Hola amigos, es un placer saludarlos como ya es costumbre en este espacio, aunque esta vez no puedo ocultar la tristeza por la eliminación del América que cayó, pero con la frente en alto, sin duda alguna. Peleó como los grandes en el partido de vuelta de la semifinal ante los Pumas.

Vámonos de inmediato a analizar esta serie que era una final adelantada. Ya sabemos lo mediático de estos enfrentamientos donde en el país entero corren las apuestas entre familiares y amigos, y eso es lo bonito del futbol, reprobando totalmente la violencia que nada tiene que ver con este deporte.

En la ida el América tuvo un inicio trepidante, aunque no logró la certeza de concretar sus llegadas al arco felino o definitivamente la historia hubiera sido otra, pero sabemos que el hubiera no existe, y después de un partido más favorable para las Águilas en las llegadas de gol, los del Pedregal tuvieron un cierre de partido muy fino en la definición y ante la sorpresa apabullaron por 3 goles a los de Coapa.

Parecía una proeza en el papel que América remontara en la misma casa de los universitarios, pero la grandeza de las Águilas es tan importante, que su afición en el estadio y desde sus casas apoyaban al 100 a los azulcrema soñando con la hombrada en la misma Ciudad Universitaria.

Llegó el día, y América ingresó al estadio como es ya costumbre en los últimos años, en camionetas para evitar conflictos a las afueras, y cuando inició el partido la intensidad de las Águilas fue diferente. Cuando Pumas apenas se daba cuenta que había iniciado el partido ajustando su sistema de juego, sacando a Cabrera y enviando al campo a Britos, ya los del Pedregal perdían por dos goles a cero sin entender lo que pasaba en la cancha universitaria.

Una situación muy desafortunada fue la lesión de Javier Güémez, quien sufrió una fractura que lamentablemente lo deja fuera del Mundial de Clubes. Ojalá se recupere pronto este chico que es un gran jugador y excelente persona. Lo conocí en Dorados de Sinaloa, donde surgió como profesional, y desde ese tiempo se le veían “patas para gallo” a este volante de contención.

Para la segunda mitad América, volcado por completo al ataque, tuvo muchas oportunidades de anotar el tercero, pero no estuvo atinado y así pasando los minutos algunos jugadores se cansaban y como resultado de esta fatiga y la desesperación pegaron patadas de más, hasta que se quedaron con 9 hombres. Entonces parecía sentenciado el partido, especialmente con el gol de la UNAM en pies de Cortés que desataban el júbilo en el estadio.

Se pensaría que sería mero tramite el final del juego, pero las cosas no fueron así, el ‘Rifle’ Andrade, con un golazo cerca del final, puso los nervios de punta a todos los que observábamos el partido y estuvo muy cerca América de avanzar a la final, pero cayó con la frente en alto. En el futbol creo que hay formas de ganar y de perder, y en esta eliminatoria hay que estar orgulloso del América que sudó hasta la última gota de esfuerzo y dejó el alma en la cancha, como debe ser.

Ahora, a pensar en lo que sigue. Deseo la mejor de las suertes a los de Coapa en el Mundial de Clubes donde, si continúan con la ambición mostrada ante Pumas, seguramente pueden hacer un papel decoroso representando a México.

Bueno, amigos, pues los dejo, pero no olviden comer frutas y verduras y alimentarse sanamente. Hasta la próxima.

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