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien —a pesar de también ser cuestionado por sus gobernados— se atrevió a señalar que “en Veracruz no gobiernan, saquean”. Y esta semana otro golpe del Senado, donde aprobaron un llamado “unánime” para que la administración duartista pague “a la brevedad” los 2 mil millones de pesos de presupuesto que adeuda a la Universidad Veracruzana.

Si a eso se añade que todos los candidatos a la gubernatura han puesto como meta y promesa principal de campaña la “cárcel para Duarte”, es claro que el gobernador se enfrenta a toda una maquinaria que busca o su salida temprana del cargo o que se convierta en el próximo “Granier”.

Porque la crisis para Duarte de Ochoa no es sólo política. El malestar y la irritación social que ha provocado su gestión y su estilo de responder a los problemas es real y empieza a reflejarse en hechos como la rechifla y los gritos de “¡Fuera, fuera, fuera!” en el Café de la Parroquia del puerto veracruzano cuando los comensales se enteraron que el mandatario estaba por arribar al lugar por la presencia de guaruras en el concurrido restaurante. Aunque Duarte dijo que nunca estuvo ahí porque estaba “trabajando en Xalapa”, la expresión de repudio fue alentada por un grupo de jubilados y pensionados inconformes por no recibir sus pagos del gobierno estatal.

Esos mismos pensionados ayer se sumaron a una manifestación en Xalapa junto con más de dos mil trabajadores y académicos de la Universidad Veracruzana que reclaman las reformas a la ley para que el gobierno local deje de ser responsable del financiamiento y del pago de las pensiones de la principal universidad pública del estado y una de las más importantes a nivel nacional.

Así es que tal vez Javier Duarte convenció a Osorio y al gobierno de Peña Nieto de que merece una nueva oportunidad de seguir al frente de la gubernatura, y tal vez el cuestionado gobernador crea que ya la libró y que con el respaldo de Los Pinos va a terminar su sexenio sin problemas; habrá que ver si los veracruzanos, esos que han padecido el saqueo financiero y la terrible inseguridad en su estado durante los últimos seis años, piensan lo mismo.

Chihuahua y el miedo a los independientes. Si en algún estado los candidatos independientes están poniendo a temblar a la partidocracia en las próximas elecciones de junio, es sin duda en Chihuahua. A la candidatura ciudadana del empresario José Luis Barraza, que empieza a despuntar en las encuestas acercándose al PRI y al PAN, se suma la del periodista y comunicador Armando Cabadas, quien busca ser candidato independiente a la alcaldía de Ciudad Juárez.

Cabadas logró reunir en apenas dos semanas 70 mil firmas de apoyo a su candidatura, lo que equivale a más del doble de lo que requiere la ley electoral local que fue endurecida contra los candidatos ciudadanos por el miedo que les tenía el gobernador César Duarte. A pesar de las restricciones, el comunicador ha ganado simpatías de los juarenses que no están conformes con los candidatos tradicionales de los partidos y cuestionan, por ejemplo, que el PRI haya postulado ¡por tercera ocasión! a Héctor El Teto Murguía, que ya ha sido alcalde de Juárez en dos ocasiones.

Es tal el crecimiento del aspirante independiente que sus 70 mil firmas superan por mucho a la militancia acreditada de los partidos, que apenas llega a los 20 mil. Y eso ha provocado que busquen ponerle toda clase de trabas, como los recursos del PRI ante el Instituto y el Tribunal Electoral locales para impugnar la candidatura de Armando Cabadas con tecnisismos y argumentos leguleyos. Es tal el miedo que Cabadas está generando a la partidocracia en Juárez que otra candidata “independiente”, Edna Lorena Fuerte, también interpuso una denuncia en contra del periodista.

Pero resulta que entre la documentación que presentó Lorena contra Armando va una “fe de hechos” otorgada por el notario Guillermo Dowell, quien es nada más y nada menos que presidente estatal del PRI y cercano al gobernador César Duarte. ¿Y entonces? ¿Lorena es un títere de Duarte y del PRI? ¿O por qué una “ciudadana independiente” buscaría frenar a otro ciudadano? Bien dice el dicho que “el miedo (a los independientes) no anda en burro”.

Notas indiscretas… Para que no queden dudas de qué lado está, en el pleito entre Javier Duarte y la Universidad Veracruzana, el candidato del PRI a la gubernatura, Héctor Yunes, ayer tuiteó desde su cuenta: “Soy orgullosamente egresado de la @uv_mx, y me sumo a la defensa de nuestra alma máter. #TodosSomosUV”. ¿Así o más claro el deslinde?... Luego del tremendo veto que le puso el gobernador Gabino Cué para que no llegara como candidato del PRD a la gubernatura, el senador Benjamín Robles intentó ir como candidato del Partido Unidad Popular (PUP), una fuerza con registro local en Oaxaca, originaria de la zona triqui y que ha ido ganando terreno en el estado. Sin embargo, cuando ya preparaba el salto de chapulín oaxaqueño, a Robles se le frustró la candidatura pues alguien le recordó que, según el criterio del Tribunal Electoral federal que le anuló la candidatura a diputado por el MC a Marcelo Ebrard, él no podía ser postulado por el PUP porque, igual que don Marcelo, Benjamín ya había participado en el proceso interno de otro partido, en este caso el PRD. Así que a Robles no le quedó más que seguir la máxima aquella del arte de la política y el tragar sapos… Hablando de anfibios y otras especies animales, el día de hoy en Metepec, Estado de México, más de cien organizaciones defensoras de los animales se darán cita en la primera Jornada de Profesionalización del Activismo Pro Animal. El foro, organizado por Melissa Trouyet de Salomón, busca que las ONG dedicadas a este tema impulsen juntas normas y leyes más claras a favor de los derechos y la vida de los animales en México. El foro será inaugurado por el actor y activista Sergio Mayer y acude en calidad de invitada la secretaria general del PRI y diputada Carolina Monroy… Se lanzan dados. Escalera para cerrar semana.

sgarciasoto@hotmail.com

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