En México está a punto de surgir un nuevo grupo radiofónico que tendrá presencia en 16 estados del país, del que se sabe poco, pero se sospecha mucho.

Lo que se sabe es que participó en 67 de las 191 licitaciones de frecuencias de radio FM que realizó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), de las cuales ganó 34.

En la mayoría, ofertó tan alto que el resto de los postores, incluyendo los grupos radiofónicos establecidos como Radio Fórmula, Acir o MVS, optaron por desistir.

En total, este grupo ofertó 268 millones de pesos por las 34 estaciones, es decir, 18.5% de los mil 446 millones de pesos que espera recaudar el IFT por las 147 frecuencias que logró colocar.

Sin embargo, llama la atención la forma con la que este grupo se hizo de la mayoría de las estaciones: apostando cantidades exorbitantes que los expertos del sector y los actuales radiodifusores consideran irracionales, sin sentido de negocio.

Un ejemplo es la oferta que presentó por la plaza de Playa del Carmen. La postura más alta presentada fue de 64 mil pesos, pero este grupo terminó ganando la licitación con 55 millones 700 pesos, es decir, 870 veces más.

Otro ejemplo fue en la plaza de Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde este misterioso grupo ofertó 23 millones594 mil pesos cuando la postura más alta era de 27 mil 133 pesos.

Y uno más, en La Piedad, Michoacán, donde ofertó 15 millones 500 mil, 870 veces más que los 17 mil 825 pesos que se consideró como la propuesta más alta.

Si este grupo paga las millonarias contraprestaciones que propuso, tendrá presencia en Aguascalientes, Campeche, Chihuahua, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Veracruz y Zacatecas y conformará uno de los consorcios radiofónicos más grandes.

A juzgar por expertos y ex funcionarios del sector que fueron consultados, las apuestas millonarias que puso por delante este grupo —que fue el gran ganador de las licitaciones de radio FM— no se justifican económicamente, pues la rentabilidad que pudieran obtener no les alcanzaría si quiera para cubrir el monto de la contraprestación, y mucho menos las inversiones en infraestructura y talento para generar el contenido, sobre todo al tratarse de un nuevo jugador.

Una hipótesis de las fuentes consultadas es que el objetivo de este nuevo grupo podría tener un trasfondo político: fungir como un grupo de presión para conseguir objetivos relacionados a elecciones, posicionamiento de candidatos, etc. La lógica de apostar tan alto para ganar se compensaría con la inyección de publicidad de los mismos grupos políticos para costear las operaciones y hacer creer que fue un negocio rentable.

Otra teoría —la más grave— es el posible involucramiento de dinero de dudosa procedencia. Una fuente de un despacho de abogados asegura que grupos de narcotraficantes buscaron asesoría para participar en las licitaciones.

De los grandes grupos radiodifusores que operan en el país, sólo Radio Centro, al mando de Francisco Aguirre, logró quedarse con cinco estaciones, pero en algunos casos tuvo que elevar al mismo nivel las posturas. El más notorio fue Cancún, plaza por la que ofertó 86 millones 500 mil pesos, frente a la postura de 8 mil 910 pesos.

La diferencia es que Radio Centro ya cuenta con infraestructura en Cancún, a través de una de las estaciones más escuchadas, la cual arrenda, pero que podría fusionar con la nueva, generar sinergias y aprovechar el crecimiento económico y demográfico de la ciudad. Las otras cuatro estaciones que ganó fueron dos en Acapulco, una en Chetumal y otra en Campeche.

Uno de los objetivos de las licitaciones era, efectivamente, abrir el sector a nuevos participantes, como sucedió en la televisión abierta con la llegada de Imagen TV, al mando de Olegario Vázquez Aldir, y el fallido intento de Grupo Radio Centro, que pese a ganar la concesión no pudo pagar la contraprestación. Según el IFT, los nuevos participantes se quedaron con el 56% de las frecuencias que se subastaron en la banda de FM.

Sin embargo, los expertos señalan que el IFT, en su afán de modernizar el proceso y transparentarlo —en lo que coinciden fue un acierto—, cometió algunos errores, como permitir que con un 5% de aumento a la propuesta más alta los postores pudieran mantenerse en la subasta, lo cual permitió a ciertos grupos aplicar estrategias de desgaste a sus competidores y elevar los montos niveles exorbitantes.

Otro de los riesgos que podría implicar el sobreprecio con el que se licitaron dichas estaciones es que se encarezcan los refrendos de frecuencias, lo cual generaría una competencia insostenible en el sector.

Posdata 1. El misterioso grupo que participó en las licitaciones bajo la clave T1-005324 se llama TECNORADIO SA DE CV, razón social que no está registrada en ninguna licitación pública anterior y cuya información no está disponible en algún sitio de internet. Por lo tanto, no se sabe a qué se dedica, cuándo se constituyo ni quiénes son sus socios o inversionistas. Ojalá que cuando el IFT transparente los nombres de los ganadores, aporte esta información.

Posdata 2. La tercera hipótesis apunta a Carlos Slim, pues todas las cartas de crédito con las que participó TECNORADIO SA DE CV son de su banco Inbursa. El ingeniero podría ir asociado con Alejandro Soberón, el presidente de CIE, quien exploró ya algunas oportunidades para entrar a la radio en Sudamérica. Otro de los socios podría ser Miguel Alemán Magnani.

@MarioMal

mario.maldonado.padilla@gmail.com

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