2016 no sólo fue un año controversial. Uno de los últimos episodios del programa nocturno Last Week Tonight de John Oliver incluyó una producción en la que ciudadanos de a pie y celebridades dedicaron más de cuatro minutos para explicar por qué el año pasado fue “terrible”.

La crisis migratoria en Siria, el inesperado triunfo electoral de Donald Trump sobre la demócrata Hillary Clinton, la sorpresa del sí al Brexit y la victoria del no en el plebiscito en Colombia fueron los hechos más comentados. En cada país, ni el mundo académico, ni la opinión publicada o los medios de comunicación esperaban alguno de esos resultados políticos y electorales que en gran medida marcaron el año. En México, la alternancia en muchos estados también marcó al 2016.

El cuatro de junio de este año habrá elecciones en Nayarit, Estado de México, Coahuila y Veracruz en donde estarán convocados alrededor de 20 millones de ciudadanos.

¿Qué tenemos que tener en cuenta en 2017 a fin de evitar la confusión?

1. Escuchar a los electores. A pesar del descrédito de las encuestas en el mundo, estudios y metodologías que miden la opinión pública como los focus groups siguen siendo herramientas valiosas al momento de tomar decisiones. No se trata sólo de conocer los porcentajes de la intención de voto, sino de entender a profundidad los problemas que aquejan a los ciudadanos, sus necesidades, y sus expectativas en cuanto al desempeño y las acciones de los gobiernos.

2. El análisis de datos públicos en la red. En México todavía se ve con cierto recelo el valor de los datos obtenidos de los usuarios de internet y redes sociales. Sin embargo, según el 12° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México en 2016 de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), 59.8 por ciento de la población tiene acceso a internet; es decir, en México hay 65 millones de internautas, de los cuales 66 por ciento están en edad de votar y 46 por ciento pertenecen a estratos socioeconómicos C, C- y D+ (medios y bajos). El 80 por ciento de los usuarios de internet accede a redes sociales, principalmente y en orden descendente: Facebook, WhatsApp, Youtube, Instagram y Twitter.

3. El manejo de redes sociales. Fundamental para escuchar a los ciudadanos es saber qué temas son relevantes para ellos, cómo interpretan las coyunturas, y cómo valoran las plataformas de los distintos candidatos, su publicidad y sus líneas discursivas. El famoso listening, pero con el valor agregado de la espontaneidad. La escucha digital permite a los equipos de campaña localizar audiencias que pueden ser afines al candidato o al proyecto pero la creatividad es fundamental.

2017, como todos los años electorales, representa una oportunidad para profesionalizar mejor el quehacer político y recuperar parte de la confianza que ha perdido la población en la clase gobernante. Pero eso requiere escuchar mejor a los ciudadanos. La coyuntura mundial ha demostrado que las personas buscan fórmulas que se alejan del status quo. ¿Por qué no anticiparse, tomar una silla y sentarse frente a frente en la misma mesa que los electores para escuchar qué es lo que están buscando? ¿Por qué no analizar mejor las tendencias de opinión en redes sociales? El análisis cualitativo y la atención a los debates y opiniones en redes lo permiten.

Lo cierto es que las fórmulas de procesos anteriores, después de los resultados del 2016, no podrán ser las mismas. Por ejemplo, dados los datos disponibles, no se prevé que sea un año de plebiscito contra el gobernador en turno, como en la elección del año pasado. Los gobernadores de estados en elección este año tienen mejores datos de aprobación y no cuentan con escándalos mediáticos previos. Las elecciones este año serán sobre otros temas, se presentarán otras discusiones y las pugnas también serán otras.

A bote pronto. Nada está escrito, pero seguro habrá muchas sorpresas para tod@s en 2017.

Especialista en comunicación, campañas políticas y opinión pública

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