Seguramente has escuchado que, cuando se presenta un huracán en cierta región, los aeropuertos cierran y las operaciones aéreas se suspenden, a veces por varios días. Pero, si por emergencia tuvieran que salir vuelos, ¿ un avión comercial podría volar sobre ese enorme fenómeno natural?

Hace unos días le hicieron esa pregunta a John Cox, un capitán retirado y columnista del sitio web USA Today. En corto, su respuesta fue que sí es posible volar sobre huracanes y, de hecho, a él le tocó hacerlo varias veces. Lo que no es posible es volar sobre las tormentas eléctricas que se forman a su alrededor.

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La diferencia entre ambos fenómenos es que las tormentas crean estructuras masivas de nubes que pueden alcanzar los 60 mil pies (muy por encima de la altura que alcanza un avión comercial), mientras que los huracanes generalmente no lo hacen, explica el sitio web The Points Guy. Además, es necesario considerar que una tormenta eléctrica puede crear turbulencias a grandes alturas.

La convección más alta en un huracán suele ser en el núcleo central de rotación; es decir, el ojo. Por eso sí se puede volar de manera segura en un avión comercial sobre ciertas partes de un huracán . Mientras más lejos te mantengas del ojo de un huracán, las condiciones del vuelo son más manejables.

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Cuando un avión tiene que volar sobre un huracán, evitar las tormentas eléctricas es crucial, dice John Cox. Monitorear dónde hay o podría haber tormentas y crear una ruta a partir de esa investigación es una tarea para los despachadores de vuelo o para los pilotos.

Cuando en 2018 el huracán Florence azotó la costa del Atlántico en Estados Unidos, un vuelo en particular llamó la atención de la industria. Se trató de un avión Boeing MD-80 de la aerolínea Allegiant, que voló por encima del huracán en lugar de irse por las orillas como todas las otras aeronaves; se trató de un movimiento un poquito polémico, pero era perfectamente seguro. De hecho tampoco se trató de algo arbitrario, pues en estos casos todas las aerolíneas reciben planes de vuelo y servicios de control aéreo durante el viaje.

Por supuesto, volar cerca de un huracán es algo que se evita lo más posible. De ser necesario, los vuelos se permiten hasta que los vientos alcanzan cierta velocidad (la cual varía dependendo del aeropuerto, la pista y la dirección del viento), y después de alcanzar ese límite el aeropuerto cierra.

En conclusión, volar sobre un huracán puede no ser un problema en lo absoluto. Pero, eso sí, requiere más planeación y detalle porque no es un trayecto donde puedas desviarte fácilmente para buscar mantenimiento o servicios médicos.

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