Durante más de tres décadas, desde 1960 a 1980 circularon entre la población de Tultepec, Estado de México, numerosos rumores respecto al descubrimiento de huesos de gran tamaño , hasta que en diciembre de 2015, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó el primer rescate controlado del esqueleto casi completo de un mamut.

La especie se exhibe el museo Casa de Cultura “Víctor Urbán Velasco”, de Tultepec, espacio que se ha convertido en un punto de referencia para que los pobladores de la región acudan a denunciar hallazgos y entregar piezas paleontológicas encontradas por ellos de manera fortuita.

Cada nuevo descubrimiento es como la pieza de un rompecabezas que aporta elementos para completar la imagen del pasado prehistórico.

A principios de febrero, el INAH comenzó a desvelar este nuevo hallazgo a través del salvamento arqueológico que emprendió en el terreno donde se construye la celda para relleno sanitario de Tultepec, y en poco más de un mes, el arqueólogo responsable del proyecto, Luis Córdoba Barradas, ha localizado los restos de por lo menos siete mamutes, los cuales, por las capas estratigráficas, calcula tienen 14 mil años de antigüedad, se detalló en un comunicado.

Los restos se han encontrado incompletos y dispersos, en dos secciones de excavación: una al norte y otra al sur de la obra, separadas por 40 metros.

El arqueólogo explica que mamut encontrado en 2015, estaba muy cerca del pie del cerro de Tultepec, una zona que en el Pleistoceno, durante ciertas temporadas, se convertía en la orilla del lago de Xaltocan.

El arqueólogo advierte que los dos casos son muy diferentes: el esqueleto del mamut de Xahuento se encontró casi completo y sus huesos juntos; en esta ocasión son dos secciones de excavación donde hay restos de varios mamutes, pero todos incompletos y dispersos; seguramente quedaron empantanados dentro de las fosas, formadas cuando bajó el nivel de agua del lago.

Hasta el momento se han contabilizado por lo menos siete ejemplares, a partir de la presencia de huesos diagnósticos: en la fosa del extremo norte hay restos de dos mamutes ya que se encontraron cuatro defensas y dos mandíbulas; ahora comienza a desvelarse parte de una pelvis, varias costillas, vértebras y un húmero.

Al momento se han levantado 238 huesos: defensas, pelvis, escápulas, costillas, vértebras; algunos ya fueron trasladados al museo Casa de Cultura de Tultepec, donde recibirán tratamientos de conservación y análisis para su posible exhibición. En tanto, aún están en proceso de excavación unos 40 huesos, pero es posible encontrar más, afirma el arqueólogo e informa que las excavaciones continuarán por lo menos durante dos semanas.

Este hallazgo ha permitido obtener más información de la parte norte de la Cuenca de México, que hasta hace cuatro años era prácticamente desconocida, comenta Luis Córdoba Barradas.

En diferentes sitios de la Cuenca de México cada vez es más común hallar restos de megafauna del Pleistoceno, como consecuencia de las obras de infraestructura y desarrollo urbano, quedando al descubierto un pasado lacustre determinado por cinco lagos: Zumpango, Texcoco, Xochimilco, Chalco y Xaltocan , así como un hábitat favorable para que animales herbívoros como el mamut se alimentaran. El sitio reportado en Melchor Ocampo se registró por el INAH y está a la espera de ser excavado, finaliza el arqueólogo Córdoba Barradas.

akc

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