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Detrás de una malla metálica, sobre la pared de concreto de un canal por el que corre apenas un hilo de agua, se asoman coloridas escenas de una historia que distingue a esta ciudad: la de la multiculturalidad y la diversidad.

Ahí, a lo largo de unos 600 metros , caminando sobre el parque que rodea el canal seco del río Los Ángeles, lejos de Hollywood y la gran ciudad, se despliega una secuencia de imágenes que integran The Great Wall , un gran mural que narra diversos episodios de la historia de esta ciudad hasta los años 50.

Se trata de una historia común, la de la diversidad que conforma esta nación americana, sostiene Judy Baca , creadora de esta obra que comenzó a tomar forma en el verano de 1974 y que se ha convertido en una referencia para los angelinos en esta parte de la ciudad.

Hay un sol agobiante y en el trayecto apenas se encuentra un poco de sombra bajo los árboles distribuidos sobre ese pequeño parque y paseo peatonal. Al frente de la comitiva de periodistas camina Judy Baca, a quien el sofocante sol parece no afectarle. Todo lo contrario, aquellos radiantes rayos de sol le dan más energía para contar la historia de este gran mural en el que, dice, ha trabajado la mitad de su vida. "Es el trabajo de mi vida", dice.

La artista chicana recuerda que fue después del verano de 1976 cuando lideró a un equipo de 80 jóvenes que le ayudaron a plasmar esta historia. Aquel equipo de trabajo estaba integrado por jóvenes de la comunidad chicana, artistas, incluso miembros de pandillas o jóvenes con libertad condicional. "Fue también un proyecto educativo para estas personas jóvenes", señala Baca, quien sostiene que el proyecto se convirtió también en un punto de encuentro de los diferentes grupos étnicos y minorías que conforman esta gran ciudad. "Normalmente tienen conflictos entre ellos mismos y nosotros los trajimos a un solo lugar crear una historia común", relata.

Para contemplar toda la obra hay que caminar al menos dos horas. Pero para este recorrido, la artista solo se concentra en el último tramo del mural. "Estamos en una de las secciones más controversiales del mural", advierte en un punto del trayecto mientras apunta hacia la imagen de sosteniendo en una mano su mayor invento, la bombilla. A un lado, una diosa chichimeca le habla al oído.

En esa escena, la artista adopta la idea de que el genio nació en México y no en EU, como lo sugieren algunas teorías. "Es increíblemente irónico porque ahora mucha gente se preocupa por la inmigración ilegal, pero ¿qué hay si Thomas Alva Edison, uno de los más grandes inventores de América, fuera mexicano? Me gusta la idea de que fueron los chichimecas quienes le susurraron los secretos de los constructores e inventores antiguos", comenta entre risas.

El mural fue concluido en 1984. Ahora, dice la también directora del Social and Public Art Resource Center , la transformación de esta ciudad en una de las más diversas del mundo también necesita ser contada en un muro, en uno que celebre la diversidad. "The Great Wall es un trabajo interminable. Se necesita otra generación de artistas para que continúen con esta historia, que sigan diciendo que somos una nación de migrantes", concluye la artista.

nrv

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