Mucho se habla ahora de que ha llegado el momento al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), de revisar las medidas asimétricas que le impuso a los preponderantes América Móvil y Televisa en telecomunicaciones y radiodifusión, respectivamente. La cuestión es que en marzo se cumple el plazo de dos años que el propio Instituto estableció para revisar si estas medidas han de permanecer, modificarse o eliminarse parcial o totalmente.

Y aunque ya anunció el Instituto que no será sino hasta noviembre cuando tenga listo el resultado del análisis de los efectos que tuvieron estas medidas en los mercados, América Móvil manifestó el martes pasado, en voz de Daniel Hajj, que en su opinión ya existe competencia efectiva por la drástica disminución en las tarifas y la entrada de nuevos competidores. También anunció que solicitarán la modificación del título de concesión de Telmex para que les permitan prestar el servicio de televisión de paga que hoy tiene prohibido. Así, la pregunta de si se modificarán o eliminarán las obligaciones de preponderancia de América Móvil, está en el aire. Sin embargo, hay un elemento que no se ha considerado en este análisis y que en mi opinión es uno de los más importantes: la desagregación del bucle local.

¿Qué es la desagregación? La desagregación consiste en permitir que otros operadores, distintos de la propietaria de una red, usen partes o la totalidad de ella para proveer servicios del mismo tipo, que compiten con los prestados por la dueña de la red. Así, otros concesionarios de telecomunicaciones, como Axtel o Maxcom, o todas las empresas que prestan servicios de televisión de paga, podrán comprarle a Telmex líneas telefónicas y revenderlas o bien utilizar su red para llegar hasta los usuarios finales que cubre Telmex.

El proceso. La obligación de desagregación para el preponderante está directamente en la Constitución, no solo en la Ley, ni es una creación del IFT. En la ecuación de las medidas de preponderancia que le impusieron a América Móvil hace dos años faltaba la desagregación de la red de Telmex; recién en diciembre de 2015 se aprobó y se publicó la oferta de referencia respectiva porque tuvo que pasar por un largo proceso que incluyó la instalación de un comité en el que participaron todos los operadores, incluido América Móvil, así como la revisión de la propuesta inicial que presentó Telmex, la elaboración del sistema de costos que hizo para el IFT la empresa Analysys Mason, y finalmente el documento final que definió el Instituto y que lo convierte en la única oferta del preponderante que contiene precios.

La cuestión más complicada del tema es la definición de los costos de la red y los servicios que se van a desagregar. Obviamente debe haber un margen entre las tarifas que dará Telmex a los operadores y el precio en el que Telmex vende estos servicios, y la rebatinga, obviamente, radica en cuáles deben ser los costos en los que se base la construcción de la tarifa final: debe tener margen Telmex pero también los operadores, difícil tarea. Todo indica que Analysys Mason basó sus tarifas en referencias internacionales. Imagínese, algunas de las tarifas que propuso inicialmente Telmex fueron disminuidas por el IFT incluso a más de la mitad.

¿Inversión o competencia? Aunque todavía ningún operador ha contratado con Telmex, ya hay acercamientos de los operadores y se espera que pronto se ponga en práctica la desagregación. La oferta será revisada en diciembre de 2016 por el Instituto, es decir, estará vigente solo por un año a diferencia del resto de las medidas que fueron por dos años. Es una medida disrruptiva para la competencia en telefonía fija y datos. Si esto funciona, habrá más oferta y por tanto menores precios y mejor servicio; obviamente se aprovechará para empaquetar varios servicios, incluyendo televisión de paga que no puede prestar Telmex. Claramente no es una medida que incentive la inversión, pero quizás lo que el Instituto busque ahora es provocar una expansión del servicio de datos. Tampoco es una medida que solucione problemas de cobertura, eso se estará pensando seguramente a través de la red compartida mayorista.

Desde luego que Telmex ya se amparó —y está en todo su derecho— pero como desde la reforma no existe ya la suspensión, está medida ya está lista y es ejecutable hasta en tanto los Tribunales Especializados no decidan otra cosa. Si las ofertas no funcionan, no hay otro mecanismo asimétrico, así que esta es la apuesta más importante de la preponderancia.

Prórroga del título de Telmex. Vienen tiempos difíciles para América Móvil. En marzo deben pedir la prórroga del título de concesión de Telmex, que vence en 2026, la revisión de medidas de preponderancia, la participación en la licitación de la banda conocida como AWS, la petición que harán de modificación del título para prestar televisión de paga, así como la puesta en práctica de la desagregación que estará en la lupa de todos, especialmente del IFT.

La pregunta de si dejará de ser preponderante de América Móvil es realmente inútil: por supuesto que no, la reina de las medidas de preponderancia acaba de iniciar, imposible pensar en terminarla ahora. Las grandes apuestas de la reforma constitucional para provocar competencia y romper con el modelo que teníamos en México en telecomunicaciones son la preponderancia y la red compartida mayorista, así que como ve, esto apenas empieza.

EN LA SOBREMESA.

1. Mucha suerte y felicidades a Jorge Islas, recientemente nombrado defensor de las audiencias del Canal del Congreso.

2. El 8 de febrero culminó el plazo de un año del primer Consejo Consultivo del Instituto Federal de Telecomunicaciones, que presidió Ernesto Flores Roux; se hicieron 16 recomendaciones que pueden consultarse en el sitio del IFT.

Presidenta de Observatel y profesora de la Universidad Iberoamericana. Esta columna refleja la posición personal de la autora.

Twitter: @soyirenelevy

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