El pasado 16 de abril, un grupo de 15 aficionados constituyeron la peña taurina El Sabino en esta ciudad del estado de Texas.

El presidente es el eminente doctor Fernando Urrutia. Benito Guerrier es el secretario y Carlos Ramírez el tesorero de la agrupación.

Recientemente dieron platicas el rejoneador Raúl Arredondo y el novillero Andrés Suárez del Real.

Entre los miembros de la peña se encuentra el novillero retirado tamaulipeco Longinos Mendoza. Longinos llegó a torear la friolera de 70 festejos y actuó una sola vez en la Plaza México. Fue el domingo 6 de agosto de 1978, en aquella novillada de selección donde surgió Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’ con ejemplares de la ganadería de Santa Aria de Guadalupe. Confusa fue aquella tarde nuestra percepción del tahonero devenido en lidiador. No sabíamos si se trataba de un fantoche sobreactuado o un torero chapado a la antigua con un enorme potencial. El hecho es que Rodolfo sorprendió a todos con su acusada y algo teatral personalidad, su marcada tendencia a ejecutar suertes en desuso y su peculiar magnetismo, que provocó excelentes entradas en el coso metropolitano. No es lo mismo correr la legua que irse de la lengua, y los comentarios burlescos del tlaxcalteca sobre toreros y empresarios que manejaban la Fiesta de aquella época, acabaron por cerrarle muchas puertas.

Longinos reconoce no haberse acoplado la tarde de marras, pero de ninguna manera se amargó y sigue sintiendo la Fiesta con amor del bueno.

Grande ha sido mi sorpresa al ver un salón repleto con 150 personas que asistieron el pasado jueves a la presentación de varias de las publicaciones de este redactor, entre ellas la más reciente, Pancho Flores, el arte de la pintura taurina, que contiene numerosas obras del genio de la Comarca Lagunera que jamás habían aparecido en alguna publicación. Rafael Longoria, hijo del legendario empresario de Nuevo Laredo, llevo varias obras de Flores de su propiedad: un lance de ‘Calesero’, un par de cortas de ‘Carnicerito de México’, un muletazo con empaque de Fernando López ‘El Torero de Canela’ y un largo pase de pecho de Curro Rivera, barriendo de pitón a rabo los lomos de aquel toro de Fernando de la Mora al que inmortalizó en La México. en los años setenta.

Es notable, y más ahora que la Fiesta es criticada por asustadizos, antitaurinos desinformados y políticos oportunistas, que en Estados Unidos se realice un evento con tanto taurinismo y categoría. Los aficionados presentes, entre ellos el querido Juan Arturo ‘Pollo’ Torres Landa, hicieron especial énfasis en la urgencia de publicar una tauromaquia ilustrada para niños y utilizar las redes sociales para dar a conocer todos los aspectos positivos de la tauromaquia, misión de la que ya se está encargando en México un grupo de taurinos encabezados por el presidente de los ganaderos Manuel Sescosse.

La próxima actividad de los peñistas será visitar la ganadería del desaparecido Juan Pedro Domecq, quien fue íntimo amigo del doctor Urrutia, cuyo conocimiento profundo de los encastes asombra de verdad.

heribertomurrieta65@gmail.com

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