No quiero cerrar la semana sin registrar el choque del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, con Alfonso Salces Hernández, dueño y director de Notiver, el diario más leído de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Aún en la enloquecida política veracruzana, este pleito destaca por su rudeza. Y contenido.

Fuera de los protocolos de civilidad, Duarte tuiteó el lunes: “Ahora lo entiendo todo, dueño del @NOTIVER envuelto en escándalo de corrupción del alcalde de #BocadelRío”.

El alcalde es Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del viejo rival de Duarte, Miguel Ángel Yunes Linares, diputado federal y probable candidato del PAN al gobierno del estado en las elecciones de junio. El gobernador anexó un link con documentos que, según él, prueban la oscura operación de compraventa de un terreno entre las familias Salces y Yunes. Luego declaró que Notiver “tiene un interés de golpear y debilitar a las instituciones para posicionar a un grupo político”.

Notiver respondió el martes. Tituló la edición con un “¡No se vale!”, acompañado por un largo texto de Salces Hernández. No me detengo en el deslinde familiar que hace, o en los adjetivos que le zampa al gobernador: perverso, cobarde, malvado, paranoico, hebefrénico, catatónico... Creo que lo esencial es el detalle de las ofertas que Duarte les habría hecho para corromperlos al inicio de su mandato (debió ser finales de 2010, comienzos de 2011) y que el diario rechazó.

Enumera Salces Hernández: un convenio de 8 millones de pesos mensuales, “pagaderos por adelantado en efectivo o depositados en el extranjero para que se le cerrara el espacio a los Yunes”; más, un avión bimotor PA24 Turbo de seis plazas; más un departamento en Barcelona, Santander o Madrid; más un edificio en Veracruz.

“Podría hacerle una lista de todos los ‘ofrecimientos’ a título personal y a través de terceras personas”, concluye el dueño de Notiver. “Pero somos derechos y machitos, cumplimos la palabra. Usted nos pidió casi llorando que no le publicáramos nada en contra de su esposa y así lo hemos hecho. Como verá usted, si le hubiéramos hecho caso, seríamos riquísimos, tendríamos 500 millones de pesos sólo del convenio, edificios, aviones, yates, piso en Barcelona y no andaríamos pariendo para la nómina, que la mitad la pago personalmente de mi bolsillo”.

A nombre de la familia Salces, Alfonso le exige una disculpa al gobernador y le recomienda irse buscando un buen abogado, porque lo va a necesitar pronto.

Desconozco cuánto de verdad o exageración haya en ese texto. Pero creo que con Duarte, y otro puñado de gobernadores todavía en funciones (por ejemplo, el de Puebla, Rafael Moreno Valle), tendría que terminar una de las épocas más obscenas de las relaciones económicas entre funcionarios públicos y medios de comunicación.

Una cosa es la inversión publicitaria, otra la obscenidad.

MENOS DE 140. Definidas las candidaturas en Colima y Durango, el PRI cerrará el año con las de Chihuahua y Tlaxcala. Las demás, hasta enero.

gomezleyvaciro@gmail.com

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