Fue en el año 1923 cuando El Gráfico, de EL UNIVERSAL, anunciaba la llegada de los Ku Klux Klan con una gran foto intimidante. ¿A quiénes perseguirían en un país donde gran parte de su población es oscura? La verdad es que este grupo, que también se hacía llamar Imperio Invisible no tenía las mismas prácticas que sus homólogos en Estados Unidos.

Pese a que compartían atuendo y nombre, aseguraban dedicarse a combatir a las personas “malvadas” que no cumplían la ley. Incluso, para evitar el malentendido el grupo liderado por el Gran Brujo Imperial envió una carta al director de este medio para aclarar la diferencia.

El periódico se enteró de la presencia del grupo a través de una carta anónima donde se señalaba el punto de reunión. Un reportero mandó a hacer su túnica blanca y se adentró a la reunión para el reportaje.

Así fue como El Gráfico, de EL UNIVERSAL, anunció la presencia de esta secta en nuestro país.

Ya hay Ku Klux Klanes en México

11 de julio de 1923

-Castigo a los malvados que obtienen protección de la justicia. Tal es el fin que se proponen los Ku-Klux-Klanes que se organizan en México y que desarrollarán en secreto una acción directa.

¿Quién no ha oído hablar de los Ku-Klux-Klan, esa asociación tenebrosa que persigue fines altamente morales y que, en la sombra, arden las venganzas contra sus enemigos?

Los Ku-Klux-Klan han dado mucho quehacer a las autoridades de los Estados Unidos. Mientras que una de ellas han jurado perseguirlas hasta el último momento, otras les prestan toda clase de apoyo hasta el grado de permitirles que usen los parques y terrenos de la nación para celebrar sus tenidas en las que se admite a nuevos miembros en la agrupación.

Los klanes en México

Y los “Ku-Klux-Klan”, la asociación tenebrosa que persigue fines altamente morales, ha aparecido ya en México.

Esta noticia, a decir verdad, no nos ha alarmado; por el contrario, ya la esperábamos. Siendo los Estados Unidos un país frontero al nuestro, nada más natural que puesto que de allá nos vienen las modas y hasta -triste es decirlo- muchos artículo de primera necesidad, viniera también el sistema de organizaciones de cierta clase de individuos que quieren hacer justicia por su mano ya que la justicia humana es muy flexible y complaciente.

Una carta misteriosa nos puso sobre aviso de la primera organización “Klanista” en México. La misión, como en reportazgos sucesivos se verá, por ser anónima no nos ofrecía muchas garantías; pero como en ella se nos daba una dirección, allí fuimos, como era nuestro deber y por eso podemos dar cuenta de los trabajos preparatorios y de la organización de una sociedad que, estamos seguros, va a dar mucho que hacer en México.

Y tuvimos ocasión de conocer los orígenes de la naciente agrupación: De los Estados unidos llegó hace poco tiempo un caballero de buena presencia y de mejores modales, que sabedor de cómo andan por aquí los entuertos de la Justicia, comprendió que era este terreno más que propicio para las actividades de una asociación puritana de acción secreta y directa. Y hombre activo al fin, puso sin demora manos a la obra.

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Tuvo la suerte de tropezar con hombres completamente morales y de corazón bien puesto a quienes expuso los fines que lo traían a México y los invitó para que desde luego, constituyeran el pie veterano del “Klan” mexicano.

Nuestros paisanos aceptaron, juraron que cumplirían con todas las disposiciones del Gran Brujo Imperial que fuera designado de entre ellos y el Klan se construyó usando los juramentos, el mismo uniforme que los del país vecino, haciéndose sólo una modificación en la cruz que llevan los klanistas americanos en el pecho, del lado del corazón.

En el “Klan”

Sabedores, pues, de los fines que persiguen los klanes en los Estados Unidos, debemos decir, aunque con el temor de que se me crea petulante, que el periodista, cuando se mandó hacer su uniforme blanco con la cruz en el pecho y en la capucha, no tuvo absolutamente ningún temor, el que sí sintió, sin embargo, cuando llegó a la casa de una de las calles de la popular colonia Guerrero, donde se reúnen los klanistas para discutir todavía sobre su organización.

La casa, amueblada bastante bien , si no a todo lujo y como detalle de mal gusto de los klanistas sólo debemos referirnos a la escasez de iluminación.

Un solo foco que colgaba del techo a gran altura, enviaba sus reflejos sobre los hábitos blancos de los conjurados.

No hubo en la reunión el ¿estamos todos? del que hablan algunos autores refiriéndose a organizaciones como la que nos ocupa.

Cada vez que entraba alguien de la calle, ya con su hábito puesto, todos los presentes lo veían con gran curiosidad hasta que se ponía la mano izquierda a la altura del pecho y extendía la derecha al estilo de los fachistas (sic.) en Italia.

El día que llegó el Ku Klux Klan a México y le mandó una carta a EL UNIVERSAL
El día que llegó el Ku Klux Klan a México y le mandó una carta a EL UNIVERSAL

Foto: Hemeroteca El Universal

En la junta, al igual de lo que se hace en un sindicato común y corriente, se dió (sic.) cuenta con las primeras solicitudes de las personas que desean ingresar a la agrupación.

La diferencia está en que en los sindicatos es el Secretario General el encargado de hacer esto y en el “Klan” fue el Gran Brujo Imperial el que tuvo necesidad de leer, y no con voz cavernosa como espera el curioso lector, las solicitudes a que me refiero.

Además, se acordó organizar en la organización entre en auge, una tenida en pleno campo oyendo todos los juramentados a caballo, sobre animales de distinto color, ya que en eso no se han podido uniformar todavía, y solamente el Gran Brujo Imperial en un potro blanco donde deberían admitirse nuevos miembros, a los que se habrían de dar las señales que usan los klanistas.

El programa de “depuración social” de los Klanes de México

12 de julio de 1923

- En este medio, campo propicio para todas las injusticias, la nueva organización cree responder a una urgente necesidad

Una intensísima onda de curiosidad ha hecho estremecer y sonreír en cierta forma a los habitantes de la Ciudad de México, al conocer la noticia que en breves renglones lanzados todavía bajo la fortísima impresión de una reunión de encapuchados, dimos en la edición correspondiente al día de ayer, anunciando la formación en México de una logia Ku Klux Klan, a semejanza de las que hay establecidas en la mayor parte de los Estados de la vecina Unión Americana.

El público no tiene muy completa idea de lo que son y pueden ser los Ku Klux Klan; y esto se debe a que en los Estados Unidos, cuna de la misteriosa cuanto desconocida agrupación, se han formado muy diversas opiniones sobre los blancos encapuchados. En algunas entidades de la Unión, las autoridades protegen y aún forman parte de la sociedad, mientras que en otras los “klanes” son perseguidos como fieras.

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La prensa de unos y otros Estados refleja, naturalmente, el sentir de los regionales sobre la sociedad de las Tres K, y por ello es que la opinión pública de México está un tanto desorientada, siendo mayor aún su confusión desde ayer, cuando se dió (sic.) cuenta de que también aquí en México hay “Klanes”.

Veremos, pues, antes de pasar adelante, lo que los blancos encapuchados son, o dicen ser.

Los Ku Klux Klan, qué hacen, qué se proponen

Hace mucho tiempo hemos leído en diarios americanos, la etimología de los tres monosílabos que forman el nombre de la sociedad secreta que es en el mundo, hoy por hoy, una de las más discutidas e interesantes. Se dice que esas tres palabras, exhumadas de algún venerable papiro en el que había trazados caracteres sánscritos, quieren dar la idea de círculo, de unidad, de union; mismo emblema que han adoptado los modernos rotarios, agrupación cuyos objetos y tendencias son bastante bien conocidos del público.

Los que abiertamente simpatizan con los Ku Klux Klan, o los que ligeramente los defienden por temor a comprometerse mucho si lo hacen con calor, aseguran que los encapuchados son hombres de buena intención, que se han echado a cuesta la árdua tarea de componer el mundo, defendiendo a los débiles, a los olvidados de la justicia.

¿Es esto cierto? Sólo aquellos iniciados han aceptado someterse al Gran Visir Imperial, y los que han sufrido los rigores del castigo pueden decirlo a punto cierto.

Tal es la agrupación que se establece ahora en México, al decir de los amigos y partidarios de ella.

Cómo nació el klanismo entre nosotros

Aun cuando la idea original del Klanismo nació y se ha desarrollado en los Estados Unidos, el Klan de México no tiene ninguna relación con las sociedades secretas de las Tres K., que existen allende el Bravo (sic.). Han sido caballeros mexicanos y extranjeros residentes en nuestro país desde hace mucho tiempo, los que, convencidos de que esa asociación tiene un buen fondo y nobles fines han elucubrado el proyecto de organizar aquí una agrupación que tienda al castigo de los malvados, de los explotadores viles, de los desalmados que por cualquier motivo , indolencia judicial muchas veces, impotencia de las autoridades las más, sonríen triunfalmente después de cometer actos delictuosos, seguros de que ellos no serán colocados en las balanzas de la diosa vendada y de que la flamígera espada de ésta se quiebra como cristal al chocar con el oro.

Y para ello no es necesario que los organizadores de la agrupación hayan vestido el blanco uniforme durante cualquier actividad klanista desarrollada en alguno de los Estados de la Unión vecina; ni que hayan emplumado a un burlador, ni paseado en burro, con la cara vuelta al rabo, al usurero que presta al módico rédito de veinte por ciento mensual: ni haber hecho caminar veinte o más millas, a pie y descalzo, al hijo de familia que con su flamante auto “último modelo” mató al niño de un trabajador y está libre por haber dejado en depósito una insignificancia de dinero que ni falta le hace.

Los Klanes de México han seguido muy de cerca las actividades de los ya acreditados, pero no tienen ninguna relación con ellos y probablemente tampoco la tengan. Es casi seguro que hasta el uniforme sea reformado de cierta manera que evita toda relación hacia los Klanes americanos. Sólo el nombre subsistirá porque después de las actividades que han sido desarrolladas en los Estados Unidos, los tres monosílabos dan una clara idea de las tendencias de la agrupación de México.

Así fue como se efectuó el sábado la primera junta de los klanes de México; son muy pocos, algo más de una docena, todos ellos de reconocida honorabilidad y prestigiados como hombres de acción, que están dispuestos a desarrollar una activa propaganda entre los elementos sanos que hay en México para formar una valla que detenga la creciente actividad de los malvados.

Sobre todo, nada de intervenir en asuntos políticos, ni de abordar delicados temas religiosos, porque ello, además de desviar las actividades del klanismo, le restaría fuerza, porque todos aquellos elementos que no estuvieran de acuerdo con la orientación tomada en los casos que se presentaran, se rehusarían a seguir trabajando en la noble tarea que se han impuesto.

Ha empezado la propaganda

Como consecuencia de esa primera junta a que nos hemos referido, los primeros iniciados en el klanismo han dado comienzo a su labor de propaganda, sirviéndose de nuestro primer reportazgo de ayer para sondear las opiniones de sus amistades, sus tendencias y sus probabilidades de éxito. En forma oficial, algunos redactores de este diario han sido invitados a formar parte de la agrupación, habiéndose visto obligados a declinarla porque de otro modo tendrían que distraer su atención en las labores periodísticas que le han sido encomendadas aparte de que los de esta casa, para mantener su independencia, se hallan alejados de toda agrupación.

Se nos dice que esta misma noche se efectuará una segunda junta, ya en otro local porque el que primeramente escogido es insuficiente y que en ella los organizadores de la agrupación expondrán ampliamente las tendencias de los Ku Klux a los neófitos, facultándolos para invitar a sus amigos a concurrir a las subsecuentes juntas preliminares.

Cuando se cuente con un número regular de afiliados, se efectuará la primera tenida al aire libre, y en ella serán concedidos los primeros grados a los que reciban los más altos y honrosos títulos, y serán iniciados aquellos que formarán el ejército, con los grados a que sean acreedores por sus cualidades.

Se cree que a más tardar en cinco o seis días podrá efectuarse esa reunión al aire libre, con una concurrencia mínima de cien klanes.

La sociedad, ni que decirlo, puesto que la perspicacia del lector lo habrá adivinado, es de carácter completamente soviet.

El día que llegó el Ku Klux Klan a México y le mandó una carta a EL UNIVERSAL
El día que llegó el Ku Klux Klan a México y le mandó una carta a EL UNIVERSAL

Foto: Hemeroteca El Universal

Sin duda los briosos organizados han interpretado bien nuestra actitud que es de aplaudir

13 de julio de 1923

¡Bravo!!! ¡¡Bravo!!! ¡¡Cien veces… Bravo!! (sic.)

Los Ku Klux Klan de México, los miembros del Imperio Invisible, han enviado a EL UNIVERSAL GRÁFICO su primera comunicación oficial, confirmando en esta forma, ampliamente, terminantemente, nuestras informaciones publicadas en los números anteriores, sobre la existencia de la misteriosa agrupación secreta en México, y sus primeras actividades.

Desgraciadamente, esa primera comunicación que nos envían los Klanes por conducto del Mago Imperial, al formular una amenaza formal para todo aquel que inculpe a los blancos encapuchados, nos da a conocer el hecho de que entre los miembros del Imperio Invisible han sido mal entendidos los interesantes reportazgos que hemos venido publicando, suponiendo ellos que la intención de este diario es la de hostilizar en cualquier forma al desarrollo del klanismo en México, cosa completamente inexacta.

Este diario, conociendo las tendencias de los miembros del Imperio Invisible, ha procurado poner de relieve en sus anteriores informaciones cierta simpatía que siente y no puede disimular, para todos aquellos que en esta época en que las corazas de oro resisten los golpes de la espada de la justicia, se han echado a cuestas la labor de proteger y ensalzar a los humildes y a los burlados.

La carta de los klanes

Al medio día de ayer, cuando acabamos de cerrar nuestra edición ordinaria, llegó un sobre timbrado con sellos de entrega inmediata, conteniendo la carta siguiente:

“Ku Klux Klan. Imperio Invisible de México (absolutamente nacionalista).

En campo de sesiones, 12 de julio de 1923. —Sr. Director de EL UNIVERSAL GRÁFICO.— México D.F.

Señor: En sesión solemne celebrada hoy por la sociedad secreta Ku Klux Klan de México, se acordó protestar por la superchería que encierra la fotografía que publicada ayer por EL UNIVERSAL GRÁFICO a su digna y merecida dirección, en la que aparecen varios encapuchados con túnicas blancas, quienes burda e inocentemente se hacen llamar klanes.

También lee: 

“Los auténticos Ku Klux Klanes, aunque de acuerdo con los postulados que los pseudo klanes anuncian, tienen la obligación de hacer del conocimiento del público, que los klanes del reportazgo son supuesto. Nuestra sociedad pronto dará señales de poder y actividad, pues, estando hasta ahora, desde hace ocho meses, en periodo de organización, ha optado por permanecer ignorada, además de que no persigue publicidad.

“Hacemos esta rectificación para prevenir al país que desconocemos y castigaremos todo acto que se nos inculpe y que no merezca la aprobación de la klanería.

Pro-Patria. Honor. Justicia. — Castigo al que se oponga.

EL MAGO IMPERIAL."

Las fotografías de este diario

La comunicación que antecede constituye la ratificación de un estupendo triunfo informativo de este diario; ella dice que en realidad existen klanes en México, y que persiguen los fines benéficos a que nos hemos referido. No hay una sola palabra de protesta contra las informaciones escritas publicadas, con gran gusto por parte del público en nuestras dos ediciones anteriores; ni el menor reproche ni la menor ratificación.

Solamente se dice que es una superchería la publicación de un retrato, en la que aparecen unos individuos vestidos con túnicas blancas, “quienes burda e inocentemente se hacen llamar klanes”.

Nos permitimos manifestar al respetable Mago Imperial, que el fotógrafo y repórter que acudieron a la junta efectuada recientemente en cierta casa de la Colonia Guerrero —a la que comprobaremos haber asistido con la publicación de una carta en la que sae nos avisa el sitio y la hora de la reunión— el repórter y el fotógrafo, decimos, no podían cerciorarse si aquellos individuos eran efectivamente klanes o nada más se vestían como tales. Los periodista asistentes no tenían ningún modo de identificar a los presentes como miembros del Imperio Invisible, ya que ninguno de aquellos estaba iniciado. En cumplimiento de su misión periodística, el uno (sic.) formuló su reportazgo y el otro entregó la fotografía.

Por otra parte, este periódico, en virtud de todos los informes que tiene sobre el klanismo, ha expuesto en los dos reportazgos anteriores sus puntos de vista sobre esa agrupación defensora de los caídos y de los humillados, castigo de los desalmados y de los crueles, asote (sic.) de los que abusan de su poder en perjuicio de la humanidad.

No aceptamos, pues, como formulada contra nosotros la amenaza de castigar “todo acto que se inculpe al klanismo y que no merezca la aprobación del Gran Consejo”. Si alguna culpa existe en la publicación de datos referentes a grupos que no son klanistas, no corresponde a este diario, sino al Gran Consejo que se había abstenido de proporcionarnos los informes relativos a la organización y desarrollo del Imperio Invisible en México.

Además, tanto las dos palabras puestas entre paréntesis bajo el membrete (Absolutamente nacionalista) como el lema que precede a la firma del Mago Imperial (Pro-Patria. Honor. Justicia) confirman totalmente lo que hemos dicho de las tendencias del klanismo, lo que nos complace, tanto porque vemos que no estaban equivocadas nuestras informaciones, como porque constituyen una declaración precisa que hace los representantes del Imperio Invisible sobre las tendencias que normarán sus actividades.

¡¡Bravo!! EL GRÁFICO ha logrado un nuevo triunfo periodístico, formidable, estupendo…

Y para terminar una rectificación advirtiendo que no hacemos rectificaciones sino cuando absolutamente se imponen.

Al final de nuestro reportazgo de ayer aparece: “La Sociedad (de los Klanes) ni qué decirlo, puesto que la perspicacia del lector lo habrá adivinado es de carácter completamente soviet.

fjb

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