Una estatua dorada

del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan , erigida en el centro de Wiesbaden en el marco de un festival de arte ha desatado todo tipo de reacciones y ha obligado al propio alcalde de esta ciudad en el oeste de Alemania a tomar cartas en el asunto.

La efigie, de unos cuatro metros de alto

, fue descubierta la noche de este lunes en medio de la Plaza de la Unidad Alemana, con la ovación de algunos de los asistentes, escribe hoy el diario local Wiesbadener Kurier.

Los organizadores de la bienal de Wiesbaden, que este año se celebra bajo el lema de "Bad News" ("Malas noticias") y que apuesta en parte por la provocación, lograron su objetivo pues las reacciones no se hicieron esperar.

Ya anoche circulaban por las redes sociales imágenes y vídeos de la estatua de Erdogan, algunas también con banderas turcas, y con reacciones de los usuarios que van desde el enojo al desconcierto.

La efigie amaneció esta mañana con un pene dibujado en la pierna izquierda de la estatua y mensajes como "Fuck you" ("Que te follen") y "Turkish Hitler" ("Hitler turco").

El alcalde de Wiesbaden, Sven Gerich, expresaba hoy en su cuenta de Facebook su sorpresa por la instalación.

"Estoy de camino a la plaza, quiero verlo primero de cerca. El consistorio deliberará al respecto durante la mañana. He pedido a mis colegas del consistorio que me informen sobre la situación en lo relativo a la autorización", escribió.

Según una portavoz del ayuntamiento, citada por el diario "Bild", "la ciudad autorizó la instalación de una estatua y de un contenedor", pero "lo que no estaba claro es que se trataba de una efigie de Erdogan".

También la policía se mostró sorprendida, "al igual que el resto de Wiesbaden", declaró un portavoz de las fuerzas de seguridad, informa el "Wiesbadener Kurier".

"Conocemos el caso y vamos a ver cómo se desarrolla a lo largo del día. Por el momento no se ha registrado ningún delito" en relación con esta instalación artística, dijo la policía, citada por el "Bild".

Berlín y Ankara viven un período de tensión, en particular desde que el Parlamento alemán reconoció en 2015 como genocidio las masacres contra los armenios cometidas hace más de un siglo por el Imperio otomano y también después, con el golpe militar fallido en Turquía en 2016 al que Erdogan respondió con una ola de represión.

La detención en Turquía de varios ciudadanos alemanes por razones políticas,

entre ellos el corresponsal germano-turco Deniz Yücel, la periodista y traductora germano-turca Mesale Tolu -ambos ya de regreso en Alemania, pero pendientes de juicio-, y el activista alemán de derechos humanos Peter Steudtner -también libre-, han lastrado de manera importante las relaciones bilaterales.

Según el "Bild", Erdogan tiene previsto realizar en septiembre una visita de Estado a Berlín que el departamento de prensa del Gobierno alemán no ha querido confirmar por el momento.

akc

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