Así es México, así es Veracruz. Apenas se dio a conocer por el Órgano Electoral Estatal, la noche del 5 de junio, que la tendencia ganadora beneficiaba a Miguel Yunes Linares para agenciarse la gubernatura, arrancó la sucesión hacia el 2018. Cuando el panista lleve 18 meses en el Ejecutivo, ya habrá candidatos formales en cada partido ávidos por tomar su estafeta.

Veracruz es uno de esos estados donde aplica la máxima "el que respira, aspira". Por ello, a un par de años de elegir nuevo Gobernador sin que el electo Yunes Linares haya tomado protesta, puedo adelantarle el reducido puñado de aspirantes de donde saldrá, al momento, quien mande en el 2018.

La alianza PAN -PRD continuará vigente para la próxima elección, primero, porque de otra manera el Sol Azteca estaría condenado a morir en Veracruz, y segundo, el blanquiazul necesita esos tres puntos porcentuales. Además, el bloque opositor obtuvo una buena cosecha de curules en el Congreso, aunque no los suficientes para evitar la negociación legislativa frecuente, en especial con Morena.

Todo indica que por la alianza PAN-PRD, tanto Ricardo Anaya, líder nacional de los azules, como Miguel Yunes Linares, se decantarán por uno de los hijos del Gobernador saliente, ya sea el Senador Fernando Yunes Márquez o el alcalde de Boca del Río, Miguel Yunes Márquez. Tendría más posibilidades el segundo, suena que el primero podría buscar la alcaldía de la ciudad de Veracruz, por la cantidad de votos que representa en el padrón estatal.

También existe una fuerte posibilidad de que la Rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, pudiera obtener la candidatura aliancista. Es cercana a Yunes Linares e influyó, sin duda, en la victoria sobre Héctor Yunes Landa. El arraigo de la Doctora en la enorme comunidad académica y el voto joven estudiantil podrían catapultarla.

Para la alianza PRI-Verde Ecologista las cosas cambiaron mucho, sin embargo, visualizo dos opciones claras, que en gran medida dependen del candidato a la Presidencia de México: una, de nuevo Héctor Yunes Landa, quien suena para tomar la dirigencia estatal del partido, y desde ahí, fortalecerse, innegablemente estuvo cerca de remontar su desventaja inicial a pesar del cuestionado Gobierno en turno. Dos, muy sólido, el Senador José Yunes Zorrilla, pues de haber vencido el tricolor en esta ocasión, "llevaba mano" para la del 2018, (el famoso plan de un mandato a 8 años).

De no ser alguno de los Yunes priístas, considero que el nombre del ex alcalde de Xalapa, ex diputado federal y local, Ricardo Ahued Bardahuil, podría posicionarse como una alternativa que permitiera al PRI dejar de lado los nombres obligatorios, optando por un empresario bien visto en todos los círculos veracruzanos. Mismo caso que planteé arriba con la Rectora de la UV, para el PAN.

Y el auténtico partido a vencer en Veracruz, Morena, colocará, si no ocurre algo extraordinario, a la actual coordinadora de los diputados de su fracción en San Lázaro, Rocío Nahle García, quien verá su candidatura potencializada al coincidir con la de López Obrador por la Presidencia. Si Yunes Linares no hace un buen papel, aunado a que el PRI no aprovechara estos dos años siendo oposición, podríamos vivir una nueva alternancia en el estado, y El Peje, feliz por ella.

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