Agustín Carstens ha sido el único funcionario, de los cercanos a Enrique Peña Nieto, que ha puesto en su justa dimensión la crisis que enfrentará México con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero. “Será una película de terror”, advirtió el 19 de diciembre pasado, quizá anticipando también el efecto económico y social que tendría el aumento al precio de las gasolinas.

Si bien las declaraciones del gobernador del Banco de México (Banxico) se dieron a pocos días de anunciar su renuncia a la institución, que tendrá efecto a partir del 1 de julio del 2017, la realidad es que Carstens se ha caracterizado por ser un funcionario cuya franqueza lo ha metido en problemas más de una vez. No sólo por sus alegorías, a veces desafortunadas, como la del ‘catarrito’, sino porque ha chocado con los secretarios de Hacienda y sus políticas económicas.

Por eso vale la pena ubicar el lugar, el contexto y los funcionarios frente a quienes Carstens utilizó la metáfora del cine para describir el escenario que le espera a la economía nacional y que nadie de los integrantes del gabinete presidencial ha querido admitir públicamente. Fue durante un foro de expectativas 2017, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas. Al evento también acudieron el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, dos de los personajes clave para “preservar la estabilidad económica” de la que tanto habla el presidente Peña Nieto para justificar, por ejemplo, el gasolinazo con el que los mexicanos le dieron la bienvenida al 2017.

Carstens advirtió que si Donald Trump cumple sus amenazas, los cortos de la película que vimos durante la campaña presidencial podrían convertirse en escenas de terror que se reflejarán inmediatamente en el tipo de cambio. Pues aún no toma protesta como presidente de Estados Unidos y ya logró disuadir a dos empresas (Carrier y Ford) de invertir en México, y amenazó a otra (GM) con imponerle un “gran impuesto”. Esto, como bien lo predijo Carstens, puso al peso contra las cuerdas: ayer alcanzó un mínimo histórico de 21.90.

Por supuesto que la película de terror que anticipó Carstens, en la que Donald Trump es el protagonista, tiene sus actores de reparto en México. Uno de ellos es el hombre del presidente, Luis Videgaray, quien ayer fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores en sustitución de Claudia Ruiz Massieu. Su regreso oficial al gabinete de Enrique Peña Nieto tiene que ver, completamente, con su cercanía al primer círculo de Trump.

Videgaray, ya se sabe, tiene buena relación con el yerno del magnate estadounidense, Jared Kushner, una empresario de bienes raíces que está casado con Ivanka Trump y con quien el ex secretario de Hacienda coordinó la criticada visita de Trump a Los Pinos, en agosto pasado.

Luis Videgaray acordó con Peña Nieto su regreso al gabinete el mismo día que Trump fue declarado presidente electo, el 9 de noviembre. A partir de entonces, se hicieron públicas sus constantes visitas a Los Pinos. El primer objetivo fue coordinar, de nueva cuenta, un encuentro entre Peña y Trump, previo a su toma de protesta, pero los cabildeos con el propio Kushner y con Corey Lewandowski, el ex jefe de campaña de Trump, resultaron infructuosos.

La gran pregunta ahora es si realmente Videgaray podrá contrarrestar a Trump. Si su designación al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores servirá para sensibilizar al presidente de Estados Unidos. A juzgar por el tuit más reciente de Trump sobre México, en el que asegura que la decisión de Ford “es sólo el comienzo de lo que está por venir”, hace pensar que no.

Posdata. Entre otras cosas, las razones por las que Hacienda no puede seguir subsidiando la gasolina es porque para hacerlo tendría que aumentar impuestos, endeudarse o hacer más recortes al gasto público, lo cual afectaría la inversión. Pues en todo ello Videgaray tiene mucho que ver, porque él impulsó una reforma fiscal que enfrentó al gobierno con los empresarios; dejó al país con una deuda histórica de casi 50% del PIB y diseñó el paquete económico 2017 que considera la liberalización del precio de la gasolina y un recorte de 240 mil millones de pesos al gasto. Welcome back, secretario!

Twitter: @MarioMal.

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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