Chilpancingo, Gro.— Era la mitad de la asamblea, cuando un hombre se le acercó a Evelyn Salgado Pineda y le cambió el sombrero. Le quitó el que traía y le puso uno  calentano, como los que portada casi siempre su padre, Félix Salgado Macedonio.
 
Apenas habían pasado unos minutos desde que todos los que atiborraron en teatro hundido de la Alameda de Chilpancingo habían gritado hasta el último aliento su nombre como la sustituta de su padre.
 
“Nos dieron un plazo de 48 horas para sustituir al candidato”, apenas dijo Félix Salgado cuando su simpatizante lo interrumpieron:
 
“!Evelyn! ¡Evelyn! !Evelyn!”, gritaron desaforadamente.
 
“Tranquilos, tranquilos, si me quieren ayudar, tranquilos, hay que esperar a los tiempos de Morena, esto es por estatutos, por procedimiento. Tengan confianza, yo sé que les va a gustar, yo sé que les va a gustar”, dijo Félix Salgado para calmar el ímpetu de sus simpatizantes.
 
Este mediodía en la asamblea que encabezó Félix Salgado había muchas interrogantes en el aire entre los simpatizantes: ¿quién será el sustituto?; ¿cómo continuará la campaña de Morena?; ¿Félix llamará a impedir las elecciones?
 
No todas fueron respondidas pero, eso sí, quedaron algunas ideas bien instaladas entre los simpatizantes.
 
Desde que a Félix Salgado los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) le cancelaron el registro por primera vez, la idea de que su hija mayor lo sustituyera comenzó a flotar. Evelyn lo negó. Dijo que no sería una “Juanita”, en referencia a esa operación que orquestó el presidente Andrés Manuel López Obrador en la alcaldía de Iztapalapa en 2009.
 
Esa vez, Rafael Acosta Ángeles, mejor conocido como “Juanito”, estuvo en la boleta, ganó, pero al tomar el cargo renunció y lo sustituyó Clara Brugada, que otra vez es la alcaldesa de Iztapalapa.
 
Hoy fue, tal vez, la primera ocasión en que Félix Salgado comparte el protagonismo. Entre los simpatizantes había cartulinas con la leyenda de “Evelyn, gobernadora”, también globos rosas con el nombre de Evelyn escrito.
 
En esta campaña el papel de las hijas de Félix Salgado ha sido destacado, son de sus principales operadoras. Evelyn y Lizbeth siempre están cerca de él; Celeste en la logística, en la avanzada y Sol dirige el diario desde donde han hecho su defensa.    
 
Sin embargo, en esta campaña Evelyn ha estado muy cerca de Félix Salgado, casi inseparable.
 
De hecho, lo ha acompañado desde mucho antes. En 2005, cuando Félix Salgado fue alcalde de Acapulco, Evelyn fue la presidenta del DIF. Después, en 2009, la postuló como candidata a diputada local por el PRD y hasta antes de la campaña era la delegada en Acapulco de la Secretaría de la Mujer del gobierno de Guerrero.
 
Lo de Evelyn es una posibilidad, no un hecho, pero la idea ya quedó instalada.
 
La asamblea también sirvió de desahogo y los simpatizantes tuvieron su blanco: el secretario general de Morena, Marcial Rodríguez Saldaña.
 
“Marcial, traidor”, le gritaron y le gritaron cuando intentó hablar por el micrófono.
 
A Marcial Rodríguez los simpatizantes lo responsabilizan de la omisión en el informe de gastos de precampaña, motivo por el cual el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJE) cancelaron el registro a Félix Salgado.
 
“Tranquilos, tenemos que estar unidos, así que ¡unidad! ¡unidad!”, volvió a calmar a sus simpatizantes Félix Salgado.
 
Después de todo esto el escenario volvió a ser de Félix Salgado.
 
Se volvió a echar contra el INE y también contra el TEPJF.
 
“Pensé que en el INE eran de lo peor, pero los del Trife le ganan”, dijo.
 
Félix Salgado dijo que hay candidato sustituto, pero él seguirá en la batalla legal. Anunció que llevará su caso a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), pero advirtió que lo hará por internet para no salir del Guerrero.  
“¿Quieren luchar o quieren ganar la elección”, preguntó.
 
“!Ganar!”, gritaron.
 
Adelantó que estará en todos los pueblos de Guerrero y acompañará al que sea candidato.
 
Después se fue contra los priistas. “Están borrachos de alegría, pero el 6 de junio le va entrar toda la cruda porque vamos a ganar”, dijo y los simpatizantes soltaron la carcajada.
 
La cancelación de su registro, aseguró, fue porque le tiene miedo, de inmediato corrigió, “no, nos tiene pavor”. Dijo que en la última encuesta él tenía 54 por ciento de preferencia y el más cercano, el candidato del PRI-PRD, Mario Moreno Arcos, 15 puntos.
 
“Desde ahorita les digo a los adversarios: voy a ser gobernador”, soltó y de nuevo se vino la euforia en la alameda.

Al final Félix Salgado dejó la alameda con el grito de "!Hay toro!, ¡hay toro!". 

Esa es otra interrogante quedó: ¿de verdad, hay toro?

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