Lo que le pasa a Pemex nos debe importar a todos los mexicanos. Es el activo sobre la superficie que se suma, de manera separada, a las reservas de hidrocarburos que tiene el Estado mexicano en el subsuelo. La reforma energética obliga ahora que Pemex compita contra otras empresas, nacionales y extranjeras, para hacernos a los mexicanos, por conducto del Estado, la mejor oferta para explorar y producir hidrocarburos. Ahora ya no tiene el monopolio de desarrollar y producir hidrocarburos, como también ha dejado de monopolizar la refinación, transformación y distribución de petrolíferos.

En su nueva vida Pemex es ahora una Empresa Productiva de Estado (EPE) con el mandato de crear y aumentar su valor. Deja de ser un organismo público descentralizado. Para darle una ventaja en el arranque, Pemex tuvo el privilegio de ser el primero en escoger. A esto se la ha llamado la Ronda Cero, y estas asignaciones de los campos que escogió quedan prácticamente en los términos fiscales anteriores. Desde luego se quedó con Cantarell y Ku Maloob Zaap, por citar los más importantes y conocidos.

Pemex está por cumplir su primer año como EPE en un entorno adverso. La baja del precio del petróleo y la reducción inesperada de producción ha hecho que Pemex cruja. Moody’s determinó reducirle la calificación. Para Moody´s Pemex representa un mayor riesgo crediticio, esto porque los acreedores de Pemex tienen una mayor probabilidad de no poder cumplir con sus obligaciones de pago de intereses y capital. Esta calificadora se sustenta en dos hechos: uno, la deuda de Pemex ha seguido aumentando, y dos, sus ingresos siguen cayendo por menores precios y menor producción.

La deuda de Pemex aumentó de 2013 a 2014 en 265 mil millones de pesos, y sigue financiando la inversión con emisión de deuda en lugar de hacerlo con recursos propios. Pemex produce menos y tiene menos reservas que en 1998. En ese año la producción de Pemex superó en más de 800 mil barriles a la que ha logrado en 2015.

Para los mexicanos sería más transparente que Pemex nos entregue acciones a cada uno de nosotros, y que éstas cotizaran en la bolsa de valores. Así veríamos todos los días si Pemex está cumpliendo con su objetivo de generar y aumentar valor. Pero no es así y tenemos que conformarnos con ver la evolución de sus ingresos y gastos.

En efecto, en el pasado los ingresos de Pemex han disminuido desde 2013, cuando alcanzaron un máximo como resultado de las altas cotizaciones del precio del petróleo y de producir 262 mil barriles diarios (mbd) más que el promedio observado durante 2015.

En cuanto al gasto de operación de Pemex, esto es, el gasto sin contar pensiones, inversión y costo financiero de la deuda, sigue sin bajar pese a que Pemex produce menos. Como muestra basta el siguiente botón: el costo de los servicios personales en 2014 fue 48% mayor al de 1998, año que sirve para una comparación equivalente. En ese año el precio del petróleo promedió 10.18 dólares por barril. A precios constantes ese precio es 3.2 veces menor al que ha promediado de enero a septiembre de 2015.

Es muy positiva la modificación del sistema de pensiones de Pemex, en la que la EPE y sindicato convinieron un aumento en la edad de jubilación y el número de años de antigüedad para lograr el 100% de la pensión equivalente al salario. Desafortunadamente no han hecho público el cálculo de lo que representa en disminución del pasivo actuarial. Sin embargo, ese cambio llega más de 20 años tarde, cuando los trabajadores que cotizan al IMSS lo hicieron con anterioridad.

No se necesita ser gurú de las finanzas para saber que Pemex como EPE, pese a haberse reestructurado al interior, de contar con un régimen fiscal mucho más bondadoso que el que prevalecía en 1998, tiene que entrarle al tema de productividad. Duele decirlo, pero Pemex está sobrado de personal a todos los niveles y sigue gastando muy por encima de quienes son sus competidores. Pemex necesita aumentar su valor. No me consta, pero en todos lados es un secreto a voces que la corrupción en Pemex ha ido en aumento. 2018 ya está a la vuelta de la esquina, y Pemex tiene que mostrar que la reforma energética sí ha servido para hacerlo más eficiente y de mayor valor para los mexicanos.

Economista.

@jchavezpresa

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