Apenas se fue el papa Francisco y la cruda realidad emerge con toda su dureza. Con el recorte “preventivo” anunciado ayer por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, por 132 mil millones de pesos al presupuesto federal para este año, se confirma que en materia económica, el de Enrique Peña Nieto será un sexenio perdido y regresivo. Porque si este primer recorte formal anticipa despidos masivos en dependencias del sector público, especialmente en Pemex, además de la disminución de compras del gobierno y la afectación a la obra pública, el escenario económico de los próximos meses se ve muy complicado, pues entre menos gaste el gobierno más se desacelera la economía y se afecta a buena parte del sector privado que depende del gasto gubernamental.

Estimaciones no oficiales señalan que el recorte total en lo que resta de 2016 será de hasta 30% del presupuesto federal, lo que aunado al pronóstico de que se alargará la crisis petrolera hasta 2017, nos avizora un último tramo del sexenio peñista con nulo crecimiento económico. Si a eso sumamos el déficit de los primeros tres años con crecimiento insuficiente, el balance final para la política económica de Peña Nieto se vislumbra altamente negativo.

Con los recortes, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, pasa de ser el autor de una repudiada y nefasta reforma fiscal a convertirse ahora en el señor de las tijeras que ajustará de manera drástica el gasto gubernamental y busca detener así el excesivo endeudamiento en el que ya ha incurrido la administración Peña Nieto, que durante su primera mitad (2012-2015) hizo crecer la deuda pública en 44.9%, con un aumento de 10.15% en proporción del PIB. Ese nivel de endeudamiento supera los porcentajes de gobiernos como el de Ernesto Zedillo 24.7%, Fox 24.9% y Felipe Calderón 34.8%.

Si a eso se añaden la amenazas del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, de que si no se recorta drásticamente el gasto público se tendrían que aumentar las tasas de interés, es claro que Videgaray no tendrá más alternativa que afilar cada vez más sus tijeras y convertirse una vez más en el villano que echará a la calle a miles de burócratas y será el responsable de un manejo fiscal y monetario interno que, a la luz de los resultados, y más allá de los “factores externos” , no resultó ser el más adecuado y dejará un saldo negativo al país.

Porque a estas alturas, cuando los anuncios son de recortes, despidos y ajustes en el sector público, con todo el impacto que eso tendrá en la economía, ya nadie habla de las “grandes inversiones” que llegarían con las reformas estructurales de Peña Nieto y del desarrollo y crecimiento “en la última parte del sexenio”. Hoy, en lo que resta de este año y el próximo, más bien nos preparamos para sobrevivir a una sequía de recursos que nos augura un difícil final de sexenio.

NOTAS INDISCRETAS... En total son diez los recursos de inconformidad que presentaron los partidos políticos y organizaciones civiles contra la convocatoria del INE para integrar la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Las diez denuncias y quejas fueron presentadas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que encabeza el magistrado Constancio Carrasco, y ya fueron turnadas para su estudio y próxima votación. Entre los inconformes con la convocatoria del INE están Morena, el Partido Humanista, la Red de Candidatos Independientes, la Unión de Pueblos y Barrios del DF, el colectivo Justicia Sexual y hasta un asesor de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados que trabaja con la diputada del PVEM, Jacqueline Argüelles, quienes impugnan desde el plan y calendario de la elección de los 60 diputados constituyentes, hasta las pautas de radio y tv asignadas a los partidos. Veremos qué deciden los magistrados de la Sala Superior del TEPJF y si no le dan un palo a la cuestionada convocatoria del INE… La designación del candidato del PRI a Quintana Roo irá hasta la próxima semana, luego de que el CEN priísta emita la convocatoria este viernes. La definición se pospuso primero por la presencia del Papa, y ahora porque en Insurgentes Norte quieren evitar que el PAN utilice la alianza en Quintana Roo como moneda de cambio para que el PRD acepte ir en alianza en Puebla, algo que rechazó Agustín Basave. Y con el fallo de ayer del Tribunal Electoral federal, que le pidió a Basave explicar las razones por las que rechazó la decisión del consejo estatal perredista de ir en alianza con los panistas, se ve que no andan errados en el CEN priísta, donde no quieren por ningún motivo una alianza opositora en la elección poblana… Los dados repiten Serpiente. Mala racha.

sgarciasoto@hotmail.com

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