Asunción, Paraguay.— Este fin de semana Paraguay es anfitrión de un encuentro importante para América Latina y el Caribe. Los ministros de finanzas que conforman la Junta de Gobierno del Banco Interamericano de Desarrollo participamos en la asamblea anual de dicho organismo y de uno de sus principales instrumentos de promoción económica: el Fondo Multilateral de Inversiones.

Como ocurre con otras instituciones financieras multilaterales, el Banco Interamericano de Desarrollo es poco conocido fuera de los círculos de gobierno y de finanzas. Pero su contribución al desarrollo económico y social de nuestros países tiene un enorme valor. Y, por ello, merece ser mejor difundida.

El BID —como se le conoce coloquialmente— fortalece las capacidades y los recursos nacionales mediante asistencia técnica —en muchos casos no reembolsable— y financiamiento otorgado a tasas preferenciales. No obstante, su papel va más allá del mero financiamiento: promueve políticas públicas fundadas en la investigación, difunde experiencias exitosas y contribuye a crear instituciones, tanto públicas como privadas, más eficientes e innovadoras.

El Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) es un ejemplo de ello. Creado en 1992, este fondo está dedicado a impulsar el desarrollo del sector privado en América Latina y el Caribe. Mediante donaciones y, en menor proporción, préstamos e inversiones de capital, se ha convertido en un verdadero laboratorio para la experimentación de nuevas soluciones a los retos del desarrollo. En el caso de México, empresas forestales comunitarias, productores agropecuarios y plataformas de transporte urbano, entre muchos otros proyectos exitosos, pueden dar testimonio de la contribución que ha hecho el Fomin al promover soluciones empresariales para los retos económicos, urbanos y ambientales de nuestro país.

Uno de los objetivos centrales de la reunión que se celebra en Asunción, la capital paraguaya, es acordar una nueva reposición de recursos que dé viabilidad al Fomin en los años por venir. México contribuirá al esfuerzo colectivo para fortalecer este fondo, que con una nueva inyección de capital podrá seguir desempeñando su papel de promotor del desarrollo en América Latina y el Caribe, incluyendo por supuesto a nuestro país.

La importancia del encuentro en Paraguay, sin embargo, va más allá: nos ofrece una oportunidad para reiterar el compromiso de la región latinoamericana y caribeña con el multilateralismo como vía para el desarrollo y la prosperidad. Ello supone incrementar el monto que nuestros países aportan a la promoción del desarrollo, en especial en los países que enfrentan los mayores retos económicos y sociales.

Otros países del continente y de diversas regiones han hecho, a lo largo de los años, grandes aportaciones a los organismos financieros regionales. Su contribución ha sido y seguirá siendo apreciada y reconocida. Al mismo tiempo, los países latinoamericanos y caribeños están llamados a asumir, de manera gradual pero decidida, un papel cada vez mayor en la promoción de su propio desarrollo.

México refrenda en Asunción, una vez más, su compromiso con el diálogo y la cooperación internacional como instrumentos de desarrollo. Nuestra posición, resultado de la historia, se basa en la convicción de que la cooperación internacional es una herramienta insustituible para la promoción del desarrollo nacional. Y que el diálogo en foros multilaterales es la mejor vía para enfrentar los retos de nuestro tiempo en América Latina y el Caribe lo mismo que en todo el mundo.

Secretario de Hacienda y Crédito Público

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