Hace unas semanas, Gerardo Ruiz Esparza reunió a sus subsecretarios y directores para ponerles las cartas sobre la mesa: “Estamos en la recta final del sexenio. Hay que sacar los proyectos pendientes. No podemos distraernos”, les dijo el secretario de Comunicaciones y Transportes, uno de los más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, quien desde su trinchera hace lo posible (o lo imposible) para que el PRI termine el sexenio de manera decorosa.

Uno de los proyectos que están en el tintero es la privatización de aeropuertos que hoy controla el gobierno a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el organismo que dirige Alfonso Sarabia de la Garza. La noticia es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) está acelerando el proceso para que salga este año, pues en 2018 sería más que complicado por las elecciones presidenciales.

La idea es arrancar cuanto antes el roadshow con posibles inversionistas y abrir el proceso de licitación o adjudicación hacia el último cuarto del año. Se trata de 18 aeropuertos en 13 estados del país cuyos ingresos suman cerca de 500 millones de pesos anuales y que pese a tener un bajo número de pasajeros la mayoría se mantienen con ligeros crecimientos.

El que más pasajeros atrae es el de Ciudad del Carmen, con todo y que la actividad petrolera en dicha ciudad ha caído drásticamente. El año pasado recibió 460 mil pasajeros nacionales e internacionales, una reducción de 26% con respecto a los 623 mil del 2015. En contraste, Puebla, el segundo aeropuerto con mayor actividad, reportó un aumento de tráfico de 17%, al pasar de 328 mil viajeros en 2015 a 383 mil en 2016.

Otros aeropuertos relevantes son Puerto Escondido, Chetumal, Ciudad Obregón, Campeche, Colima, Tepic y Uruapan, los cuales rebasan los 100 mil pasajeros al año. Sonora figura como el estado donde ASA opera más aeropuertos: Ciudad Obregón, Nogales y Guaymas, seguido de Tamaulipas (Ciudad Victoria y Matamoros) y Campeche (Ciudad del Carmen y Campeche).

La SCT es asesorada, desde el año pasado, por un par de firmas en la valuación de los activos y en la presentación que harán a los inversionistas. La intención es que se forme un nuevo grupo aeroportuario y que eventualmente se coloque en la Bolsa Mexicana de Valores, como es el caso de los tres que ya operan: Asur, del inversionista mexicano Fernando Chico Pardo al que Forbes calcula una fortuna personal de mil millones de dólares; GAP, del cual el tercer hombre más rico de México, Germán Larrea, tiene una participación; y OMA, cuyas acciones hoy dependen más del multimillonario David Martínez que de ICA, su accionista mayoritario.

La SCT lleva más de una década queriendo privatizar los aeropuertos de ASA, pero el argumento ha sido que no son los suficientemente atractivos por su rentabilidad y volumen de pasajeros. Sin embargo, la realidad es que inversionistas como el propio Fernando Chico Pardo, que ha hecho buena parte de su fortuna a partir de la concesión de aeropuertos como Cancún, está interesado en participar en la subasta.

Si se le permite a los jugadores actuales participar en el proceso de licitación de la red de aeropuertos de ASA, el otro factor que podría despistar la privatización sería la Comisión Federal de Competencia Económica que lidera Alejandra Palacios. De entrada, en la SCT están buscando nuevos inversionistas, para evitar la creación de monopolios.

¿El favor de Slim? Y hablando de monopolios y agentes económicos preponderantes, en la industria de telecomunicaciones ya comienzan a preguntarse cómo es que el gobierno federal ha decido ignorar el tema que trae vueltos locos a los operadores de telefonía móvil y fija y que significaría un duro golpe a la reforma del sector. Nos referimos al de la tarifa cero de interconexión que América Móvil y una batería de prominentes abogados podría revertir, luego de un intenso cabildeo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). ¿Será que tiene algo que ver con aquella inusual conferencia a la que convocó Carlos Slim en enero pasado, justo cuando la efervescencia social por los insultos de Donald Trump hacia México estaba a tope? Hay que recordar que ahí el ingeniero llamó a la unidad, a cerrar filas con el presidente Peña y, de paso, pidió al gobierno voltear a ver lo que sucede con las regulaciones a América Móvil. ¿Alguien le estará regresando el favor al magnate mexicano?

Posdata. Sobre este tema, en el gobierno hay señales encontradas: hay secretarios que creen que los ministros de la SCJN no van a “poner en riesgo” la Reforma en Telecomunicaciones, mientras que otros funcionarios y ex funcionarios cercanos al presidente Peña, como Humberto Castillejos, al parecer cabildean en sentido contrario.

Twitter: @MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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