En noviembre se celebran los 15 años del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), que surgió como una propuesta para resolver el problema de la falta de en México, situación que continúa, indica Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC.

“Un problema muy serio que tenemos es la falta de entendimiento de la sociedad sobre que el patrimonio se fabrica y se compra. Tenemos una costumbre de nietos inútiles, que pensamos que el patrimonio nos viene del pasado y que no tenemos que hacer nada, solamente gritar cuando aparece una obra (mexicana) en alguna subasta europea. Pero el Estado mexicano, que hace ese escándalo constante, no está gastando en comprar obra contemporánea, no está fabricando el patrimonio del futuro”, afirma.

Las reflexiones en torno al coleccionismo de arte contemporáneo surgen a propósito de la nueva exposición del MUAC, Genealogías y disidencias, con la que marca su nueva fase, pues ahora exhibirá de forma permanente su colección, una que han creado desde cero.

Para Cuauhtémoc Medina, la apertura de la colección será un impulso a la investigación de este periodo. Foto: Gabriel Pano
Para Cuauhtémoc Medina, la apertura de la colección será un impulso a la investigación de este periodo. Foto: Gabriel Pano

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Ya han pasado tres lustros y parece que el contexto en el que se gestó el MUAC no ha cambiado. Así lo describe Medina, quien trabaja ahí desde hace 10 años: “El Estado mexicano no estaba coleccionando el periodo contemporáneo, en un momento donde estaba creciendo en importancia global y en interés del escenario local”.

Medina, también investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, indica que es obligación del Estado contribuir a la economía cultural y que no debe de satanizar la compra de arte:

“Tenemos que acabar con este prejuicio de que la venta y la compra de arte son pecados. En este sistema social, los artistas viven del comercio, no tienen un salario y por tanto existe un mercado de arte. En otros momentos había escenas (de arte), nuestra estructura de impuestos no está hecha para eso. Y además está el dato de que somos un país colonial donde no siempre las capas sociales privilegiadas piensan su mundo en torno a la creación del patrimonio local”.

Otro elemento que no contribuye con el coleccionismo de arte contemporáneo es la eliminación de fideicomisos y recursos etiquetados que ha realizado el gobierno actual. Medina explica que era una de las vías del MUAC para adquirir arte. “En algún momento el gobierno federal, en los etiquetados el legislativo nos otorgó un recurso de los programas de Egresos de la Federación. Lamentamos la miopía de ver que algunos etiquetados no eran corrupción, eran necesidades efectivas”.

Con Genealogías y disidencias, el MUAC marca una nueva fase, ya que exhibirá de forma permanente su colección, que consta de 2 mil 185 obras de 300 artistas y 52 archivos. Foto: Fernanda Rojas / El Universal
Con Genealogías y disidencias, el MUAC marca una nueva fase, ya que exhibirá de forma permanente su colección, que consta de 2 mil 185 obras de 300 artistas y 52 archivos. Foto: Fernanda Rojas / El Universal

Pese a los contras, el MUAC tiene una colección de 2 mil 185 obras de 300 artistas y 52 archivos. Por el 15 aniversario, Medina y Pilar García, jefa de la colección artística, señalan que el museo está por adquirir piezas importantes. “La diferencia que a veces ocurre entre la universidad y el resto del Estado mexicano es que aquí las cosas son difíciles, pero no son imposibles”, dice Medina.

Así, el museo considera que la colección “ya tiene una suficiente densidad, amplitud y variedad” para compartirla de forma permanente.

Permanencia

La colección del MUAC tiene como punto de partida dos referencias: arte hecho a partir de 1952, año en el que se fundó Ciudad Universitaria, y a partir de 1968, por el impacto que tuvo ese año en el arte, como se puede ver con el Salón Independiente (un grupo de artistas que a modo de protesta contra “Salón solar”, convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, crearon su propia exposición). “Salón Independiente marcó una crisis de relaciones entre el Estado y los artistas que también tuvo su impacto en la falta de coleccionismo”, dice Medina.

Las obras que posee el MUAC se habían presentado en exposiciones temáticas y temporales. Esta es la primera vez que se exhibirá el acervo de forma permanente. El formato de la exposición consistirá en un grupo de núcleos cuya temática y piezas irán cambiando cada cuatro meses. Le llevó al museo cinco años (en parte porque se atravesó la pandemia) concluir la forma de presentar esta colección de arte que es muy variada, dispareja y discontinua.

Archivo de la revista Pelos de cola, que forma parte del archivo Rocío Boliver “La Congelada de Uva”. Foto: Gabriel Pano / El Universal
Archivo de la revista Pelos de cola, que forma parte del archivo Rocío Boliver “La Congelada de Uva”. Foto: Gabriel Pano / El Universal

“El museo tuvo una manera de presentar la colección muy característica de las colecciones jóvenes: exposiciones temáticas que se organizaban también a partir de la iniciativa de adquirir obras para esa exposición temática. Pero desde que yo entré (hace 10 años), el objetivo era llegar al momento en que pudiéramos transitar a manejar la colección en la lógica de hacerla central a la vida del museo”, señala.

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Esta nueva forma de exhibir implica nuevas formas de trabajo en el MUAC. Por ejemplo, las exposiciones ya no estarán a cargo de una sola persona, sino que el equipo de curadores trabajará en conjunto para definir los núcleos que, por su temporalidad, ya no tendrán folios por cada muestra, más bien se hará una publicación digital.

El exhibir la colección de forma permanente dio pie a la digitalización de las piezas (en el confinamiento se montaron las obras para fotografiarlas en el propio recinto). El catálogo se lanzará en un sitio web y se trabaja con el Instituto de Investigaciones Estéticas, por lo que tiene textos de académicos, un vocabulario y un glosario que describe de manera uniforme la colección.

Piel de casa, obra de la reconocida artista mexicana Betsabeé Romero. Foto: Gabriel Pano / El Universal
Piel de casa, obra de la reconocida artista mexicana Betsabeé Romero. Foto: Gabriel Pano / El Universal

“No es sólo acrecentar la colección, sino irla investigando más. Con este proyecto pudimos hacer una base de datos en línea. La idea es que también haya un público extenso. Será algo muy bueno también para los artistas, pues sus obras podrán estar en línea. También será muy bueno porque es el resultado de un proyecto que hicimos en pandemia”, dice Pilar García, curadora de la Colección Artística del MUAC.

“Tanto curiosos como visitantes e investigadores podrán acceder. Combinado con las obras en sala, esperamos dé impulso a que haya investigación sobre este periodo. Probablemente seamos una de las colecciones mexicanas que va a estar más documentada de forma clara, profesional”, agrega Medina.

Obras inéditas

Genealogías y disidencias se inauguró el pasado sábado y estará hasta el 28 de abril. Se divide en cuatro núcleos: La fiesta de las balas, con obras sobre la violencia; Cuarto oscuro, con obra sobre la sexualidad y homosexualidad; Al ras del suelo, que presenta esculturas que desafían la idea de la estatua vertical, y Un Archivo de El Archivero, que es el acervo documental de El Archivero, espacio de difusión y exhibición fundado por los artistas Yani Pecanins, Gabriel Macotela y Armando Sáenz.

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Los núcleos se crearon para presentar obras de adquisición reciente (en los últimos cinco años) y obras de la colección que nunca antes habían sido vistas por el público.

Los curadores señalan que el 80% de la exposición es inédita. Entre las nuevas adquisiciones hay obras de Carlos Aguirre, Jonathan Hernández, Clemencia Echéverri, Juan Soriano, el archivo de Rocío Boliver “La Congelada de Uva” y Priscilla Monge. Las obras que se exhiben por primera vez son de Betsabeé Romero, el acervo de El Archivero, Omar Gámez, Pablo Vargas Lugo, Daniel Guzmán y Damián Ortega.

“Este es el punto, acumulábamos obras y no se exhibían. Debíamos tener un sistema que nos permitiera mostrar obras que ocupan una sala entera”, indican ambos curadores.

En el MUAC trabajan por crear el patrimonio del futuro, pero no sólo pensando a nivel académico, sino también con una perspectiva al público, pues se espera que ayude a definir los parámetros del arte en el futuro. “Una idea equivocada es que el prestigio del mundo artístico lo gobernamos los curadores. ¿Quién de los artistas de esta colección va a ser un artista importante en 15 años? Va a depender probablemente de que lo vio un niño de 10 años el día de hoy”, concluye el curador.

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