En 1975 arrestaron al narco Sicilia Falcón en casa de “La Tigresa”; “cierto que le he hecho favores”, dijo Irma Serrano

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La mañana de este 1 de marzo, la Asociación Nacional de Intérpretes dio a conocer el sensible fallecimiento de la actriz Irma Serrano a sus 89 años de edad, la artista que era mejor concida como "La Tigresa", por lo que recordamos cuando estuvo en el ojo del huracán por el arresto del narco Sicilia Falcón.

En 1975 autoridades de México y Estados Unidos detuvieron a 27 traficantes de drogas, entre ellos al cubano Falcón , que vivía en Agua 150, Pedregal de San Ángel, o en la habitación 1102 del hotel El Presidente .

Esa casa en el Pedregal era propiedad de la actriz Serrano . Hilarión Ochoa Recillas , uno de los narcotraficantes, afirmó que “Irma Serrano tiene íntima relación con la banda… era fiadora de la casa que está en la calle de Agua 150, Pedregal de San Ángel, donde vivía Alberto Sicilia Falcón”, dijo a las autoridades.

Estar involucrada en el escándalo no gusto a “La Tigresa”, quien amenazó a un periodista de EL UNIVERSAL y al resto de la prensa de hacer “sensacionalismo a sus costillas”:

“Mi venganza irá más allá de lo legal… buscaré la forma de cobrarme y… esto va por todos… también usted”, dijo la actriz.

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10 de julio de 1975

Por Ángel Gómez Granados, redactor de EL UNIVERSAL

Con la aprehensión de 27 traficantes más -10 en Estados Unidos y 17 aquí-, las autoridades mexicanas y norteamericanas consideran que fue aniquilada ya la organización más grande del mundo de traficantes de drogas, puesto que los detenidos son los principales jefes de las “mafias”.

El licenciado Pedro Ojeda de Paullada, procurador general de la República, en una conferencia de prensa dada ayer a las 12.40 horas en su despacho, informó que los detenidos hacían grandes remesas de cocaína, de 50 o más kilos, y no se puede precisar si esas remesas eran diarias, semanales o mensuales, y que incluso los detenidos “trabajaban” inicialmente con mariguana, y eran los propietarios de la gran cantidad de esa droga -42 toneladas- decomisada en junio del año pasado.

Añadió que los traficantes detenidos en México son el cubano Alberto Sicilia Falcón y Carlos Ángel Kirikiades. Indistintamente vivían en Agua 754 o Nieve 180, Pedregal de San Ángel, o en la habitación 1102 del hotel El Presidente.

Precisó el procurador que esta es la culminación de varias investigaciones y que por lo que respecta al cubano Sicilia, se empezaron a tener “noticias” de él hace por lo menos tres años.

16 de julio de 1975

La actriz, cantante y empresaria teatral Irma Serrano se vio involucrada con la banda más grande de narcotraficantes que fue aprehendida la semana pasada en una acción mancomunada por los policías de México y Estados Unidos. Otro tanto ocurrió con el rejoneador y actor Gastón Santos.

Esto sucedió ayer al rendir su declaración preparatoria los 12 integrantes de la banda internacional de narcotraficantes, ante el licenciado Rubén Montes de Oca y Ponde León, juez tercero de Distrito en materia penal.

Hilarión Ochoa Recillas, uno de los narcotraficantes, afirmó que “Irma Serrano tiene íntima relación con la banda… era fiadora de la casa que está en la calle de Agua 150, Pedregal de San Ángel, donde vivía Alberto Sicilia Falcón”.

Por su parte, Alberto Sicilia Falcón, señalado como el cabecilla de la banda, al mencionar en su declaración a “La Tigresa”, señaló que “Irma y yo somos muy buenos amigos”.

El narco al que arrestaron en casa de “La Tigresa”

Foto: Hemeroteca/ El Universal

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También Concepción Baeza Primo, quien fungía como cocinera de Sicilia Falcón y que confesó ser esposa de éste, aludió en su declaración preparatoria a la conocida actriz. Dijo que su marido era visitado en su residencia del Pedregal de San Ángel “por muchas personas, entre ellas, la cantante Irma Serrano y el rejoneador Gastón Santos”.

Al ampliar su declaración, Hilarión Ochoa Recillas, quien cuidaba la casa del Pedregal de San ángel, manifestó que en varias ocasiones le entregó algunos cheques a Irma Serrano “que le enviaba mi patrón”, y agregó que “La Tigresa” “en muchas ocasiones iba a visitar a Sicilia Falcón”.

En otra parte de su declaración, Alberto Sicilia Falcón negó rotúndamente dedicarse a actividades ilícitas. Afirmó que anteriormente se declaró culpable debido a los tormentos a que fue sujeto, desde el momento de su captura hasta su consignación ante el juez penal.

Con respecto a la droga decomisada, afirmó que era para su uso personal. Aceptó conocer a varios de sus coacusados y manifestó que si atentó contra su vida en días pasados, fue con el propósito de evitar que se le siguiera atormentando.

17 de julio de 1975

Irma Serrano amenaza: “Si algún periodista abandona la información oficial tratando de hacer sensacionalismo a mis costillas, mi venganza irá más allá de lo legal… buscaré la forma de cobrarme y… esto va por todos… también usted”.

La voz de Irma sonó firme. Estaba seria cuando EL UNIVERSAL habló con ella.

Y agregó: “No estoy dispuesta a seguir siendo materia de sensacionalismo gratuitamente… si como artista doy qué decir, acepto críticas, porque mi trabajo como tal pertenece al dominio público, pero en mi vida privada nadie tiene derecho a meterse, so pena de que lo pague y… muy caro”.

Irma Serrano, temperamental y siempre agresiva continuó: “He dicho ya hasta la saciedad que efectivamente conozco a Sicilia Falcón desde que sufrí un intento de secuestro, el cual fue frustrado por Sicilia Falcón… en esa ocasión arriesgó su vida por mí, y yo soy una mujer agradecida, pero nada más… cierto que le he hecho algunos favores, pero esos han sido a la persona que hizo algo por mí y nada más… si él en sus actividades se pone al margen de la ley, no es responsabilidad mía”.

La Tigresa calló… luego, repentinamente y visiblemente indignada, dijo:

“Ya estoy cansada de que Irma Serrano sea siempre motivo de sensacionalismo… cierto que soy una mujer muy temperamental, pero estoy muy lejos de ser lo que han querido que sea… soy una mujer de trabajo y nada más”.

Y reiteró: “Mi amenaza va en serio… para ustedes y para quien se atreva a difamarme o a involucrarme sin razón en hechos que dañen mi honorabilidad.

“Sea quien sea el que trate de hacer sensacionalismo a mis costillas, la pagará y bien caro”.