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La Secretaría de Cultura, dice su titular Alejandra Frausto, era un “archipiélago institucional”, por eso una de las metas más importantes era lograr en los primeros 100 días de gobierno un “proyecto común” con todas las áreas y las dependencias que la conforman. Ahora, asegura en entrevista, se ha conseguido dar coherencia a una política cultural que busca la defensa de los derechos culturales y pasar de un “sistema de algunos privilegios” a una garantía de derechos, entre otros objetivos.

En el marco de los 100 días de gobierno de la nueva administración, la funcionaria —quien ya había trabajado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, en 2006 durante el plantón en Reforma fue la encargada de programar conciertos y espectáculos— comparte avances de las acciones que emprenderá, entre las que destaca el trabajo interinstitucional que se llevará a cabo en el desarrollo del Tren Maya, que conectará las principales ciudades y zonas turísticas de la Península de Yucatán.

Alejandra Frausto adelanta que la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y la Dirección General de Culturas Populares estará “trabajando de la mano” del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), responsable de la creación del Tren Maya, y garantiza que habrá “una total salvaguarda del patrimonio arqueológico existente o, en su caso, por descubrir”.

La coordinación, abunda, se está generando en diferentes niveles, el más profundo involucra al INAH por la posibilidad de hallar vestigios arqueológicos y por el fortalecimiento de las zonas arqueológicas. Cuenta que se están realizando  diagnósticos y reconocimiento del terreno a través de alta tecnología para saber qué hay en el subsuelo, y que si se hallaran vestigios “pequeños” se hará un “salvamento” y se involucrará a la comunidad para hacer “museos custodios, museos comunitarios”.

Frausto afirma que “de haber hallazgos más significativos o si hay probable afectación al patrimonio, el proyecto del Tren Maya se retrasará y se volverán a trazar las rutas pertinentes”, y que se analizará la protección del patrimonio ferrocarrilero e infraestructura del siglo XIX, como las estaciones.

“La protección del patrimonio está absolutamente garantizada, se revalorará y  servirá  para el rescate y la dignificación de los sitios abiertos o de la posible apertura de algunos que no se conozcan; todo va de la mano del patrimonio biológico y ambiental”.

Patrimonio inmaterial. Las Unidades Regionales de Culturas Populares serán responsables de la salvaguarda, promoción y fortalecimiento del patrimonio cultural inmaterial de la zona. “Hay muchas prácticas culturales que serán no sólo evidenciadas sino fortalecidas; ahí también participará el INALI porque hay un mapa lingüístico muy importante, y el Fonart, por las técnicas artesanales que existen; se verá cómo fomentarlas y generar una economía local más fuerte”.

Adelanta que en  el legado artístico que se cree allí —arquitectura, escultura y espacios que se diseñen—, el INBA trabajará  con Fonatur. “Para nosotros esto es un corredor cultural, así que se fortalecerán las zonas y se detonará una economía creativa muy importante. Es un proyecto transversal con impacto importante, es también una intervención cultural que está económicamente a cargo del Fonatur, la inversión será de ellos, pero el proyecto y el diseño cultural será nuestro”.

—Hasta ahora, eres la única integrante del gabinete que no ha acudido a la conferencia matutina del Presidente; además, él no acudió al anuncio del Programa Nacional de Cultura Comunitaria. ¿Hay una relación cercana con el Presidente?

—¡Sí! —responde de inmediato y añade: “Y de absoluta confianza. Tenemos reuniones muy seguido, estamos trabajando proyectos que para él son estratégicos, que tienen que ver con fortalecer la diversidad cultural. Está muy al tanto de todo lo que estamos haciendo en Cultura. Tiene mucho interés con todo lo que tiene que ver con nuestro pasado, con el INAH, para que se fortalezca, se preserve, se dignifiquen los espacios. Hay un proyecto estratégico que tiene que ver con los 100 días, sobre esta forma de gobernar de puertas abiertas que son Los Pinos”.

—¿No han coincidido públicamente por cuestiones de agenda?

—La vida pública tiene enormes compromisos todo el tiempo, estamos aquí y allá, coincidimos mucho en giras de trabajo, trabajamos mucho fuera de la Ciudad de México. Y sí, no creo que signifique nada...

En estos 100 días de gobierno, la Secretaría de Cultura, destaca Frausto —quien comenzó su carrera en el ámbito cultural en 1998 cuando fue directora de Difusión Cultural de la Universidad del Claustro de Sor Juana— se ha dado una gran atención a cuestiones burocráticas y administrativas para “tener garantizada la transparencia, evitar corrupción y simulación de ciertos procesos” que alargaban el cumplimiento de programas culturales. “Volver más ágil a esta institución requiere de análisis”, ataja.

Cultura Comunitaria. Resalta que transformar el “trabajo de un nivel centralizado a uno territorial es una apuesta muy grande”, por ello una de las líneas de acción más importantes es el Programa de Cultura Comunitaria, que abarcará 720 municipios, que dio a conocer hace unas semanas y arrancó en Michoacán.

“Cultura no puede estar al margen de una realidad que tiene que ver con desigualdad de oportunidades,  con temas que nos preocupan mucho como la inseguridad, jóvenes con pocas oportunidades, lugares con extrema marginación o violencia, por eso ahí va a caminar Cultura Comunitaria”.

Con este programa, asegura, trabajan con la iniciativa privada. “Queremos que lo reconozcan como un programa que tiene futuro porque al tener esta posibilidad de una comunidad creativa, vamos a detectar, sin duda, talentos a los que vale la pena generar un segundo escalón, para que se formen en una disciplina artística. No todos van a ser artistas, pero todos van a conocer alguna disciplina”.

El Fonca y Bellatin. Respecto a la polémica en torno a la “refundación” del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), Frausto dice que se tomarán las decisiones que se tengan que tomar.

Describe que es una institución con 30 años “y como todas las instituciones hay que pensarlas, saber dónde están sus fortalezas y dónde pueden mejorar; hay que saber dónde se tiene que pelear por acciones de inclusión y defensa de la libertad creativa”.

“Hay muchos creadores que tienen interés en proponer mejorías para el Fonca y eso es lo que se hará. El sistema de estímulos a la creación que tiene México es ejemplar, no existen muchos en el mundo, es una fortaleza institucional que va a continuar, pero hay que platicar con la comunidad, hay opiniones encontradas sobre cómo mejorarlo. El diálogo es una parte fundamental de nuestro trabajo”.

Reitera que habrá mesas de trabajo para escuchar y “pelotear ideas con la comunidad porque los cambios no se dan de manera unilateral. Hay que escuchar distintas voces y mejorar lo que haya que mejorar”.

—En algún momento se tienen que tomar decisiones aunque sean impopulares, ¿no?

—Se van a tomar las decisiones que se tengan que tomar para que el Fonca se fortalezca en los principios de inclusión, libertad y transparencia.

Sobre el encuentro del 7 de marzo, donde hubo fuertes reclamos de la comunidad, Frausto apunta: “Hubo un encuentro muy desafortunado, Mario (Bellatin) enfermó, no llegó y eso generó un ambiente muy ríspido y lo lamento y lo lamenté en el día”.

—Más que la ausencia de Bellatin lo que parece que más inquietó fue la falta de claridad sobre lo que va a cambiar.

—No se ha comunicado exactamente lo que va a cambiar —zanja Alejandra Frausto.

—Ese es justo el problema, no se presentaron los cambios, la gente está preocupada porque el tiempo pasa.

—Estamos, como te digo, concluyendo estas mesas de diálogo para estos puntos de vista. Marina (Núñez) trabaja en la propuesta para abrirla a la comunidad y saber cómo se genera un proceso más justo.

Ayer, días después de la entrevista con Frausto, la Secretaría informó que las mesas serán  los días 22, 26 y 29 de marzo en Monterrey, Mérida y Ciudad de México, respectivamente.

Los Pinos. Otro de los proyectos pilares de la administración de Frausto es la consolidación del Complejo Cultural Los Pinos. Detalla que la custodia y seguridad seguirá siendo competencia de la Secretaría de la Defensa, pero  todos los gastos correrán a cargo de Cultura; aún no tiene definido el presupuesto ni el perfil que tendrá. Su idea es que “los procesos creativos estén en evidencia en ese lugar”, que los espacios abiertos “se presten para manifestaciones escénicas de cualquier tipo” y el cine será una de ellas. Contempla que “exista algo que se relacione con ciencia y arte, que exista música y talleres, que las familias tengan una oferta cultural diferente a la de otros espacios”.

Adelanta que próximamente presentará un consejo que realizará la curaduría artística y de programación, que está conformado por artistas visuales, músicos, arquitectos, urbanistas y escritores; y que conformarán un comité interinstitucional para la operación a fin de “lograr la interrelación que hay con el Bosque de Chapultepec, con los museos de la zona y con la Casa del Lago” para lograr un espacio cultural mucho más amplio.

“La idea es que en el primer semestre del año demos resultados de todo lo que se puede hacer en Los Pinos, habrá algunas acciones por parte de Cultura que ya se implementarán estas semanas  de manera permanente. La Orquesta Escuela Carlos Chávez tiene una programación cotidiana, y grupos de Bellas Artes empezarán a ser parte de esta programación”.

La secretaria informa que las esculturas de los expresidentes continuarán en el lugar y que la casa Lázaro Cárdenas podría ser un museo de sitio sobre el inmueble como residencia presidencial; otros espacios como la cancha de tenis techada se adaptarían como sala de conciertos y el helipuerto se utilizaría para eventos masivos de música o cine. Y resalta: “No se construirán, sólo se adaptarán los espacios”.

La funcionaria insiste en que recibió Los Pinos tal y como se abrió el complejo el 1 de diciembre, pero considera que hay una memoria que se puede rescatar de las anteriores épocas: “Vimos unas fotos  de  la casa Miguel Alemán que tenía tapetes de Temoaya preciosos y candiles de hierro forjado, pasaron muchos estilos de artes decorativas y será una línea interesante (de investigación)”.

Reconstrucción. La reconstrucción del patrimonio cultural tras los sismos de septiembre de 2017 es otro de los ejes de mayor interés. Anuncia que el presupuesto asignado para esta tarea está en marcha tras un retraso en las negociaciones con la compañía aseguradora.

“El tema de los seguros se destrabó. En un inicio fue uno de los frenos más grandes que se tuvo. Se están conformando todos los expedientes y se trabaja en un avance; pronto haremos un informe puntual de los inmuebles que se han entregado, y sobre todo de este recurso que se tiene dentro del Plan Nacional de Reconstrucción para otros tantos inmuebles que no se tenían catalogados dentro del primer número de 2 mil 300”.

Asegura que “el Plan Nacional tiene previstos 800  millones de pesos que podrán ejercerse para la restauración de bienes muebles, por ejemplo, de arte sacro, que no estaba contemplado en el presupuesto inicial por los seguros y por Fonden. “Con el diagnóstico que tenemos a este nivel no me atrevería a dar una fecha de término de reconstrucción, estamos estudiando hasta dónde se va a prolongar este trabajo. Hay un replanteamiento de varios de los criterios que se establecieron para el avance del trabajo, sobre todo de las zonas más sísmicas, hay lugares a donde tenemos que entrar con mayor fuerza, como Oaxaca, porque ahí sigue temblando”.

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