En este momento no se ve muy claro qué podamos hacer en el Campeonato Mundial de la FINA que arranca hoy. Y no se ve muy claro, porque si analizamos lo que pasó en Río de Janeiro, las únicas posibilidades que teníamos entonces, eran en clavados; pero Germán Sánchez e Iván García, que en Olímpicos tenían esas oportunidades, están recién operados y no participarán.

Tampoco estará Paola Espinosa, ya que en estos momentos espera a su bebé. Entre los que tendrían alguna posibilidad queda Rommel Pacheco, entre un grupo de saltarines novatos, por lo que difícilmente se pronostican más lugares de medalla.

Considero que la prueba con más posibilidades son los clavados de altura. Esta nueva disciplina ha sido buena para México en los últimos años con Jonathan Paredes (quien fue bronce en Barcelona 2013 y plata en Kazán 2015), y ahora con Adriana Jiménez, quien recientemente ganó la medalla de oro en la Copa del Mundo. Habrá que poner especial atención a estos dos deportistas, quienes han probado su calidad.

En nado sincronizado, con Nuria Diosdado y Karem Achach como principales representantes, estar entre los diez mejores del mundo sería muy bueno. Tenemos un equipo grande, con calidad y esperemos que con el apoyo que se les ha dado para su desarrollo —con competencias alrededor del mundo—, tengan la oportunidad de demostrar que pueden estar en el famoso top ten.

En la natación, difícilmente estaremos en una final B, eso es una realidad. Me hubiera gustado que muchos de estos nadadores participaran en la Universiada Mundial (de agosto en Taipéi), en donde tendrían mejores oportunidades. Pero ellos quisieron ir a Budapest para competir en un nivel más alto y hay que respetarlo.

Nuestros nadadores piensan que un Campeonato Mundial es más importante para sus carreras deportivas, lo que es muy válido. Por ahí pudiera darse una final B, pero es complicado por las marcas que se manejan en esta competencia, sobre todo por la participación de las potencias como Estados Unidos, Australia y Hungría, además de lo que pueden hacer China y Japón, que trabajan de buena manera de unos años a la fecha.

En lo que respecta al polo acuático no puedo ni hablar, ya que hace mucho que esta disciplina ha quedado estancada en México debido a la falta de apoyo.

Siento que en esta ocasión a México le costará más trabajo conseguir alguna medalla en este Mundial; los clavados de altura, insisto, son los representantes de nuestro país que pueden generar estos triunfos... habrá que esperar.

Por otro lado, sabemos que ha sido difícil para Hungría cumplir, en año y medio, para tener todo listo en este Mundial que originalmente debía hacerse en México. Lo mejor que pudo pasar fue que no se hiciera en nuestro país, y no porque no se pudiera, sino que en la política lo que más interesa es hacer negocio y no un evento que pueda dar beneficios deportivos y en la imagen de nuestro país.

deportes@eluniversal.com.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses