Estamos muy cerca de que inicie la Olimpiada Nacional de este año en la alberca de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que fue rehabilitada en la época del Licenciado Vicente Fox. Se trata de una instalación maravillosa en la que se han llevado a cabo campeonatos del mundo juveniles, además de torneos nacionales, en los que los nadadores de nuestro país han podido estar en contacto con infraestructura que ha sido bien aprovechada para este bello deporte.

Las actividades serán del 2 al 6 de mayo; días en los que se tendrá el máximo evento de la natación mexicana en las categorías infantiles y juveniles. Afortunadamente y después del mal tino de la Conade de eliminar infantiles B, ahora han aceptado que podrán participar los atletas de 19 años y mayores, quienes incluso, si alcanzan los tiempos necesarios, podrán ser seleccionados para el campeonato del mundo de Hungría (el que se realizaría en Guadalajara, originalmente).

Conforme pasa el tiempo, la Conade pareciera entender las necesidades de la natación mexicana y la manera en que un evento como este debe dejar a todos los participantes en materia de competencia y organización. Se autorizó la participación de los 20 mejores nadadores (hombres y mujeres) por prueba, después del Campeonato Nacional Clasificatorio de diciembre pasado, que también se hizo en Monterrey.

El máximo total de participantes para este evento será de 700, lo que ayuda a tener una mejor organización y que exista el tiempo adecuado entre las eliminatorias (que serán por la mañana) y las finales (que serán por la tarde). Esperemos que todo lo que se ha planeado por parte de la Federación Mexicana de Natación y el Instituto del deporte de Nuevo León se lleve a cabo sin contratiempos y que los nadadores y entrenadores solamente se preocupen por hacer sus mejores tiempos, lo cual beneficia al deporte y espectáculo.

Estoy seguro que las autoridades de la Conade recapacitaron en que está olimpiada es importante para la natación mexicana, porque primero pueden dar una marca de Mundial de Hungría y además, se trata de un torneo selectivo para el Mundial Junior, que se llevará a cabo los primeros días de agosto en Indianápolis y en el que México debe enviar equipo completo ya que tenemos jóvenes de gran calidad. Las claves para lograr esto tras la selección: hacer un buen campamento con sede en el CNAR y después un evento previo al Torneo.

Tenemos ante nosotros la oportunidad para que estos deportistas, por primera vez en años, inicien un ciclo olímpico con una buena planeación. Esperemos que esta Olimpiada Nacional sea un marco decente y que cumpla con las expectativas para detectar, de una vez, a aquellos atletas que puedan representarnos en el camino a Tokio 2020.

Ahora no habrá tantos nadadores en la competencia debido a que no asistirán los de Infantil B, una decisión a la que me opuse, pero que si ya fue tomada tendremos que esperar algo positivo de ella. Insisto, hay muchos chamacos con gran calidad y buenas marcas, esperemos que esta olimpiada sea el marco para observarlos y después trabajar en su desarrollo, que los entrenadores se concentren para que sus nadadores lleguen en las mejores condiciones y den las marcas, que la FMN haga un evento digno y se pueda concretar algo positivo en la natación mexicana en busca de la excelencia.

Profesor

 

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