“El primero de diciembre daré a conocer algo que cimbrará al país”, me dijo el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, breves minutos después de que Javier Duarte concluyera la entrevista con Carlos Loret en Televisa que marcó la agenda periodística del día: Duarte pide licencia, se va del gobierno de Veracruz, no termina su periodo.

Mañoso, Javier Duarte pide licencia y no renuncia, ambas figuras se establecen en la Constitución veracruzana. En la primera, el gobernador sigue gozando ciertas prerrogativas que el fuero otorga, en la segunda se queda como un ciudadano más ante los ojos de la ley, como usted y como yo, un simple mortal; estoy seguro que bajo sus órdenes, sus últimas órdenes, de haber tenido un verdadero interés por facilitar la investigación de la PGR, el Congreso, su Congreso, hubiera aceptado la renuncia puesto que, evidentemente, estamos frente a un escenario de circunstancias graves, pero no fue así. Ni modo, más parafernalia.

Sin embargo, lejos de la historia que comienza a escribir el fin de Javier Duarte, me pregunto si viene otra similar para la nueva administración, porque a Miguel Ángel Yunes lo han acusado de todo, cuentas de millones de dólares en el extranjero, propiedades dignas de la élite en Forbes, desvíos, malos manejos, corrupción, vínculos criminales y un largo etcétera que ha respondido siempre, a diferencia de Duarte, en la plaza pública. Sin embargo, tal vez sea mi errónea interpretación o la especulación propia de mi oficio, pero ese “primero de diciembre que cimbrará al país”, ha cimbrado en mí muchas dudas: ¿que puede ser?, ¿otro negocio turbio del futuro ex gobernador?, ¿o es más bien un mensaje advertencia a muy altos niveles para intentar paliar tentaciones de que tampoco Yunes pueda tomar protesta como gobernador?

Ayer, Jorge Carlos Ramírez Marín fue enfático, me dijo que el PRI también investigará a Miguel Ángel Yunes, que la cosa no se quedará solamente con el tema Duarte, que del próximo gobernador también hay tela de donde cortar, ¿hasta que grado?, ¿con que alcances?, como dice Morena: ¿estamos entre los dos peores mundos?

Hay denuncias penales contra Yunes, eso es cierto, todas congeladas, tengo entendido, por faltas de pruebas o vicios en los procedimientos, hay mitos, muchos mitos, nada probado o al menos nada probado aún.

Veracruz está dividido, enojado, de alguna forma confinado al encono que no resuelve absolutamente nada, sí, es cierto, serán 48 días de gran crispación, de tentaciones que pueden desembocar en mayor ingobernabilidad no sólo para el estado, sino para el país entero y que terminarían por sepultar la ya de por sí moribunda credibilidad gubernamental sin importar el color del partido.

¿Qué cimbrará al país?, ¿será una bomba local?, ¿nacional?

DE COLOFÓN.— Aquí le dije que Javier Duarte tenía listo un avión en el hangar para huir, dice Yunes que es un Challenger.

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