Parece actor de cine, usa melena larga y suele estar involucrado en casos marcados por el escándalo mediático.

Aunque al inicio de su carrera coincidió con él, no es discípulo de Baltasar Garzón y sin embargo la comparación es inevitable.

Pero aquellos que lo respetan afirman que la madera de su escritorio es más sólida. La trayectoria de este juez de instrucción —en México lo llamaríamos fiscal especial— no pasa desapercibida. Aunque todavía no llega a los 60, Santiago Pedraz es el decano de los jueces de la Audiencia Nacional de España.

Él es el hombre responsable de integrar el expediente en contra de Humberto Moreira, por lavado de dinero y desvío de fondos públicos.

En el pasado ha ganado casos muy sonados y otros igual de famosos concluyeron mal. Pareciera tener mejor mano para perseguir asuntos de dinero y no tan buena cuando se trata de temas políticos.

Con éxito le ha tocado integrar tres investigaciones sobre fraudes multimillonarios: uno relacionado con el Banco de Valencia, otro con el intermediario financiero, Afinsa, y un tercero con la empresa Gowmex, dedicada a las telecomunicaciones.

Al parecer es muy eficiente para descubrir entramados confeccionados para defraudar.

Sin embargo, cuando Pedraz se involucró en la averiguación sobre expedientes con fuerte contenido político, los dados de la suerte le mostraron una cara adversa.

Quiso perseguir a Efraín Ríos Montt, ex dictador guatemalteco —por tortura, detenciones ilegales y terrorismo— y su instrucción no prosperó.

También acusó sin éxito a diversas autoridades chinas por su actuación en Tibet y no logró imputar a los soldados estadounidenses que habrían sido responsables de la muerte de un periodista español, José Couso, en Bagdad.

Casi todas las derrotas de Santiago Pedraz tienen que ver con que, a medio camino de tales procesos, España cambió la legislación para que sus tribunales se limitaran a juzgar delitos ocurridos dentro de sus fronteras.

Esta reforma ocurrió por la presión que el gobierno de George Bush impuso sobre el Estado español para que el juez Pedraz dejara de importunar a los militares estadounidenses por el caso Couso.

También ha sido responsable por la liberación de supuestos terroristas de ETA y actualmente lo es de la investigación en contra de Oleguer Pujol —hijo del ex presidente de Cataluña, Jordi Pujol— por lavado de dinero y tráfico de influencias.

Obtuvo notoriamente fama cuando exculpó a los líderes del Movimiento de los Indignados que participaron en la manifestación multitudinaria que cercó a la Cámara española de los Diputados en septiembre de 2012, bajo la consigna “Rodea al Congreso”.

Para tener una pista de su ética hay que leer el argumento que entonces dejó escrito: “no cabe prohibir la expresión de opiniones subjetivas sobre acontecimientos históricos o de actualidad, máxime ante la convenida decadencia de la desmoronada clase política.”

Por obvias razones, en su día, las últimas palabras de este párrafo recorrieron con intensidad las redes sociales.

La actuación de Santiago Pedraz será determinante en el proceso que se sigue en España contra Humberto Moreira. Para no repetir fracasos previos este juez primero tendría que probar que el ex gobernador de Coahuila tuvo una conducta delictiva cometida dentro de las fronteras españolas.

Cabe también esperar a que la Corte Federal estadounidense, radicada en San Antonio Texas, presente cargos contra el político mexicano. Entonces la actuación de este juez tendría una dimensión mayor. Hasta hoy los medios españoles afirman que tal cosa ya ocurrió, mientras tanto las autoridades estadounidenses guardan silencio al respecto.

ZOOM: Si el juez Santiago Pedraz está actuando por solicitud de la Corte Federal de EU, quien persigue a Moreira no son los españoles sino los vecinos del norte. Y entonces el asunto se pondrá grave.

www.ricardoraphael.com

@ricardomraphael

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses