El 8 y 9 de marzo fueron días históricos para el país y para el movimiento feminista. Miles de mujeres salieron a las calles el pasado domingo para protestar en contra de los feminicidios y de la violencia de género; y el lunes miles más se sumaron al paro nacional Un día sin mujeres. ¿Y ahora qué hacemos con ese gran encuentro sororo?, ¿se puede hablar de la existencia de la pluralidad de feminismos?, ¿cuál es el papel de las mujeres en el arte?

Karen Condés, Tamara Cubas, Isabel Toledo, Mari Carmen Ruiz, Carmen Zavaleta y Diana Magallón son mujeres que oscilan entre los 29 y los 49 años de edad y han abordado temas femeninos en el teatro desde la dirección y la actuación.

En este momento, cada una de ellas se encuentra en un proyecto: una obra de teatro que aborda la violencia de género y se presenta a jóvenes universitarias, una obra sobre las carencias y las violencias de mujeres en condición de marginación, otra sobre el bar La Brisa, considerado un lugar de resistencia cultural en Ciudad Juárez.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

Carmen Zavaleta, actriz. Foto: DIEGO SIMÓN. EL UNIVERSAL

En entrevista, hablan sobre cómo las mujeres en el teatro están buscando contar sus historias desde los más distintos ángulos. Algunas coinciden en que el movimiento feminista que se vive en este momento es inédito por sus dimensiones y por el nivel de visibilidad que ha alcanzando, por ello, dijeron, es necesario reconocer la diversidad de feminismos.

Isabel Toledo (29 años), dirige la obra ´Un beso en la frente´, basado en el libro homónimo de Esther B. del Brío González, con adaptación dramática de Jimena Eme Vázquez, que plantea un panorama de tres generaciones de mujeres que han vivido la violencia de género de distintas maneras; se presenta en distintos espacios de la UNAM y próximamente formará parte de la Fiesta del libro y la rosa.

En entrevista, Toledo cuenta que participar en la marcha y el paro fue muy alentador. “Casi todas las que participamos en la obra militamos desde el feminismo desde hace tiempo y hemos acudido a las marchas, celebramos mucho que en esta marcha nos encontramos a muchas compañeras del gremio, incluso mujeres de nuestras familias se acercaron con nosotras para ir. Ver a nuevas integrantes en esta nueva oleada ha sido conmovedor, ha sido una gran lección ver a las más jóvenes, las chicas de secundaria y de preparatorias han sido punta de lanza, en este sentido nos gusta pensar que nuestro proyecto sí es necesario y está teniendo una repercusión”.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

Tamara Cubas, directora de teatro y artista visual. Foto: VALENTE ROSAS. EL UNIVERSAL

Ahora, agrega, lo que sigue es crear alianzas con las mujeres desde la empatía y desde la sororidad, por ejemplo leer no sólo sobre teorías feministas, también apoyar el trabajo hecho por mujeres, desde una obra de teatro, una película, un libro; así como fortalecer los espacios del autocuidado. “Tenemos que ser muy empáticas entre nosotras, nos han enseñado el lenguaje de la guerra pero entre nosotras podemos descubrir otros lenguajes”.

Mari Carmen Ruiz y Diana Magallón, quienes forman parte del colectivo escénico Vaca 35 Teatro, conformado por hombres y mujeres, emprendieron en 2019 un proyecto que responde a una serie de inquietudes relacionadas con el hecho de ser mujer en México y en la escena; con el objetivo de sumar perspectivas convocaron a otras mujeres creadoras de distintos perfiles a formar parte de un laboratorio de investigación y creación que derivó en la puesta en escena 'Mujeres', estrenada en enero pasado en la UNAM y que ahora se presenta en el Foro Black Box del Centro Nacional de las Artes los sábados a las 19:00 horas y domingos, a las 18:00 horas.

Sobre qué hacer tras el morado fin de semana, Ruiz, refiere: “No tengo la respuesta a qué vamos a hacer después de esto, pero lo que sí sé es que yo no quiero claudicar, quiero seguir social y artísticamente hasta donde pueda y un poco más, hasta donde crea yo que tengo fuerza para seguir y un extra más. No pararé creativamente, no pararé de decir lo que pienso, no pararé de alzar la voz, de exigir, de luchar y de gritar hasta donde pueda”.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

Karen Condés es directora de teatro y performer. Foto: CARLOS MEJÍA. EL UNIVERSAL

Diana Magallón, opina: “Yo también me he preguntado qué podemos seguir haciendo, cuál es el sentido de todo esto y creo que no podemos parar ahora que estamos mucho más organizadas. Nos encuentro en círculos de creadoras más organizadas, que queremos tener esa presencia, nos sentía detrás de una barricada y la estamos derribando cada vez más. Para mí lo esencial será hacer alianzas con las demás creadoras porque nos nutrimos todas, creo que debemos apoyarnos y dejar de ponernos barreras entre nosotras; también veo que tenemos una sed para investigar y debemos seguir en eso. Y, sobre todo, debemos mantenernos firmes en la búsqueda del respeto a nuestro trabajo que durante muchos años no ha sido reconocido”.

¿Feminismos plurales?

Uno de los debates que se han generado tras los movimientos de los días 8 y 9 es la llegada de mujeres sin referencias teóricas y que, dentro de esa iniciación caben puntos que, de entrada, son contrarios al feminismo como no estar a favor de la legalización del aborto.

Karen Condés forma parte del colectivo Nuestra venganza es ser felices; hoy presentará una obra sobre las mujeres desde la problemática de la identidad, titulada 'Nepantleras. Ensayo escénico sobre la feminidad postcolonial', a las 20 horas en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, en el marco del Festival Tiempo de Mujeres. “La obra surgió a partir de las reflexiones que tuve en torno al trabajo de Gloria Anzaldúa, una activista política chicana, feminista, que escribió sobre la identidad de las mujeres mexicanas, es un tema muy interesante porque a pesar de que el feminismo es coyuntura en todo el mundo, pareciera que no tenemos claridad o información sobre problemáticas particulares, cuando hablamos en lo general de las mujeres anulamos todas las diferencias. No es lo mismo la situación de las mujeres indígenas, de las afrodescendientes, de las que tienen una posición económica. Y la obra tiene que ver con las mujeres en la periferia”, explica Condés.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

Diana Magallón, fundadora del colectivo Vaca 35. Foto: CORTESÍA: PABLO ARREDONDO

Sobre las mujeres que se han sumado al movimiento feminista, considera: “Desde que el feminismo empezó a tomar fuerza ha tratado de ser cooptado desde varios lugares y desde muchas figuras de poder porque se convirtió en un capital político; de modo que a veces las mujeres no nos damos cuenta de que adoptamos un discurso que aporta a esos grupos. Los feminismos son muy complejos, habemos quienes tenemos acceso a la educación y tendríamos que informarnos más teóricamente, pero si asumimos esto como una verdad, en dónde están todas las que no tienen acceso a la educación y no tienen el privilegio sistémico de nombrarse feministas. De modo que es muy complicado poner un parámetro, no hay quien determine cómo debe practicarse el feminismo, pero hay posturas bastantes claras como que no puedes ser feminista y ser provida, no puedes ser feminista y ser neoliberalista, pero el tema no es señalar a esas mujeres provida, sino a la iglesia, esa institución responsable de imponer esa ideología. Alguien escribió en Twitter que una cosa es la sororidad y otra estar de acuerdo con las contradicciones, yo, por ejemplo, no estoy de acuerdo con el feminismo católico pero no puedo hablar por todas”.

Y añade: “Tengo sentimientos encontrados porque llevo varios años en la lucha feminista y siento que todo esto ya lo viví. Por un lado, me da mucho gusto ver que cada vez somos más las que nos presentamos abiertamente feministas, pero me conflictúa ver que pese a las marchas, pese a la lucha, hay más feminicidios que hace un par de años. Es esperanzador ver a tantas mujeres y es muy duro ver que la respuesta al reclamo se ha endurecido, no podemos hablar de un triunfo todavía”.

Al respecto, Diana Magallón asegura que frente al debate acerca de los muchos feminismos se ha cuestionado a cuál pertenece o en cuál se quiere definir. “Aplaudo la diversidad y sé que lo que sí quiero hacer es respetar a las que piensan diferente a mí, quiero encontrar la manera de convivir y será un trabajo duro, no sé si lleguemos al punto de unificarnos porque hay muchas vertientes que habitar, pero al final de eso se trata la gran complejidad de ser mujer”.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

Mari Carmen Ruiz, cofundadora del colectivo Vaca 35. Foto: CORTESÍA: YOKEBED CANIZALES

Isabel considera que una sociedad como la mexicana siempre buscará la dicotomía, querrá definir lo que bueno y lo que es malo. “En este sentido creo que debemos abrazar los feminismos, plantearlos como un feminismo plural, en lugar de cerrar el concepto de lo que es una buena feminista, conviene comprender esas discusiones como puntos de encuentro y desencuentro que alimentan un movimiento plural. Roxane Gray en su libro 'Mala feminista' cuenta que cuando una feminista comete un error a los ojos de lo que se cree un buen feminismo, hay una crítica muy severa hacia ella, por eso prefiere nombrarse como una mala feminista, esto es algo que todas deberíamos abrazar un poco, es decir, yo puedo decir que sí soy feminista, que tal vez soy una mala feminista, pero es el lugar desde donde en este momento estoy pensando en el mundo. Hoy estamos de acuerdo en que hay una agenda urgente a resolver que tiene que ver con el derecho a nuestras vidas y a la decisión sobre nuestros cuerpos, esto es lo que tenemos en común y por eso salimos a marchar”.

Mari Carmen Ruiz (45 años), coincide en que lo necesario en este momento es respetar y valorar la militancia de cada mujer. “Yo soy Mari Carmen, soy feminista y soy mujer, no me interesa definirme en un solo feminismo, es respetable la militancia de cada una y puedo estar de acuerdo o no con las que son radicales o con las que no son radicales, en esa gran diversidad entro yo. En el proyecto 'Mujeres' justamente hay de todo y justo por eso es muy rico, hay actrices de 25 años, otras de 40 y 50 años, los bagajes de vida son realmente muy distintos, las perspectivas son distintas, lo que nosotras hemos querido darle cauce a todo lo que sentimos, porque todas tenemos un profundo sentimiento de injusticia y todas celebramos ser mujeres”.

La actriz Carmen Zavaleta (49 años) participa en el proyecto 'Mujeres' de Vaca 35, su colaboración tuvo el tema de la maternidad y la edad. “Yo quise hablar de esos temas porque me he enfrentado a que si no tengo hijos soy juzgada, si los quiero tener soy juzgada por la edad que tengo. Son realidades muy fuertes que yo quería abordar. Con este trabajo colectivo me encontré con distintas posiciones del feminismo respecto al mío, no somos iguales y no pensamos lo mismo, pero sí estamos de acuerdo en el respeto y en la valoración de nuestros cuerpos. Yo me he cuestionado si está bien lo que pienso, si está bien de dónde viene lo que pienso y al final concluyo que sí está bien porque estoy hablando de mí y estoy en un proceso de reflexión. Creo que tenemos que comprender que somos miles de voces, contamos con grandes referencias históricas y marcos teóricos, pero debemos reconocer la diversidad compleja de ser mujer”.

Hacen teatro desde distintos feminismos
Hacen teatro desde distintos feminismos

La directora de teatro, actriz y gestora cultural Isabel Toledo. Foto: VALENTE ROSAS. EL UNIVERSAL

Y añade: “La ausencia del nueve de marzo me llevó a la reflexión de saberme en un lugar privilegiado para poder hacerlo, hubo muchas mujeres que no pudieron sumarse porque viven al día en sus trabajos, si queremos un movimiento con consecuencias tenemos que ver todas las realidades, para crear cadenas fuertes”.

Tamara Cubas (47 años) es uruguaya y se encuentra en México invitada por la compañía Teatro Línea de Sombra, para dirigir, actuar y coescribir La Brisa que aborda la historia de un bar muy reconocido en Ciudad Juárez en los años 90 y que fue incendiado por un grupo de vándalos, y que se presenta desde ayer y hasta el 22 de marzo en el Teatro El Galeón, de jueves a domingo. Estar en el país, dice, le ha permitido ver las diferencias que hay en América Latina. “La agenda en México es muy clara, es la violencia y los feminicidios; en Uruguay estamos ahora enfocadas en darle más visibilidad a las minorías dentro del movimiento feminista porque nuestro contexto es otro, se han amenazado los derechos ganados para las minorías; claro que tratamos temas universales, tenemos la consigna de que si tocan a una nos tocan a todas, pero sí tenemos nuestra propia perspectiva y nuestra propia necesidad. La cartografía de urgencias en América Latina es muy interesante, en Chile están en contra de la institucionalización, en Argentina tienen las temáticas del aborto; de modo que no es posible unificarnos en un tema, hay una gran diversidad, una pluralidad, hay luchas distintas, pero sí creo que la lucha universal es por la libertad. He estado en un foro en el que se ha hablado del movimiento en México y se ha hablado de los distintos contingentes, su diversidad me parece increíble, es un gran logro que tantas realidades hayan podido converger en una misma marcha y la fuerza que está tomando es una imagen muy fuerte para el resto de América Latina”.

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