Palou habla de todos los miedos

yanet.aguilar@eluniversal.com.mx

El presente de México es macabro. Este país en donde hay dos traileres de cadáveres que no encuentran sepultura; donde antes de un encuentro de futbol, aficionados acuchillan al del otro equipo y de todas maneras hay juego; en donde unos mariachis disfrazados matan en Garibaldi y luego sigue la música... Este México brutal que se desmorona es el escenario donde transcurre Todos los miedos, la nueva novela de Pedro Ángel Palou.

El narrador y sociólogo asegura que su novela publicada por Planeta es un grito de ¡Basta! y espera que el grito se vuelva colectivo. “No podemos permitir que esto siga pasando. Creo que uno de los personajes más frágiles es el periodista, pero sobre todo la mujer periodista en México, lo es por todos los lados, el jefe de la edición o de la sección es hombre, el dueño del medio es hombre, los que ejercen el poder, todos son hombres, Daniela vive en su cuerpo todos los días la discriminación también y yo quería por eso centrar la novela en una mujer periodista que probablemente ejerce el periodismo en México e intenta ejercer un reportaje de investigación cuando su propio medio no le publica... que el ejercicio es cada vez más peligroso, y también enfrenta al poder de manera brutal y su única defensa y su única arma es la palabra y la verdad”, señala Palou.

El autor de Paraíso clausurado dice que él tenía una responsabilidad de dejar por un rato la novela histórica y escribir una novela desde el presente, un presente que es mucho más difícil de comprender cuando no tienes la distancia histórica. “Nos hemos acostumbrado tanto a la violencia en México que de pronto sólo hay números. Acaban de asesinar a un periodista en Chiapas y muchísimos titulares de los periódicos dicen ‘el noveno periodista asesinado’ y vas y lees los dos primeros párrafos y no aparece su nombre en ningún lugar y me parece absurdo porque necesitamos nombrar la realidad si queremos cambiarla”.

Eso es lo que él quería en este libro, pero en tiempo real. La novela está a propósito contada en 11 horas y amalga muchas anécdotas que han ocurrido en la Ciudad de México, pero las junta todas en 11 horas para que el lector se dé cuenta del grado de miedo en el que vivimos todos los ciudadanos.

“Es tristísimo que vivamos en una Ciudad de México así. Era obligatorio poner en 11 horas toda la violencia que conocemos. Cuando tú trabajas el género negro, la diferencia entre el misterio y el suspenso es que en el misterio el lector hace un ejercicio intelectual, está tratando de descubrir qué va a pasar; en cambio en el suspenso no sabes qué va a pasar, la sorpresa es permanente. Cuando piensas que ya viviste lo peor de la novela o de las anécdotas que has vivido te enfrentas a un nuevo suceso brutal, que incluso es más fuerte que el anterior. El suspenso está basado en la emocionalidad, no en la racionalidad, yo lo que quería es que sintieras lo que está viviendo Daniela”, señala.

La protagonista de su novela se llama Daniela Real, quería el apellido aunque sabía que hay una homonimia con una periodista de carne y hueso llamada Daniela Rea; a ella le mandó la novela diciéndole que no era una novela sobre ella pero sí era un homenaje a ella y a otras periodistas que están ejerciendo con gran fuerza el periodismo.

Ella le escribió una carta muy bonita pero también muy dolorosa en donde le decía: “Yo no soy las más adecuada, hay otras mujeres que han sufrido mucho más que yo, pero yo sí viví una temporada muy parecida a la que tú describes y temía por mí, pero sobre todo temía por mi hija”, cuenta Pedro Ángel.

Quiso darle al lector lo que no le deja sentir el periodismo: emoción. Dice que la novela, a diferencia de la noticia o el reportaje de nota roja, que son números e historias planas, le da al lector la posibilidad de sentir lo que sienten los personajes y lo va a revivir porque lo ha sentido también en la vida real.

“Creo que los mexicanos hemos estado gritando ¡basta! de muchas maneras, una es ésta, la literaria, pero también lo hemos hecho en las urnas recientemente, no podemos permitir que haya este grado de impunidad que trae consigo la corrupción”, afirma Palou.