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Esta semana me llamó mucho la atención las noticias que llegaron desde Río de Janeiro, en las que se dieron a conocer más irregularidades y ejemplos de corrupción en los trabajos de construcción y renovación de instalaciones para los pasados Juegos Olímpicos. Hablamos de un sistema conocido en nuestro país, en el que algunos funcionarios públicos convencen a al gobierno para que hagan eventos de la magnitud de unos Juegos Olímpicos, Panamericanos o Centroamericanos.
Estos personajes engañan con la idea de que serán eventos con un gran beneficio al deporte del país. Y es a partir de esta idea cuando comienzan con la construcción de instalaciones deportivas y no solamente eso, sino con toda una infraestructura que se hace que es de risa, y lo digo con conocimiento de causa. Me da vergüenza la manera en que se planean y se construyen las instalaciones deportivas en nuestro país.
Van varios sexenios que me doy cuenta que lo menos que les interesa a estos personajes es que estas instalaciones queden bien y sean funcionales. Tampoco se preocupan porque tengan un adecuado mantenimiento práctico o un uso adecuado. Lo que más les interesa, es tener arreglos con los contratistas para sacar negocios impresionantes con todo lo que económicamente representa levantar esta infraestructura deportiva.
Usted no sabe, en verdad, cuánta construcción inútil existe en este país. He construido muchas en la iniciativa privada y creo que todos los que hacemos ese trabajo como negocio siempre nos movemos con cuidado debido a que si no las sabemos operar, podemos propiciar el fracaso y terminación de negocios por no hacer bien las cosas.
Desafortunadamente, lo que menos les interesa a los políticos es la infraestructura deportiva, me consta y ahora me llama la atención porque en Río han metido a la cárcel presidente de la Confederación Brasileña de Deportes Acuáticos (CBDA), Coaracy Nunes, por malos manejos de los recursos otorgados. Se trata de un hombre que tiene muchos años en el deporte federado y ahora pagará por sus errores.
De regreso a México, últimamente se ha convertido en un “boom” la construcción de albercas y esto pasa, porque al hacerlo pueden “disfrazar” más el recurso. Poca gente conoce cuánto cuesta una instalación acuática y ahora las hacen en todo el país, cuando más de la mitad de éstas son inútiles. Conozco fosas de clavados del anterior dirigente de la CONADE que no sirven para nada y están vacías. Es un crimen y la rectoría superior no ha querido tomar cartas en el asunto, pero lo que queda claro es que la infraestructura deportiva en México es solo para llenar algunos bolsillos.
Y todas aquellas que más o menos hacen bien, después las concesionan a privados que no pagan agua ni luz y que las explotan condicionados a pagar una “cuota” a aquellos dirigente que se las concesionaron. Es triste lo que sucede en este tema y la muestra es el “boom” que existe con las albercas. Por donde quiera inauguran instalaciones y muchas de éstas no las usan, están cerradas o están mal utilizadas. Antes de construir, antes de pensar en hacer una instalación de alto rendimiento –que tenga fosa de clavados, albercas-, y que se vaya a utilizar en eventos internacionales, tienen que pensar en cómo las van a llenar, a utilizar, a hacer que sean autosustentables en su mantenimiento. Esto en verdad que es increíble y nadie hace nada.
Profesor
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