Todo el país está consternado, preocupado por lo que pasa en Estados Unidos con la llegada del señor Donald Trump al poder. Todos están maldiciendo su llegada, todos están echando culpas, todos pensando “por qué nos pasa esto”. Pero antes de estas quejas, debemos darnos cuenta que en este país todos somos responsables de lo que le pasa a México, ya que no hemos sido capaces de hacer algo mejor con este gran país que tiene grandes recursos.

Ahora sí le echamos la culpa a Trump, pero tampoco es culpable de nuestras desgracias. Ese hombre es un cretino, que desgraciadamente nos viene a poner más el pie, como lo ha hecho toda la clase política de este país. Históricamente, hemos sido rehenes de las personas que nos han dirigido. Por eso no entiendo por qué lamentamos lo de Trump cuando es suficiente con nosotros mismos.

Debemos darnos cuenta que los enemigos no son la gente de fuera, aquí dentro hemos vivido cosas impresionantes. Por qué tenemos que lamentarnos tanto porque un hombre sin cerebro llegue a dirigir la potencia más grande del mundo y no nos ponemos a trabajar como un país unido. Por qué no trabajamos como lo que somos: gente buena. Sin embargo, a todos nos da miedo y no levantamos la mano para salir adelante de todo de lo que nos quejamos.

Esto es un fenómeno histórico y ahora estamos en el filo de la navaja, echándole la culpa a la gente externa sin darnos cuenta de que nosotros somos responsables de nuestro propio destino, al no saber exigir a nuestros gobernantes que manejen con transparencia este gran país. La manera en que está estructurado el poder en este país solamente nos hace pensar que seguiremos igual, mientras estemos de brazos cruzados.

Insisto. No hay que lamentarnos, hay que unirnos para que cambie este país o seguiremos pensando que un hombre como Trump es el culpable de nuestros problemas, cuando la culpa la tenemos nosotros que no trabajamos en equipo.

Es más, voy a contarles algo que soñé y que creo que podría ser benéfico para este país siempre y cuando se haga de la manera correcta. Todo surge de ver cómo Trump secuestró un partido y lo manejó como se le pegó la gana hasta llegar a la presidencia de Estados Unidos. Y no sugiero que se agarre a un partido y se maneje al antojo de un personaje pero, por ejemplo en el PAN, por qué no pensar en algún empresario importante que bajo un gran plan de trabajo y honestidad surja como opción para los mexicanos.

Hablamos de que debe ser una persona exitosa para que el país cambie; ya viene la sucesión de 2018 y si dejamos que queden en el poder los que han acabado con México, vamos a seguir igual. Por qué no pensar en que un grupo de empresarios talentoso pueda devolverle a México todo lo éste les ha dado. Empresarios mexicanos que trabajen hacia 2018 y presionen a los partidos políticos para que uno de ellos pueda ser elegido como el responsable del desarrollo de la vida de México. Ya hemos probado de todo y no avanzamos, así que vayamos en contra de aquellos que solamente han hecho lo que se les pega la gana.

Sé que esta idea, este sueño, es difícil de convertir en realidad, ya que se necesitan conjuntar muchos factores para que funcione y no quede en una utopía. Creo que si la gente importante de este país, empresarios fuertes y comprometidos, logran convencer a la gente para lanzarse a dirigir el país, puede ser maravilloso siempre y cuando trabajen con transparencia, con honestidad, se olviden de sus fortunas y piensen sólo en sacar adelante a nuestro país. Tenemos que actuar antes que quejarnos, porque ni Trump es culpable de todas nuestras desgracias ni nos va a solucionar las cosas. Somos nosotros, los mexicanos, quienes debemos de actuar en favor de nosotros mismos.

Profesor

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