Cuando pensamos que ya no se cometerían más torpezas, él mete la mano a la chistera y saca otra sorpresa.

El nombramiento de Luis Videgaray al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores muestra una vez más que en este gobierno no hay límites, que la complacencia a cercanos es más importante y no cuentan los señalamientos de diversos sectores que reclaman ante la corrupción, que rechazan la impunidad de un gobierno de amigos que olvida dar resultados a la gente.

Uno de los hombres con quien más está enojado el pueblo de México por su pésima conducción de la economía, regresa a la escena política en un momento crítico, para acompañar a su amigo el Presidente y mostrar firmeza con el gasolinazo.

Argumentando que las decisiones que toma son difíciles pero necesarias, Peña Nieto opta por lo fácil: recurrir a sus amigos incondicionales para darles cargos en lo que no son especialistas. Toca el turno a Luis Videgaray, quien como experto en economía dejó endeudado y en desastre financiero al país. ¿Qué podemos esperar ahora que él mismo reconoce que de diplomacia no sabe nada?, y lo demostró con creces cuando aconsejó a su amigo el Presidente a traicionar a la Patria para postrar la Soberanía Nacional ante Donald Trump. Hoy apenas vislumbramos las primeras consecuencias de la llegada del antimexicano a la Casa Blanca, dólar más caro y más de 3 mil empleos perdidos derivado de las presiones de Trump a empresas estadounidenses que están dejando de invertir en México; y viene más, amenaza Trump. El nombramiento de Videgaray anuncia que Peña Nieto ha decidido seguir postrado ante el nuevo presidente de Estados Unidos.

El nuevo encargado de la política exterior, fue el responsable de la economía de México en los últimos 4 años. El que negoció la reforma energética, el que tal vez convenció a Peña Nieto de grabar spots para decir que gracias a la reforma energética la economía de los mexicanos mejoraría, la luz bajaría de precio y no habría más gasolinazos.

Videgaray creó el fondo de los moches para tener sometidos a los diputados, y el que dejó el paquete económico 2017 listo para su aprobación. Ese paquete que además de los recortes presupuestales, adelantó la liberalización total del precio de las gasolinas —que en la reforma energética se contemplaba hasta 2018—. Las consecuencias de esos actos irresponsables apenas comienzan.

En Los Pinos las manifestaciones por el gasolinazo no se ven ni se escuchan. La percepción de que el PRI no podrá mantener la Presidencia de la República cada día es mayor y esta sensación corroe las ansias corruptas de los funcionarios en el poder y les incita a seguir cometiendo tropelías. Éste es un asunto grave porque lo que se está provocando es que en la práctica ya no exista gobierno. Los integrantes del gabinete y sus subalternos ya no encuentran expectativas de futuro en el gobierno actual y en lugar de pensar en dar resultados, están pensando en la sustracción de todos los recursos públicos que les sean posibles aumentando los niveles de corrupción e impunidad en este sexenio de pesadilla. Sólo eso explica la necedad de nombrar a los cuates.

Por motivo del año nuevo me preguntaron qué le desearía a Peña Nieto. Contesté: —“Sentido común para tomar decisiones y leer el mal humor social del que tanto se queja pero que nunca atiende. Para entender lo que es echarle leña con gasolina al fuego”. ¡Alto al gasolinazo!

Secretaria general del PRD.
@Beatriz_Mojica

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