Turistas nacionales y extranjeros, vendedores y comerciantes de artesanías, así como autoridades de esta legendaria zona maya, consideraron “fundamental e importante” que el próximo gobierno de la República, cumpla su compromiso de construir el Tren Maya y que incluya este sitio en el derrotero, pues no solo permitirá unir ciudades, sino además provocará un “boom” en la afluencia turística y la derrama económica de la región.

Asimismo, , considerada como una de las 7 maravillas del mundo moderno, tendrá un impacto mucho mayor en su economía y se revertirá en sectores hoteleros, comerciales, turísticos, alimentarios y también en el transporte terrestre.

El Tren Maya que anunció el presidente electo Andrés Manuel López Obrador que se haría en un plazo de cuatro años, no consideraba, en su idea original pasar por Yucatán y tampoco incluía ciudades yucatecas como Valladolid y Mérida, mismas que ahora tendrían –con el proyecto modificado- estaciones de este sistema de transporte ferroviario.

Las cifras actuales de la zona maya revelan que el flujo de visitantes durante un año es de 2 millones de personas aproximadamente y de éstas, 85% son gente del extranjero, de diferentes países del mundo y 15% restante son de origen nacional.

Los visitantes de carácter nacional pagan por ingresar a la zona maya 168 pesos (70 pesos para el Patronato Cultur y 98 pesos para el INAH) en tanto que los extranjeros erogan 254 pesos por acceso (70 pesos para Cultur y 184 pesos para el INAH).

Esos pagos son para la operación y administración de la delegación del INAH en Yucatán y del Patronato Cultur del gobierno del Estado que supervisa y vigila el lugar. Los yucatecos están exentos del cobro estatal debido al decreto 579/2018 que emitió el Gobierno del Estado.

Ante el anuncio del proyecto del Tren Maya, EL UNIVERSAL realizó un recorrido en la misma zona arqueológica enclavada a 120 kilómetros de Mérida en el oriente del Estado y cercana al municipio de Valladolid, (30 kilómetros) y que es otra de las ciudades de historia colonial de Yucatán y en donde también pasaría el transporte ferroviario.

Ahí, entre monumentos arqueológicos, el intenso calor y los inclementes rayos solares, turistas de Guerrero que por primera vez acudían al lugar, señalaron que instalar un Tren Maya para llegar hasta Chichén Itzá es una “idea fabulosa” pues abatiría costos y tiempo para los turistas.

De paso representaría mayor flujo turístico no solo a nivel nacional e internacional, comentaron Luis Rendón Paz y su novia Elizabeth Cruz, quienes durante 3 días estarán visitando Chichén Itzá y sus alrededores.

Al igual, los turistas extranjeros, Miguel Mira y María Valenciana, ambos de Madrid, España, comentaron que en Europa se ha comprobado que “los trenes unen ciudades y abaten costos según la moneda del país”.

Los dos viajaron desde España para conocer la cultura maya y los monumentos arqueológicos y señalaron que en caso de instalarse el Tren Maya, seguramente tendrían más posibilidades de viajar en un futuro inmediato hacia Cancún y de aquí regresar a Chichén Itzá, porque “toda esta cultura es verdaderamente fascinante”.

Otros turistas más, de Bogotá, Colombia, Hugo León, manifestaron que los trenes suelen ser rápidos y más seguros que otro tipo de transporte por lo que contar con uno que recorra la región sureste de México, es buena idea. “Ojalá se haga realidad, que cumplan, porque luego pasa que se dicen cosas y no se terminan…”

Buen proyecto.

Por su parte el Director del Patronato Cultur del gobierno del Estado, Dafne López Rodríguez dijo que aunque aún se desconocen muchos detalles de lo que sería el Tren Maya, es una magnífica idea porque Chichén Itzá es una zona maya constantemente visitada por turistas nacionales y extranjeros.

Declaró que el lugar está bien administrado y conservado y es uno de los atractivos turísticos más importantes de Yucatán.

Vendedores a favor. Por su parte, decenas de vendedores –cerca de 300- que mediante un permiso especial y temporal venden sus artesanías en la zona arqueológica señalaron que la instalación del Tren Maya “sería una esperanza para nosotros que vivimos todos los días del turismo”, porque aseguraría que la gente no deje de venir.

Manuel Chay Sulub de 52 años de edad, heredó de sus abuelos y padres el oficio de tallar madera y formar figuras mayas para vender a turistas nacionales y extranjeros.

Él, su esposa, nuera y dos hijos trabajan artesanías de madera y cemento mismas que venden a diferentes precios, desde los 75 a los 350 pesos, las máscaras mayas, reliquias del castillo principal de Chichén Itzá, entre otras curiosidades. Declaró que ya escuchó hablar del Tren Maya y que en su opinión es una idea genial que permitiría a todos los habitantes de Pisté (comisaría de Tinum, municipio colindante a la zona maya de Chichén Itzá y de donde es originario), asegurar su empleo con los turistas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses