Hace una semana se anunciaron los ganadores del Premio Nacional de Deportes 2016 con el que se reconocerá a los deportistas que consiguieron medallas en los pasados Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. Merecido, sin lugar a dudas, de la misma manera en que lo merece el resto de los personajes que serán galardonados en diciembre.

Esta ceremonia es, además, un recordatorio para un país en el que hay poca memoria en cuanto al trabajo que se realiza y se debe realizar para alcanzar objetivos importantes y elevarlos a otro nivel. Quienes han conseguido un triunfo en el alto rendimiento, una trayectoria en el deporte o mantenerse constantes en este medio, no lo han hecho por obra de la casualidad.

Cada triunfo que se alcanza, cada medalla que se obtiene son y deben ser producto de una planeación con la que detecten todas las posibilidades que hay para seguir por ese camino. Encaminar los esfuerzos y no olvidar que aquellos a quienes han otorgado dicho reconocimiento son el ejemplo para lo que se requiere trabajar con las futuras generaciones.

Hoy destacan los cinco medallistas olímpicos (María del Rosario Espinoza, Guadalupe González, Ismael Hernández, Misael Rodríguez y Germán Sánchez). Cuatro medallistas paralímpicos (Édgar Navarro, Luis Zepeda, Rebeca Valenzuela y Lenia Ruvalcaba. Además del entrenador de judo paralímpico Hilario Ávila y la juez Nubia Segundo, sin dejar de mencionar al lanzador de Toronto, Roberto Osuna, en el deporte profesional.

En él caso de Germán Sánchez, con una fuerte carga y pronósticos desfavorables para su competencia, en la que destacaba su compañero en sincronizados Iván Sánchez. Sin embargo demostró su capacidad y consiguió la medalla lo mismo que el resto de estos deportistas quienes ayudaron a tener unos mejores olímpicos.

Quiero hacer un reconocimiento especial a María Teresa Ramirez, con quien compartí parte de los

momentos más importantes en la historia del deporte en nuestro país y quien recibirá el premio a la trayectoria por su dedicación al deporte en la que recordamos la medalla de bronce que obtuvo en los Juegos Olímpicos de México 1968. A ella le acompañarán Christina Hoffman y Víctor Espinoza.

Recibir este premio es realmente un reconocimiento a la labor de años de entrenamiento y trabajo de cada uno de los deportistas, entrenadores, jueces o cualquier otra persona dedicada al deporte en nuestro país. Me da mucho gusto por todos quienes en este año tendrán ese honor que me ha tocado en un par de ocasiones. Pero este momento nos da otro paso a la reflexión.

Por ahora todo indica que más autoridades deportivas en México se olvidarán de los problemas del pasado y se concentrarán en trabajar como se debe. Con esto no quiero decir que deben olvidarse de terminar con la corrupción y los malos manejos que han perjudicado en el pasado, pero será mejor y más fácil hacerlo en conjunto.

Deben tener mucho cuidado al momento de la detección del talento joven y enviarlo por el mejor camino posible para que se aproveche todo lo que hay alrededor del deporte mexicano y que pareciera es exclusivo para unos cuántos. Este próximo diciembre premiarán a nueve medallistas mexicanos en Juegos Olímpicos, pero pudieran ser más en un futuro, deberían ser más, siempre y cuando recordemos todos la importancia de hacer las cosas de la manera correcta y se trabaje por el bien del deporte en general, no de unos cuantos.

Profesor

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