Hace unos días escuché una entrevista que Pablo Carrillo y Javier Alarcón le realizaron a Manuel Portilla, subdirector de Cultura Física, y me preocupó mucho escuchar que salvo en la gimnasia, los deportistas del resto de las disciplinas en las categorías 10 a 12 años no son material para detección de talento por lo que no estarán más en la Olimpiada Nacional y eso es un grave error.

También mencionó que buscarán llegar a 10 medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque se le olvidó explicar que antes de llegar a Japón, están los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018 en los que el local, Colombia, seguramente estará como nosotros. Ninguno de los responsables del deporte en México ha mencionado las obligaciones en estos Centroamericanos o el plan que han realizado para encararlos de la mejor manera.

México es un país en el que nos ha costado trabajo refrescar la baraja de deportistas en busca de esas medallas que pronostican muy a ligera y sin fundamento. Y ahora, bajo el pobre argumento de que el sistema de la Olimpiada Nacional esta caduco, quieren dejar fuera  las categorías 10 a 12 años y más de 18 años, cuando su verdadero trabajo es continuar el trabajo de detección y desarrollarlo para cubrir las necesidades del deporte mexicano en cada una de las competencias internacionales.

Se les olvida que en los países que tienen las mejores posiciones en el deporte, la alta competencia inicia desde temprana edad. Y esos eventos son vitales para la detección de este talento que después tiene que llevar un apropiado seguimiento, algo que desafortunadamente no sucede en nuestro país.

Es importante que la gente que realiza la Olimpiada Nacional, la CONADE, entienda que éste es el único evento que el Gobierno de México otorga de forma  gratuita a todos los deportistas. Sé que se trata de un evento  muy costoso, pero si se ha podido realizar con presupuestos menores al que tienen en este momento, como en el año 2000, ahora deben buscar una nueva fórmula para llevarlo a cabo y que sea un éxito.

Que recuerden que además, la gente se prepara durante un año, invierte su dinero y esfuerzo para poder llegar a esta competencia y sentirse parte de un sistema que ahora les da la espalda. Si el señor Portilla dice que la Olimpiada Nacional es un evento de detección de talento y no de alto rendimiento, resulta incongruente dejar fuera de esta competencia a los muchachos de 10 a 12 años, quienes pueden iniciar su desarrollo con un adecuado plan de trabajo según su disciplina.

Y no es que todos los chicos que participan en esta competencia se vayan a convertir en deportistas de alto rendimiento, pero con esta postura pueden dejar en el camino, y sin saberlo,  a un verdadero medallista olímpico, que con la falta de motivación al no ser tomado en cuenta abandone la disciplina que practican.

Lo que sucede con los atletas mayores de 18 años también es una vergüenza. Jóvenes que fueron exitosos unos años atrás son olvidados una vez que ya no pueden generar medallas para que los encargados del deporte de cada estado puedan lucirlas ante sus jefes.

El trabajo de las federaciones y de la CONADE  debe ser darle un seguimiento puntual a estos deportistas. Y si insisten que el formato de la Olimpiada Nacional ya está caduco, deben trabajar para encontrar otra fórmula que le vuelva a dar sentido y relevancia a esta competencia que ha sido semillero del deporte mexicano en busca de renovar la plantilla de deportistas en nuestro país, que buena falta hace. Que no nos prometan medallas olímpicas cuando ni siquiera hay un panorama claro de los Juegos Centroamericanos. Que se apeguen a la realidad y no hagan inventos con los que solamente desperdician el talento que existe en México.

Profesor

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