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Se puede decir que el Museo de la Caricatura , que se encuentra en un edificio del Centro Histórico y conserva una colección de alrededor de 5 mil materiales, del siglo XIX al presente, es el que se ha visto más afectado por la pandemia de Covid-19 .
Su crisis viene de antes, pues el edificio histórico, en Donceles 99, resultó dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017 , y aunque la restauración inició, ésta nunca concluyó. De tal suerte que 70% de su espacio está cerrado. ¿Y quién paga por pasar a solo dos salas?, reconoce su director.
Juan Terrazas
, caricaturista y director del Museo, trabaja con otros dos colegas en el Museo, Flores y Merlín. Los tres integran la planta del Museo, que abrió sus puertas en 1987. Antes de la pandemia, eran diez, pero otros siete caricaturistas, mayores de 60 años, no pudieron seguir yendo por el virus.
Uno de los caricaturistas que ahí estaba era Ricardo Salazar Berber , quien murió en febrero pasado; él fue colaborador de EL UNIVERSAL, y Fundador de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas, de la que depende el Museo.
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Lo habitual en este museo era ver al grupo de caricaturistas en el patio dibujando caricaturas a los visitantes. Una parte de esos recursos se destinaba al museo, al pago de servicios. Hoy ese dinero es limitado, sólo están tres caricaturistas, y el público, por la pandemia, ha disminuido de forma considerable. Por eso, sus deudas de luz y de agua; las dos líneas de teléfono hace tiempo que no funcionan.
Juan Terrazas cuenta que el recinto depende de la Sociedad Mexicana de Caricaturistas que es “un conjunto de colegas que trabajamos en medios y que administramos el museo; el Museo vive de las entradas, del donativo, que el público deja al museo.
“Después del terremoto de 2017, el Museo dejó de funcionar con ese donativo, hubo un proyecto de restauración que quedó inconcluso, en 2018 hubo una demolición, se cerró casi 70% del museo y no se completó la restauración. Con el nuevo gobierno no se le ha hecho un solo arreglo, y el museo ahorita del 100% de sus salas sólo tiene 30%. Estamos tratando de que se habilite al menos una sala más”.
En la actualidad, el acceso al museo es gratis. Aunque el gobierno no les da recursos, les presta el espacio a la Sociedad.
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“Después del terremoto pudimos seguir funcionando porque había niños que visitaban el museo. Y los niños cuando van al museo compran un folleto, un separador, un recuerdito, o se hacen una caricatura. Pero con la pandemia, de los diez compañeros siete ya no han podido ir al museo, no ha habido esa generación de recursos y los niños están encerrados y no van al museo. De haber tenido una entrada de 200 personas a la semana, ahora tenemos de 20 a 25, a la semana. Para nosotros el mayor vínculo es con los niños, ellos mueven las personas hacia el museo”.
El Museo de la Caricatura abre de martes a sábado de 11:00 a 18:30 horas; el acceso es gratis. (Donceles 99, Centro). Las caricaturas tienen un costo de $70; si son dos personas se les cobra $100.
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